Argentina es, para muchos, un país impredecible. Y los resultados electorales de este año parecen dar cuenta de ello. Cuando numerosos analistas y distintas encuestadoras daban a Javier Milei un techo en promedio de 20% para las elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO), el candidato libertario se despachó con el 30% de los votos, contra todo pronóstico. 

De hecho, con respecto a los pronósticos, tema hoy en debate en la vecina orilla, de la gran cantidad de consultoras, investigadoras y encuestadoras, se pueden destacar muy pocas que estuvieron cerca de acertar el resultado de las PASO: la realizada por el Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (CELAG), que había ubicado a Milei con un 29,3% , la de Clivajes Consultores, que pronosticó un 28,4% para el candidato libertario, y la de Giacobbe y Asociados, que le dió un 28,3%. 

Este golpe en la mesa, propinado en las PASO, encaminó el clima político en la vecina orilla. Pero nuevamente hubo sorpresas en la siguiente instancia electoral. En los comicios del 22 de octubre Sergio Massa, el actual ministro de Economía y candidato de Unión por la Patria (UxP), ganó cómodamente por 7 puntos ante Javier Milei, que encontró su propio techo, rozando el 30%. Nuevamente volvieron a quedar en el tapete las proyecciones de las consultoras, puesto que en su mayoría habían pronosticado una victoria de Milei, por corto margen. Sin ir más lejos, una de las pocas encuestadoras que dio ganador a Massa, Atlas Intel, le daba una intención de voto de 30,9%, 6 puntos menos de los que terminó consiguiendo.

Los impactos de ese resultado electoral fueron muchos: económicos, políticos, sociales y hasta comunicacionales, si se tiene en cuenta que la campaña contra “la casta” que auspició y pregonó Javier Milei durante dos años debió reconfigurarse en semanas, luego del acuerdo al que llegó el libertario con los dirigentes de Juntos por el Cambio, Mauricio Macri y Patricia Bullrich de cara a la segunda vuelta.

La remontada

En el pasado mes de agosto, las PASO dieron el primer puntapié de cara a las presidenciales. Allí, Sergio Massa consiguió el 21,4% de los votos, siendo el más votado en la interna de UxP. Fue la peor votación del peronismo desde que se implementaron estas elecciones, en el año 2011. “Tenemos 60 días para darla vuelta”, enunció el candidato en el búnker de UxP, luego de las primarias. 

Y así fue. Massa creció más de 16 puntos desde las primarias, dió el batacazo y ganó la primera vuelta. En un país con el dólar a más de mil pesos, 40% de pobreza y una inflación anual acumulada arriba del 100%, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), el presidenciable logró desmarcarse del gobierno de Alberto Fernández y de la figura de la vicepresidenta, Cristina Fernández, colocándose como un candidato competitivo. 

“Es multicausal esta remontada”, afirma el periodista argentino Fabián Kovacic, corresponsal en Argentina del semanario Brecha y radio Ciudadana 92.3 de Canelones, colaborador del diario Tiempo Argentino y editor del semanario digital Preguntas, de Buenos Aires. Kovacic define a Massa como un candidato que “tiene temple de ir contra la corriente y de hacerse fuerte en las malas”, en relación al contexto argentino. En este sentido, el periodista destaca el “doble rol” del dirigente peronista, como candidato y a la vez como ministro de Economía. Medidas como la devolución del IVA en la compra de alimentos y la eliminación de la franja más baja del impuesto a la ganancias “en algún punto lo fortalecieron como candidato. Todas estas medidas las tomó con proyección a desembarcar en el gobierno como presidente”, asegura Kovacic.

Así las cosas, el periodista ve en las propuestas de la oposición otra razón para la victoria de Massa en la primera vuelta, en el entendido de que estas “no eran sólidas ni tenían una carnadura en la realidad”. Además, agrega como un factor determinante la victoria de Axel Kicillof en la provincia de Buenos Aires por más de 20 puntos sobre su inmediato perseguidor, el candidato del PRO, Nestor Grindetti. “La provincia tracciona muchos votos y esta victoria le dio muchísimo oxígeno a Sergio Massa” , argumenta el periodista.

“Massa supo interpretar efectivamente como ministro las cosas que estaban faltando, los parches y las aspirinas que había que dar por lo menos para llegar a la segunda vuelta” sintetiza Kovacic, aunque coloca sus pendientes de cara al futuro: “Cuando llegue al gobierno, veremos que puede hacer”.

León herido

El ascenso de Javier Milei sin dudas es histórico. Si bien el economista liberal salió segundo, contra la mayoría de los pronósticos que lo ponían como ganador incluso en primera vuelta, su votación es una gesta importante, si se tiene en cuenta que en dos años su fuerza pasó de tener 3 diputados (el propio Milei, su compañera de fórmula Victoria Villarruel, y Carolina Píparo) a contar con 37 bancas en la cámara baja, colocándose como tercera fuerza por detrás de Juntos por el Cambio (JxC) y UxP.

Sobre su ascenso, Kovacic lo vincula al “impacto de los medios de comunicación en la construcción de los personajes políticos”. Especialmente destaca a La Nación y Clarín como los “artífices” del personaje. De cualquier manera, apunta que dichos medios “trataron de construir un personaje que le reste votos al peronismo y al kirchnerismo, pero se les fue de las manos” en relación a los polémicos planteos de Milei, como la venta de órganos, la libre portación de armas, la eliminación de la educación pública, entre otros.

Sobre cómo quedó posicionado luego de la primera vuelta, Kovacic opina que Milei “es una especie de bengala que se va apagando”, ya que sus propuestas “son poco practicables en un mundo de bloques”. Además, analiza que el candidato enfrentó luego de las elecciones una tarea “muy difícil, la de reconstruir un discurso coherente”, luego de que quedara en evidencia ante la opinión pública que “está negociando con todos aquellos a los que se cansó de insultar”.

De todas formas, el periodista valora positivamente el desempeño de Milei en estos dos años, entendiendo que en este corto tiempo el candidato logró conformar una fuerza política competitiva a nivel nacional, capaz de llegar a la presidencia, colocando además 8 senadores, 12 legisladores al Parlasur, y un peso político propio.

Verdes americanos

Toda elección tiene sus repercusiones en el ámbito económico, sobre todo en la reacción de los mercados ante la confianza o no en el candidato que resulta triunfante o que se perfila con mayor claridad para hacerse de la victoria. Esto es especialmente relevante en un país como Argentina, donde la economía parece tan volátil y está en el centro de la opinión pública.

Es así como una de las primeras reacciones que se pudo notar en el ámbito económico luego de las elecciones de finales de octubre fue la caída de casi 17% del llamado “dólar cripto”, una moneda que se puede operar a través de plataformas digitales por fuera del mercado tradicional, pero que en este caso también funciona como una especie de “termómetro cambiario” al ser una moneda atada a un activo estable, es decir, el dólar.

En cuanto al “dólar blue”, que cotiza en el mercado paralelo, llegó al pico máximo el viernes 20, dos días antes de las elecciones, trepando hasta los 1200 pesos. Luego de transcurrida la primera vuelta, comenzó una lenta baja que lo coloca actualmente en los 925 pesos. Para Kovacic, el dólar seguirá siendo “una cuestión complicada” que “se va a definir después de la elección”.

En relación a la moneda americana, tema central para Argentina, Kovacic destaca el lanzamiento de un nuevo dólar diferencial que realizó Massa al día siguiente de ganar las elecciones. Ese dólar durará unos 30 días, está destinado a todos los bienes y servicios de exportación y es un intento por mejorar las arcas del Banco Central (BCRA). “Esta medida además busca mejorar las exportaciones del sector agrícola – ganadero, y ganarse el favor del sector rural, que es tradicionalmente enemigo de las políticas públicas del peronismo”, agrega Kovacic.

Tapiz político

Las semanas siguientes a la primera vuelta han sido de continuas noticias, declaraciones, respuestas y anuncios relacionados a los acuerdos y desacuerdos políticos para la segunda vuelta. El panorama político argentino se encuentra en continua reconfiguración, sobre todo desde la irrupción de La Libertad Avanza y su consolidación como fuerza nacional.

En este sentido, se destaca el acuerdo generado luego de una reunión entre Mauricio Macri, Patricia Bullrich y Javier Milei, donde se confirmó el apoyo de la candidata del PRO al libertario, para intentar derrotar a Massa. El acuerdo se entiende como un quiebre definitivo del bloque Juntos por el Cambio, ya que importantes dirigentes de la Unión Cívica Radical (UCR) como el propio Gerardo Morales, presidente de esa fuerza política, o el senador Martin Lousteau, se mostraron en contra y dieron libertad de acción en el voto de cara al balotaje.

“No me queda clara la ruptura de JxC”, advierte Kovacic en contraposición con la mayoría de analistas, pero señala que ve altas probabilidades de que desde el sector “moderado” de la coalición no opten por votar a Milei, sobretodo quienes están bajo el liderazgo del Jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta. De hecho, sostiene que existe “un acuerdo tácito, que no se va a firmar, sobretodo con los radicales porteños, para que el 19 de noviembre voten a Massa”. 

Por otra parte, quedan los bloques minoritarios, encabezados por el gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, y la dirigente trotskista Myriam Bregman. El periodista señala que el dirigente cordobés “aún se muestra como independiente” aunque indica que “ya hubo contactos con el equipo de Massa”. Por parte de Bregman, en las últimas horas se hizo público el anuncio de su partido, el Frente de Izquierda y de Trabajadores (FIT), tomando la postura de no apoyar a ninguno de los dos candidatos. Cabe destacar que Milei había ofrecido a dirigentes de izquierda cargos en el Ministerio de Capital Humano que promete crear si gana las elecciones, pero desde el FIT descartaron de plano esa posibilidad. A su vez trascendieron reuniones del libertario con Florencio Randazzo, candidato a vice de Schiaretti, para que ocupase cargos en su gobierno, pero tras varios acercamientos Randazzo terminó tomando distancia de La Libertad Avanza.

Futuro incierto

El escenario de cara al balotaje “es imprevisible” opina Kovacic. Aunque ve una leve ventaja de Sergio Massa por encima de Milei, advierte que esta elección es de “un ciudadano, un voto, más allá de que los aparatos hagan su partido” en lo qué respecta a los acuerdos. La mayoría de las encuestas que se publican en las últimas horas señalan este escenario abierto y de paridad.

“Massa tiene más perspectiva, está más seguro de su propio discurso y de sus acuerdos que Milei” indica el periodista, y agrega que a nivel discursivo la diferencia será clave, si se tiene en cuenta que el actual Ministro se mostró siempre “discreto y mesurado, manteniendo cierta línea de coherencia”, mientras que el libertario “se fue de boca, y esas son cosas que se pagan” electoralmente.

Además, al agitado camino electoral del último año en Argentina hay que sumarle la incidencia que pueda tener en la decisión final de los votantes el debate del último domingo, sobre el que analistas de distintas corrientes coinciden por estas horas en dar a Massa como victorioso. Pero lo cierto es que la elección del 19 de noviembre decidirá el rumbo de 47 millones de argentinos, en donde “todo paso en falso puede generar una devaluación, una hiperinflación o una corrida cambiaria”, aunque “hoy los mercados parezcan calmados”, aprecia Kovacic. La tarea que tendrá por delante quien sea electo presidente parece titánica, ya que deberá seguir afrontando los pagos de la deuda millonaria con el Fondo Monetario Internacional (FMI), y al mismo tiempo estabilizar una economía que parece pender de un hilo, en donde la inflación no da tregua.

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