Las lentejuelas comienzan a sacar su brillo a la luz, los trajes se sacuden el polvo que juntaron mientras tuvieron que quedarse guardados y la purpurina se siente en el aire, más que las pelusas del plátano que invade Montevideo. Es que la ilusión de un carnaval posible llegó junto a la primavera esta vez.

Setiembre comenzaba con las declaraciones de la intendenta Carolina Cosse, quien en un acto público la última semana de agosto se refirió por primera vez al Concurso Oficial de Carnaval: “ese carnaval que todos estamos queriendo va a ser con todo corazón. Va a ser un grito de libertad”, expresó la jerarca dándole así un golpe de energía a momo con la confirmación de su fiesta este año, luego de la pausa por la situación sanitaria.

“Tendremos carnaval”

Por su parte, la directora de Cultura de la Intendencia de Montevideo (IM), María Inés Obaldía, en ese entonces también expresó en el programa radial Justos y pecadores; “en este momento, con cómo estamos, tendremos carnaval”. Semanas después al ser consultada por Sala de Redacción sostuvo que “estamos trabajando para un carnaval posible, pero eso es lo que diremos por el momento. Cuando la intendenta lo considere pertinente hará las declaraciones correspondientes, Daecpu está manteniendo reuniones y está coordinando con el Ministerio de Salud Pública (MSP) las medidas sanitarias”.

En este sentido Carlos Nípoli, secretario de Daecpu, declaró a Sala de Redacción que la próxima semana se prevé una reunión con la IM, gerencia de espectáculos y festejos y con el director del Teatro de Verano para discutir las cuestiones que tienen que ver con la logística de este carnaval. Y agregó “aún no se puede confirmar mucho más porque se está esperando las medidas sanitarias que el MSP está estudiando actualmente, entre ellas la cuestión de aforos y si se permitirá el ingreso sólo para vacunados o no, entre otras cosas. Pero la semana entrante nos reunimos”, adelantó.

El pasado 12 de octubre Daecpu anunció el fixture de la prueba de admisión que tendrá lugar en el Teatro de Verano, ocho etapas entre el 3 y el 10 de noviembre de este año en las que un total de 34 conjuntos intentarán clasificar en cuatro categorías. A partir de esto, Nípoli expresó que considera importante que se recuerde a la gente que acuda con un alimento no perecedero para colaborar con las organizaciones benéficas que trabajan en conjunto.

El alma de momo: la otra cara del carnaval

Para muchos y muchas del ambiente, esta pausa pandémica significó un sacudón atípico que lo paralizó todo y les impidió salir. Sin embargo, Adrián Boero manifestó a Sala de Redacción estar en la parte creativa y de diseño de una murga de la aduana a la que aparentemente “obligan a salir”.

“Al carnaval 2022 lo venimos preparando, estamos teniendo las primeras reuniones creativas de Nos obligan a salir, con el cuadro que ya estaba armado desde el 2021, con 1 o 2 cambios a lo sumo. Este año lo esperamos con mucha incertidumbre y expectativa, aun viendo cómo todo acontece o lo que nos va a deparar. Se dilucidaron algunas situaciones pero seguimos en el medio de la pandemia, entonces estamos preparándonos sobre todo con la felicidad de volver a hacer lo que uno ama”, expresó.

Hace unos 100 años que la murga uruguaya forma parte de una militancia cultural y desde el arte participa de la crítica que la sociedad canta todos los febreros entre ironía, humor y verdad. La ausencia del carnaval en pandemia, nos trae un carnaval post pandemia con mucho de qué hablar.

En este sentido, Adrián sostiene: “me parece que la murga como género se extraña un montón, el carnaval como movida política. El no tener el febrero pasado con tal militancia diaria hace que le estemos esperando con mucha ilusión de que se concrete. No sé de qué forma, pero que se concrete la vuelta, no creo que como fue toda la vida pero que se parezca bastante a cómo lo hemos vivido todas y todos los que hace tiempo que hacemos parte y reconocemos la importancia que tiene la murga a nivel social, en mi caso desde hace 30 años”.

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