José Luis Abarca y su esposa, sospechosos de haber instigado el secuestro y asesinato de 43 estudiantes. Foto divulgada por la Procaduría General de la República mexicana.

La fiscalía general mexicana informó que los 43 estudiantes desaparecidos fueron asesinados. Según comunicó el  fiscal Jesús Murillo Karam en una primera instancia fueron detenidos por la policía, luego entregados al crimen organizado para finalmente ser asesinados y quemados por sicarios.
En rueda de prensa Karam afirmó que capturaron a tres personas que confesaron ser autores del asesinato. Basándose en el relato de estos tres testimonios, explicó que los jóvenes fueron trasladados la noche del 26 de setiembre a un basurero de la localidad de Cocula (próxima a Iguala). Algunos ya habían llegado muertos por asfixia y una vez allí mataron al resto. Quemaron los cuerpos durante 14 horas y colocaron los restos calcinados en bolsas de basura que vaciaron en un río cercano.
Por otro lado, los padres de los estudiantes se niegan a creer esta versión hasta que no aparezcan pruebas o evidencias científicas. En otra conferencia de prensa Felipe de la Cruz, vocero de los padres, señaló:  “Con la seguridad de que están vivos podemos decirles a ustedes también que no vamos a descansar hasta encontrarlos”.
El fiscal aseguró que la investigación continúa abierta.  Hasta el momento no se han podido realizar pruebas de ADN porque solamente encontraron cenizas dentro de las bolsas de basura con una extrema calcinación de los restos.
Por este motivo pidió ayuda a laboratorios especializados en Austria para que realicen pruebas mitocondriales que permitan la identificación de dichos restos. Debido a las condiciones en las que se encuentran no se podrá explicitar una fecha para la entrega de resultados. “Estoy verdaderamente indignado, triste. Supongo que así estará la sociedad mexicana” expresó Karam.
Es la peor crisis que ha tenido que enfrentar el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, quieen por su parte aseguró que se hará justicia y que todos los responsables serán castigados. Las desapariciones han provocado diversas manifestaciones tanto en México como a nivel internacional.
El 26 de setiembre los estudiantes mexicanos desaparecieron tras ser perseguidos y atacados violentamente por policías municipales, según órdenes del ex alcalde de Iguala José Luis Abarca, con el fin de evitar que sabotearan un acto de su esposa María de los Ángeles Pineda.
Esa noche hubo un total de seis muertos y veinticinco heridos. Aunque todavía no se ha confirmado la responsabilidad de Albarca, permanece detenido por otros crímenes junto a su esposa. La pareja estaría presuntamente involucrada con los Guerreros Unidos, un cartel de la droga surgido en 2011..
Los estudiantes habían ocupado en Iguala varios omnibus con el objetivo de trasladarse a la capital mexicana donde participarían en la conmemoración de la masacre de Tlatelolco de 1968.
Carina Bóveda

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