Durante la exposición de Ismael Criado. Foto: Diego Anchorena

Ante la consigna de buscar nuevas respuestas y plantearse una infinidad de preguntas, docentes de la Facultad de Ciencias Sociales (FCS) de la Udelar reflexionaron acerca de posibles nuevos escenarios poscapitalistas. “¿Horizontes poscapitalistas en el siglo XXI?” fue la pregunta que reunió a académicos, docentes y estudiantes en la facultad de Constituyente y Andrés Martínez Trueba.
La sala de conferencias recibió sin pausa a aquellos que querían formar parte del círculo de reflexión. El espacio se percibía cada vez más acotado pero no fue inconveniente para que los interesados buscaran lugar: desde quedarse parados en el fondo hasta utilizar mesas como sillas o el propio suelo como lugar de escucha. Allí expusieron los politólogos Gerardo Caetano, Laura Gioscia, Carmen Midaglia, Paulo Ravecca, Federico Traversa e Ismael Criado. Con excepción de este último, que es un estudiante de doctorado español, los demás son o fueron integrantes del Instituto de Ciencia Política de la FCS.
Naturalizar para dominar
Trascender más allá de este lugar, lo que se diga aquí que prosiga en otros lugares”, fueron las primeras palabras del español Ismael Criado, encargado de abrir el evento. Con el neoliberalismo como blanco, el politólogo dijo que en el contexto actual el neoliberalismo “ya no es solo un sistema económico, sino que es una lógica de vida”.
Así planteó dos posibles escenarios o formas de entender al poscapitalismo. Uno se trataría de la “superación en sentido positivo, como priorización de los avances sociales y tecnológicos” que sostienen o justifican este tipo de sistemas. Pero podría entenderse que la segunda forma de poscapitalismo es opuesta a la primera, una “vertiente” que “le da vuelta al capitalismo en sí mismo, un modo de perfeccionamiento, refinación y consolidación del capitalismo”. El español explicó que a nivel analítico “las fronteras son difusas”.
En su planteamiento esbozó tres grandes temas que abarcaron la economía, la democracia y “el terreno de la subjetividad”. Como politólogo, Criado optó por desarrollar primero la reflexión sobre democracia: “el neoliberalismo ha vaciado a las democracias. Es vacío porque no tenemos sobre la mesa una opción real sobre diferentes modelos ideológicos, sociales o económicosel margen de decisión política es tan estrecho, que en realidad no lo hay”.

Sostuvo que hoy el concepto de libertad se “ha reducido al sentido de libertad negativa, donde no existe intervención del Estado en la vida individual”. Ante un panorama de disrupción social donde los lazos se debilitan, Criado afirmó que “deriva en un caldo de cultivo que genera un terreno muy propicio para el ascenso del fascismo que estamos viendo en Europa. Tenemos a la ultraderecha triunfando en el corazón de Europa, a Donald Trump en Estados Unidos y Jair Bolsonaro en Brasil”, ejemplificó.

Volviendo a los temas que planteó en el inicio de su charla, sostuvo que la soberanía desde el análisis politológico no “es una soberanía operativa”. Ésta se ha visto reducida y la misma democracia sufre los efectos. En este sentido dijo que “la economía se ha independizado de la política, y de hecho la ha subordinado como una agente independiente”.
Otro de los terrenos abordados por Ismael Criado fue el de la subjetividad, más concretamente a “la racionalidad que el neoliberalismo impone y que domina actualmente el mundo”. El neoliberalismo “no sólo secuestra al Estado, la democracia y la soberanía económica, sino que fundamentalmente secuestra nuestras mentes”, sentenció. Según Criado, opera en las clases medias, fomenta el consumo y plantea la idea de “progreso tecnológico como proceso histórico lineal”.

A la par, la mayor victoria del neolibralismo es “la naturalización” del modelo económico que se impone y que se muestra “como el único orden posible”. Uno de los argumentos más utilizados por este modelo es el de la “eficacia, donde lo bueno es lo que funciona y da resultados”. El politólogo planteó que hablar de poscapitalismo “en el sentido positivo es hablar de la posibilidad de subvertir esas lógicas. Es poner nuestro poder individual en relación con redes y colectivos alterando la lógica dominante a través de la comunicación, la cooperación y la autogestión con una vocación contrahegemónica”.

“La política es el arte de lo posible”, citó Criado para refutar esa idea: “La verdadera política es exactamente lo contrario, es el arte de lo imposible. Es cambiar los parámetros de lo que se considera posible”.
Diego Anchorena

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