Milita Alfaro. Foto: SdR / Federico Bica

El carnaval es una de las fiestas más folklóricas que posee nuestro país. La tradición que comenzó en la época de la colonia ha ido reeditándose a lo largo del tiempo: murga, candombe y teatro se mezclan para darle color a esta fiesta que, año a año, apasiona a gran parte de la población montevideana.

Sin embargo no faltará persona que diga que carnavales eran los de antes. A esto, la historiadora de carnaval Milita Alfaro señaló a SdR que “en esa evocación del pasado hay mucho de mito y de romanticismo”, y agregó: “Hay gente que piensa que carnaval murió porque cambió, todo lo contrario, el carnaval sigue viviendo porque cambió”.

Aunque se haya modernizado, el carnaval nunca perdió su esencia. Uno de los cambios principales que se ha dado es en la infraestructura. “Hay menos tablados pero son mucho más grandes”, comentó Ignacio Alonso, letrista de carnaval y ex integrante de la murga La Mojigata, al ser consultado por SdR“Con los tablados pasa algo similar que con los almacenes y los supermercados, los tablados grandes se fueron devorando a los tablados chicos, no es responsabilidad de nadie, es un proceso que se dio naturalmente”, opinó. O en todo caso de las leyes del mercado, lo que hace que hoy no sea redituable un tablado con poca asistencia, ya que el monto que piden los conjuntos por actuar es mayor al que se pedía hace décadas. La supervivencia del tablado de barrio se da gracias a la ayuda que brinda la Intendencia. Sin ésta, sólo quedarían los tablados privados.

Otro de los cambios que se ha dado es la estructura de los espectáculos. Según Alonso, “hay mucha preocupación por cuestiones técnicas, hay mucha preocupación por la forma en que se hacen las cosas y el concurso termina premiando eso, más la forma que los contenidos”. Y subrayó: “modifica lo esencial, que es lo que ese grupo de personas sale a decir”.

La mirada de la gente sobre los espectáculos también cambió. Ahora se los analiza desde el punto de vista del concurso y se apela a la comparación con los demás conjuntos. A esto el entrevistado comentó: “Vos planteás un espectáculo en un determinado contexto y el que te va a ver lo analiza desde el punto de ver qué pasa con otras murgas. Siempre lo que vaya a rescatar o no es en base a lo que pasa con otras murgas”.

A su vez rescató como aspecto positivo la masividad que adquirió el carnaval y la mayor llegada al público del Interior: “En el Interior cambió mucho. Vos vas y la gente juna mucho más de carnaval que antes”.

CARNAVAL EN LA TV. En los últimos 15 años el carnaval llegó a la televisión de la mano de las transmisiones de Tenfield, lo que impuso la tendencia del carnaval como espectáculo televisivo. Pero no fue la primera llegada de esta fiesta a los medios. Tuvo sus primeros acercamientos mucho antes con las transmisiones de radio, según cuenta Milita Alfaro: “El relacionamiento del carnaval con los medios tiene larga data. Si se mira en términos de radio, ha sido una constante. Yo diría que desde la década del 30, cuando la radio comienza a tener una forma más masiva, había diversos programas que difundían carnaval y que transmitían desde los tablados”.

Si bien esto permanece, ha cambiado bastante. Según la historiadora ahora solamente se transmite el concurso, pero la explosión en los medios más grandes se ha dado con la televisación y mejoró la relación del carnaval con el público. “Es bueno que como concurso, como espectáculo, sea retransmitido dentro de los informativos, dentro de los magazines. Esto restableció su relación con el conjunto de la sociedad y al carnaval le fue beneficioso”, aseguró Alfaro.

No solo eso, sino que los programas de televisión y de radio (más ésta última) se han llenado de figuras carnavaleras. Para Ignacio Alonso, esta expansión enriquece el contenido de los medios y plantea que “hay un lenguaje carnavalero que está mucho más presente en los medios. Esa cosa de la sátira y de la crítica”. Sin embargo, para Alonso la televisión aún sigue generando una cierta resistencia a ese lenguaje. “Yo no veo a los creadores de carnaval en la tele”, afirmó.

Para Milita Alfaro, que haya figuras de este ámbito en los medios genera mayor adhesión a los productos  nacionales que se muestran. “Hay programas de televisión que, en base a la presencia de ciertas figuras que son populares, hacen que la gente se interese y compre. Aunque en la programación de los canales siga habiendo predominancia de productos de afuera, o copiados de otros formatos”.

Ambos entrevistados opinaron sobre el futuro del carnaval en los próximos 10 años y cómo se reflejarán los efectos de la televisación. Coincidieron en varios aspectos; uno de ellos fue que la televisación hará desaparecer más tablados y que los que queden serán cada vez más grandes. Las dificultades en cuestión de distancia y la comodidad de acceder al espectáculo en vivo desde sus casas harán mermar la concurrencia. Para Alfaro, “es claro que si te pasan el espectáculo por televisión vas a dejar de ir a los tablados y al Teatro de Verano”. Y Alonso plantea que “dentro de un tiempo va a haber tablado de jueves a domingo, no habrá más entre semana. Antes la gente tenía más tiempo para quedarse hasta las 3 de la mañana”.
Germán Ires

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