Desde que la pantalla ha colonizado el imaginario colectivo de la cultura popular, se ha perdido interés del gran público por la modelación de la materia fuera de una computadora. Hoy muchos jóvenes “en la vanguardia” se interesan por el proceso de dar forma a su imaginación a través de softwares de modelación 3D y dan la espalda a la escultura más tradicional. Pero no todos gustan de perder de vista el poder creativo de sus propias manos en contacto directo con la materia. Personas de todas las edades deciden seguir el trayecto de la escultura en la Escuela Nacional de Bellas Artes (ENBA), en la Escuela de Artes y Artesanías Dr. Pedro Figari, o en talleres independientes de arte como el de Clever Lara.

Convocando a todos aquellos artistas que comparten la pasión por este arte milenario, se llevó a cabo este mes el decimotercer Encuentro Internacional de Escultores en Palmar (ARCAarte). Artistas de toda Latinoamérica se acercan año a año al departamento de Soriano a participar de este evento organizado por la Intendencia de Mercedes (Soriano) y el Ministerio de Turismo. Para poder participar del mismo, los interesados deben presentar cualquier tipo de documentación que certifique su trabajo activo como artista. Esta vez el encuentro propuso la temática “La escultura en espacios abiertos y Obra Colectiva”. Se desarrolló entre el 12 y el 15 de abril y recibió a más de cien artistas tanto nacionales como provenientes de Perú, México, Ecuador, Chile, Argentina, Bolivia y Brasil.

En el evento los artistas no sólo presentaron sus obras, sino que también debieron trabajar mayoritariamente al aire libre durante los tres días esculpiendo obras que permanecerán en ese sitio. De esta forma, a lo largo de los sucesivos encuentros que se han producido anualmente desde  hace más de una década, se ha ido conformando un “Parque Escultórico” que hoy en día agrupa a un centenar de obras que pueden ser disfrutadas por todo aquél que visite la ciudad de Palmar. Paralelamente se está conformando gracias a este evento una “Ruta de las esculturas”, que se erigiría desde Mercedes hasta Palmar y que pretende abarcar en el futuro a otras localidades aledañas como Sacachispas o Colonia Progreso.

SdR se acercó al Taller Lara para entrevistar a dos arquitectos que asistieron al encuentro de escultores de Palmar. Se encuentran actualmente planificando las bases para un concurso internacional de escultura que se llevará a cabo este año en Villa Soriano, donde los participantes deberán utilizar los materiales que sobraron de la reconstrucción de un muelle de dicha ciudad. Marta Bongiovanni y Sergio Florio nos cuentan que en el encuentro de Palmar participaron ciento cuarenta artistas, entre los cuales no sólo había escultores; por ejemplo, un artista mexicano era principalmente grabador, aunque se aventuró en esta instancia fuera de su área.

De la propuesta del evento sin embargo sólo participó Marta. Ambos hacen énfasis en la buena recepción que tuvieron todos los participantes del evento en Mercedes y en la comodidad de las instalaciones. Para participar, nos cuenta Marta, cada artista debía informar con antelación qué materiales pensaba utilizar y en qué cantidad, ya que los organizadores se ocuparían de proveérselos. Nos informan también de que parte de la idea de este proyecto surge del deseo de transformar el Río Negro en una especie de “ruta con interés artístico” que atraviese el Uruguay de este a oeste. Así se llevaron a cabo también en el pasado las jornadas de trabajo voluntario de artistas en el pueblo de San Gregorio de Polanco en Tacuarembó. A diferencia de este último caso, opina Bongiovanni, en el encuentro de Palmar son pocas las esculturas que fueron pensadas para el espacio específico en el que fueron construidas o expuestas. Se genera así una especie de “salpicón de esculturas”, cosa que cree podría mejorarse si cada artista pensara su obra en función de la locación que la alojará. Nos trae el ejemplo de las obras de Ricardo Pascale, muchas de las cuales están pensadas para fundirse con el paisaje marítimo.

Los entrevistados contaron a SdR que el evento contó con muchos participantes jóvenes y con la presencia del arquitecto y artista Rafael “Pali” Lorente, mente detrás de la construcción del Museo Gurvich. Al parecer y a diferencia de otros años, en el encuentro no hubo conferencias, a excepción de una conferencia y un taller brindados por el crítico Alfredo Torres, quien falleció poco tiempo después del evento.

Al preguntarles sobre la actual situación de la escultura como arte en la sociedad, Marta Bongiovanni consideró que no hay mucha educación en tema de escultura generalmente en la población. Para hacerse una idea, nos dice Marta, basta pensar en que “no suele haber esculturas en las casas de la gente”, sino que “suelen privilegiar la pintura por sobre las obras escultóricas”. Por su parte, Sergio Florio considera que hay hoy en día una gran confusión acerca de “lo que es una escultura con creatividad involucrada”. “Falta diferenciar a menudo -opina Florio- entre una obra de arte propiamente dicha y una obra de artesanía”. El artista quiere decir con ésto que muchas veces se toma como escultura la producción en serie de obras idénticas las unas a las otras, cuyo único cometido es venderse en el mercado. Eso acerca más la labor a la tarea de un artesano que a la de un artista; está más cerca de la industria que del arte. Bongiovanni a su vez nos comenta que el estudio de la arquitectura entrena el ojo para poder apreciar la escultura. No es casualidad, nos dice, que muchos de los más grandes arquitectos de la historia fueran a su vez escultores, o tuvieran mente de escultor. Nos cita los casos de Frank Gehry y el Museo de Guggenheim en Bilbao, y de Antonio Gaudí y el Templo Expiatorio de la Sagrada Familia en Barcelona. Hoy en día, opina la entrevistada, es más fácil ser creativo con los proyectos de arquitectura gracias a la tecnología informática que permite “liberar la curva de la línea recta”.

La Figari también

SdR también se acercó a Ramón Cuadra, profesor de escultura en la Escuela de Artes y Artesanías Dr. Pedro Figari. Cuadra dice que esta escuela fue creada tomando como modelo la Academia la “Grande Chaumiére” del francés Antoine Bourdelle, caracterizada por sus métodos vanguardistas de enseñanza. Según el docente, la escuela se ha ido paulatinamente institucionalizando y sistematizando, perdiendo de a poco todo lo que la caracterizaba en sus inicios. Dice que “todo lo que se institucionaliza o se estructura se muere” y defiende sobretodo los talleres particulares que cree son “el mejor lugar para aprender”. En 1977, en plena dictadura, se decidió nombrar a la escuela “Pedro Figari”, buscando darle una impronta “figariana” a su enseñanza, y pasa a formar parte de la UTU. Cuadra opina que nunca se le exigió este espíritu, ya que Figari “tenía prohibido tomar exámenes, pasar notas y dar diplomas”. La actual sede de esta escuela se funda en 2014, con un edificio de arquitectura moderna y muy bien acondicionado para las actividades que allí tienen lugar.

En esta “casa de artistas” se formaron Germán Cabrera -mente detrás de las puertas del Palacio de la Luz- y María Freire, impulsora del movimiento abstracto en la escultura de nuestro país. Inspirada en movimientos europeos, Freire afirmaba que el arte no debía de ser representativo, ya que esa tarea ya la cumplía la fotografía. Ramón Cuadra se mostró contrario a esta postura, ya que considera que el ojo de una cámara nunca podrá sustituir al ojo de un artista, el cual siempre lleva consigo la magia de su interpretación. Agrega Ramón que “todo arte es de por sí abstracto, ya que está abstraído de un lugar y está llevado al mundo interno del artista”. Cuenta también que durante la dictadura, se impuso el modelo figurativo como único modelo a seguir en escultura, rechazándose todo trabajo más abstracto. Esa represión fomentó la formación de un movimiento rebelde en contra de lo figurativo, el cual continúa hasta nuestros días. Por ello cree Cuadra que él mismo nació a contracorriente, ya que siempre prefirió la escultura figurativa antes que la abstracta. “Es recién después de finalizada la dictadura que se comenzaron a organizar encuentros de escultores como el de Palmar”, nos cuenta. La tendencia hacia lo abstracto de la escultura es algo que se podía apreciar claramente en este último encuentro internacional de artistas, en el cual predominaron las obras que desafían la imaginación.

Bruno Gariazzo

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