El día del solsticio de invierno y tal como lo anunció en su cuenta de Instagram, esta rapera, compositora y productora lanzó el LP Awaviva. Hija de los años 90s, Miel conoció la música a través de discos y cassettes. Fue así como escuchó a sus primeros artistas favoritos en un formato físico “con tantas canciones, con un arte de tapa, un librito que traía las letras”. Desde que empezó a hacer música, siempre estuvo la idea de hacer un disco; solo faltaba que lleguen las posibilidades de concretarlo, decidir la extensión y el formato.
Awaviva se compone de siete canciones y se encuentra disponible en todas las plataformas digitales. Sobre eso, Miel expresa su deseo de que el disco “se imprima y pase a otro formato, sin limitarse a lo digital”. Además ya está planificada la realización de un mural con la portada del disco, que incluirá un código QR para poder acceder al mismo y directamente “poner play”, según explicó la artista a Sala de Redacción.
Sobre el proceso de creación del disco, Miel afirmó que hubo mucho de intercambio con amigues* a la hora de pensarlo y hacerlo, principalmente con el colectivo artístico Prendidxs a cuyas integrantes les contaba las ideas que tenía: en ese ida y vuelta se iban definiendo las formas, los contenidos y los caminos a trazar. “Por más que tengo una cosa de liderazgo, que me propongo una idea y quiero conseguirla, no hallo manera de hacerla que no sea colectivamente”, resumió.
El “amasado y leudado” de la creación de un disco
Las canciones de Awaviva no esperaron a que exista la idea de disco para crearse, sino que algunas ya existían hace tiempo. “Yo tengo varias canciones sueltas que me vienen acompañando en estos últimos años y que consolidan lo que para mí es mi voz y mi estilo”, contó Miel a Sala de Redacción.
En esos años la artista vivió, trabajó y creció como música en ambas costas del Río de la Plata. Mientras residía en Buenos Aires conoció a un amigo productor musical que realizó las instrumentales del disco: Shoshi XXI. Ella quería que Shoshi viniera a Montevideo para crear en conjunto y una vez que alcanzó la estabilidad económica que esta gestión requería, lo llevó a cabo. “Quería hacerlo con Shoshi porque es la persona que me ha acompañado siempre en esto y siento que nos entendemos”, relató Miel.
―¿Cómo sentiste el proceso?
―Lo pasé muy bien. Las canciones las grabamos en unos días pero tienen muchos años de amasado y de leudado, y pasaron por muchas cosas. Son muchos años de creación pero siempre lo paso increíble. Me encanta, me parece fascinante.
Al indagar sobre lo que la inspira, Miel contó que le encanta mirar por la ventana y “ver cosas, personas, un niño con una abuelita. Saludo; me quedo mirando una escena. Tengo esa capacidad de observar y de sorprenderme con la vida y la cotidianeidad”. No cree que la inspiración provenga de una musa sino de las experiencias de las personas que la rodean, destacando “la capacidad de resiliencia, de crecer y crear.”
El agua y la vida
Detrás del título Awaviva también hay una combinación entre resistencia, política y la sutileza de lo cotidiano. El término es un juego de palabras y el significado conecta varias cosas.
“El año pasado en medio de una crisis hídrica muy fuerte, estaba yendo a todas las marchas. Había una tensión muy fuerte por el futuro del agua en Uruguay y el mundo. Era mayo y fui a darme un baño a un muellecito de pesca en el Parque Rodó, donde el agua está limpia y podés chapotear”, rememoró. Antes de meterse, un señor que estaba allí le dijo con tono de sorpresa que había unos bichitos que parecían agua vivas pero que no hacían daño. Cuando miró, notó que estaba lleno de unos bichitos similares a las flores de Santa Rita pero bioluminiscentes: “en ese momento me vino una sensación de paz y agradecimiento de estar ahí, de sentir la conexión con la vida del agua. De repente pensé: el agua está viva y si tengo que pedir algo es que el agua siga viva, pura y fluyendo”. Al sumergirse y nadar junto a esos “bichitos” decidió que el nombre de su disco sería Awaviva. En ese momento, comprendió que allí residía una proclama implícita: “es lo que deseo y quiero dejar asentado”, reflexionó.
Miel elige una forma de comunicar que no genere resistencia automática a quien escucha. Cree que de acuerdo a la forma en la que se dicen las cosas, se puede bloquear o habilitar la escucha de quien recibe el mensaje. “Entonces se volvió esa la artesanía, la obra en sí: poder decir lo que mi corazón realmente quiere y decirlo de una manera en que la otra persona realmente me pueda escuchar. Se trata de ir haciendo un laberinto, un caminito o un tejido donde te llego a decir lo que te quiero decir, cuidando también el poder de las palabras. Creo mucho en el poder de las palabras”, reflexionó.
De Uruguay pa’ todo el mundo
Su estilo se vio influenciado por la música tradicional uruguaya: murga, candombe, Eduardo Mateo, Gustavo Pena “El Príncipe”. También por “toda la música uruguaya que tiene una conexión con la música brasilera, sin duda la raíz afro que atraviesa toda la música, porque en el hip hop también está presente”, afirmó. Además contó que tiene “un sentir nostálgico de querer rendir homenaje, que se cuente la cultura y de dónde vienen las cosas.”
Si tuviera que elegir una mujer para hacer una canción en conjunto, a pesar del desafío que constituye elegir entre tantas músicas que admira, menciona a Ana Tijoux. Y si pudiera revivir a alguien que ya falleció, sería Gata Cattana. “La traemos y hacemos tremendo disco. Son influencias a nivel del rap. Después hay un montón de mujeres músicas… Nina Simone, pero ¿qué le voy a decir yo a Nina?”, contó riéndose.
En setiembre se presentará en un festival importante, del cual no ha revelado nombre ni detalles. Por lo tanto habrá que estar atentos a su cuenta de Instagram (@miel.quetemporal) para obtener más información sobre el evento.
*Se utiliza lenguaje inclusivo para respetar las identidades de género de las personas que Miel menciona.
