Juan Enrique Viera, alias Tito / Foto: Enzo Santos

Juan Enrique Viera, más conocido como Tito, cumple 49 años al servicio de Peñarol como equipier. Su historia muestra que el amor por los colores lo ha llevado a ser muy reconocido en el entorno más íntimo del club, y también por buena parte de los hinchas.
Detrás de cualquier deporte se esconden muchas historias que tienen como protagonista a un club, un equipo o un deportista. Historias de vida que se siembran a lo largo del tiempo, algunas perduran y se convierten en odiseas, pero otras simplemente quedan en anécdotas. Para que un equipo de fútbol exista son necesarios cientos de trabajadores, aunque los que atraen la mayor atención de las cámaras son los jugadores. Justamente, la función de Tito es hacer que todo esté listo para que ellos se luzcan. Es quien se ocupa de la utilería, la vestimenta y otras herramientas de trabajo, tanto en los entrenamientos como en los partidos. Pelotas, conos, camistetas, zapatos y pantalones forman parte de la materia prima del equipier.
Juan Enrique Viera es un ejemplo de esfuerzo, seriedad y trabajo, pero muy pocos lo conocen por ese nombre. “Negro Tito” o simplemente “Tito” son las formas más frecuentes por las que el ambiente del fútbol se refiere al equipier de Peñarol. Canoso, de piel morena, con ojos negros que reflejan un amor eterno por la institución que lo vio nacer, es portador de una sonrisa pícara que se esconde detrás de un luchador incansable. Ello ha hecho que se convirtiera en símbolo de cualquier peñarolense y referente de la utilería deportiva desde hace varios años.
En persona
“Es una de esas personas entrañables de la institución, que hace muchos años está al servicio de Peñarol, con todo lo que eso conlleva”, dijo a SdR Gonzalo de los Santos, ex jugador y ex director deportivo del club. Es un personaje que no es jugador, pero a la vez lo es. Tito vive en el barrio Sayago de Montevideo, llegó al Club Atlético Peñarol hace 49 años gracias a su madre, María Delia Núñez. Con cierta angustia, Núñez realizó un pedido especial al presidente de Peñarol en aquel entonces, el contador Gastón Guelfi: conseguirle trabajo a su hijo. En casi medio siglo, Tito ha pasado “las mil y una”, desde etapas con triunfos en copas internacionales y plagadas de campeonatos uruguayos hasta épocas de escasez de victorias deportivas, en todos los casos marcados por la llegada de cientos de jugadores y decenas de cuerpos técnicos.
De perfil bajo, con humildad, respeto y trabajo, Tito se ha metido en el corazón de varios. Jorge Barrera, actual presidente de Peñarol, lo describió en pocas palabras como “un crack”. Por su parte, De los Santos, agregó que “es una persona que siempre te brinda soluciones en los partidos, es una persona carismática dentro del grupo, con todo lo que amerita eso”. “En las tres etapas que estuve en Peñarol, siempre me traía el café: ‘De los Santos, aquí tiene el café’. No sé si lo hacía por cábala o por qué, pero siempre tomaba un café que él me traía él”, recordó entre risas.
“Es la representación del hincha sano de Peñarol. Tito es Peñarol, son de esas personas que no te imaginas”, señaló a SdR, Ricardo Gatto, periodista de El Periódico del Este. Según relató Gatto, en 1990 Óscar Washington Tabárez inició su primer ciclo como director técnico de la Selección Uruguaya de Fútbol y quería contar con los servicios de utilería de Tito. Pero como la concentración celeste era en Los Céspedes, donde entrena el Club Nacional de Football, la respuesta del equipier fue negativa. “No podía trabajar conviviendo con esos colores aunque fuera solo por un tiempo”, recordó el periodista.
Con 73 años, el equipier le ha dado paso a la ayuda de varias personas en la utilería, entre ellas, Miguel Santos y Germán Pellejero. Aunque haya disminuido su trabajo, las anécdotas que lo reconocen como un gran ser humano siguen más que vigentes. “El negro Tito es un divino. Uno que ha tenido desde chico la posibilidad de ir a ver a Peñarol puede ver cómo colabora, cómo ayuda, que está siempre alrededor de los jugadores para que nada les falte”, apuntó a SdR Fabián Lolo Estoyanoff, actual jugador del plantel aurinegro, quien a su vez agregó: “Es el tipo de persona a la que es un placer conocer y te deja muchas enseñanzas, no solo de Peñarol, de la vida en general. Cosas que te llenan el alma. Si conocés al Tito, conocés el amor por Peñarol”.
Mathías Tilve

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