Captura de pantalla del Tumblr de "Dónde están los ladrones?"

Captura de pantalla del Tumblr de "Dónde están los ladrones?"

Los smartphones, tablets y computadoras conforman una tríada cada vez más sofisticada e interconectada que se potencia gracias a otro adelanto tecnológico: la red 2.0. En internet los contenidos compartidos son fácilmente rastreables, ya que muchas veces muestran en qué lugar, por qué persona y a qué hora fueron emitidos. Estos cambios tecnológicos han trastocado varias áreas de la vida social y el crimen, por supuesto, no podía quedar exento.
Hoy en día no es tan rentable robar un celular como era antes y puede llegar a ser incluso aún menos para quien lo compra, como muestran los hechos acontecidos desde el pasado 20 de abril. Sucesos que involucran a una turista, a un ladrón, a un celular y a un sitio web.
Hace no tanto tiempo en una galaxia muy cercana. Años atrás si a alguien le robaban el celular inmediatamente palpaba todos sus bolsillos -como una especie de Tarzán nervioso cuando gritaba en la selva- en busca de un bulto con forma de celular, para darse cuenta de que no estaba. Segundos más tarde re-escaneaba todo el cuerpo y nada: te lo habían hecho. Rezabas en vano, para que alguien se apiadara y te lo devolviera, pero nunca pasaba. Quién te lo había robado había quitado el chip, lo había apagado y fin de la transmisión. La llamada para recuperar a tu ya “ex-celular” quedaba en la nada, como una lágrima en la lluvia.
Tomabas aire, lo exhalabas y antes de procesar la pérdida era hora de reconstruir tu agenda de contactos mandando un “grupal” en Facebook; poco a poco y con paciencia, la ibas reconstruyendo. Primero con las personas esenciales, y luego, las prescindibles. Pero en el ínterin perdías una enorme cantidad de números, así como también parte de tu privacidad: -andá-a-saber-quién- estaría husmeando en tus fotos y en tus mensajes. ¿Pero qué pasaría si pudieses stalkear (stalk = acosar) a quién te robó el celular?
Ahora los celulares no sólo son teléfonos con botones, dos colores y “la viborita”. La tecnología y los precios para acceder a ella cambiaron mucho del 2004, año en que Motorola lanzó al mercado el modelo C-115, a nuestros días.  Ahora son inteligentes, cuentan con una apariencia muy colorida, funcional y amigable y se pueden sincronizar a una computadora, mientras ella, por sí misma, hace el respaldo en tiempo real. Esta tecnología se llama “Dropbox” y permite la sincronía entre el usuario y sus datos, fotos y videos. En caso de robo uno podría llegar a ver qué están haciendo con nuestro celular después de que el móvil haya sido robado. Lo que tiene mucho que ver con los hechos acontecidos desde el pasado 20 de abril.
Turismo en Abril. La turista brasileña “Vanessa Bosembecker” sufre en Montevideo el hurto de su cartera que contenía, entre otras cosas, su celular. Unos transeúntes se ofrecieron y persiguieron al ladrón que se fugó entrando en una pensión ubicada en Cerrito y Bartolomé Mitre. Actualmente la Ciudad Vieja está vigilada por cámaras de seguridad, lo que facilitó la identificación y el posterior arresto del individuo. Lamentablemente las pertenencias de Vanessa ya se habían esfumado así como el celular, que había sido vendido. Pero quién lo había comprado, había comprado el celular equivocado.
Porno Star. Justo cuando Vanessa, ya en Brasil,  reconstruía su agenda, nota que en su casilla de dropbox comienzan a llegarle fotos de diversa índole, que iban desde selfies (autofotos) hasta otras de contenido sexual. Entre los aires de vedette, la pose de porno star y lo grotesco de las imágenes, detectó que la compradora del celular no había des-sincronizado el dispositivo de su computadora y que obraba con una inconsciencia tan grande, que Vanessa entendió digna de ser escrachada. Su vendetta fue crear un Tumblr (blogs administrados por la firma del mismo nombre, ahora comprada por Yahoo) llamado  “Dónde están los ladrones?” y a través del sitio conocimos con un tono burlón la cotidianeidad de quién compró el celular: si la chica hacía un video mostrando su casa, Vanessa lo publicaba y lo titulaba “mi casa es su casa”. Si se fotografiaba tomando un cono helado en la Plaza Matriz, la autora del tumblr lo posteaba y cualquier internauta podía mirarla.
Desenlace. Del 21 de abril hasta mediados de mayo, las imágenes circularon por las redes sociales así como por la prensa nacional e internacional. Entre la burla y la viralización del tumblr, la chica finalmente se enteró de que “media ciudad” sabía qué estaba haciendo y se contactó con Vanessa (nos enteramos de ello a través de otro post) hasta tuvimos los primeros esbozos del desenlace de esta historia: se habían borrado las fotos y videos, y en su lugar aparecía este mensaje: “La chica devolvió el celular. Está en manos de la policía y luego lo recibiré. Como acordamos: ella me daba el celular y yo borraba las imágenes. Gracias por las visitas al tumblr”.
Y así, como si nada, el sitio se vació de las imágenes de la chica. La chica que compró el celular está procesada sin prisión, como confirmó el diario “El País” el pasado martes 13. Hoy ya nadie habla de ellas, habían regresado al mismo anonimato del que habían salido por los eventos que protagonizaron una turista, un ladrón, un celular y un sitio web.
Ismael Viñoly

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