La Unión Nacional de Ciegos del Uruguay (UNCU) es una organización sin fines de lucro, cuya meta es “reivindicar los derechos de las personas con discapacidad visual a nivel nacional, ya sea en lo cultural, en lo educativo o en lo laboral”, explicó Néstor Fernández, presidente de la UNCU a Sala de Redacción. Existen aproximadamente 4.700 personas ciegas y alrededor de 56.000 personas de baja visión, explicó Fernández, aunque aclaró que estos datos son según el último censo realizado en 2011.

El sistema de escritura y lectura braille es uno de los principales medios de comunicación que utilizan las personas con discapacidad visual profunda. El braille es un código de lectoescritura aplicable a cualquier idioma. Se considera una herramienta fundamental que, a través de la alfabetización, concede plena autonomía para leer y escribir. Asimismo, ayuda a personas con baja visión como complemento del código visual.

El sistema consiste en combinaciones de puntos que conforman un número generador. Está compuesto por seis puntos en relieve; dos números arriba, dos en el medio y dos abajo. La única forma de leer braille es por medio del tacto y existen dos formas de escribirlo. Fernández explicó que “en una máquina perkins se perfora de abajo hacia arriba y se escribe de izquierda a derecha. En una regleta se escribe de derecha a izquierda, se ejecuta por percusión con un puntero que traspasa el papel y cuando se invierte queda la lectura normal de izquierda a derecha”.

En Uruguay existe una única imprenta de braille que se encuentra en la Fundación Braille del Uruguay creada en 1978. Ofrece servicios y produce materiales adaptados para personas ciegas y de baja visión.

Iniciativas para personas con discapacidad visual

En nuestro país existen distintas propuestas que están implementadas por diferentes medios con el fin de lograr la integración y plena autonomía de las personas con discapacidad visual. En 2016 se aprobó un acuerdo internacional, llamado Tratado de Marrakech, para facilitar el acceso a textos literarios o artísticos para personas con discapacidad visual.

En este sentido, se creó el proyecto Biblioteca Digital y Accesible por estudiantes de la Universidad de la República en conjunto con la UNCU, lo que posibilitó la accesibilidad a textos de estudios. “El estudiante acude a la UNCU y allí se le brinda un código para que acceda a la plataforma de la Biblioteca”, explicó Fernández.

Otra iniciativa presente es la Ley 19.764 de rotulado de medicamentos, donde el primer artículo señala que tiene como objeto “garantizar el acceso a la información a las personas con discapacidad visual al momento de consumir medicamentos“.

En la actualidad, algunas empresas privadas cuentan con el servicio de menú en braille aunque no sea obligatorio. Según Fernández, la UNCU tiene “una impresora digital para producir materiales en braille y brindar el servicio a toda la sociedad a demanda”, entre otras cosas, las empresas privadas pueden solicitar sus menús en braille. En 2016 la legisladora por el Partido Colorado Valentina Rapela presentó un proyecto de ley sobre estos tipos de menús, pero éste no prosperó. Según Rapela su intención era que “una persona con discapacidad visual tenga la posibilidad de asistir a un restaurante sin la necesidad de ir acompañado”.

Las tecnologías de la información y comunicación (TIC) también facilitan el acceso a la información y circulación en medios digitales tales como las redes sociales, plataformas, aplicaciones y a través de aparatos electrónicos. Fernández manifestó que este sistema de aprendizaje se utiliza a diario y “una opción es la tecnología a través del audio; en cualquier computadora se instala un lector de pantalla que es gratuito”. El programa se llama NVDA y sintetiza toda la imagen en audio. Con respecto a los celulares, el presidente dijo que “todo sistema operativo Android tiene incorporado en sus celulares el sistema TalkBack que tiene el mismo funcionamiento”. Esto convierte a las TIC en una herramienta fundamental que complementa el braille.

Según el representante de la UNCU, “la ciudad completamente accesible nunca va existir, hay que adaptarse a lo que está”. “Lo que el Estado puede hacer es mejorarla para que sea un poco más accesible, pero eso sería con ordenanzas, por ejemplo prohibir a los locales que exhiban la mercadería afuera obstruyendo el paso. También si se controla el tránsito y no hay motos atravesadas en la vereda”, dijo. Además, Fernández señaló que la difusión de información sobre cómo ayudar a una persona con discapacidad visual es una gran necesidad, ya que “siempre” están necesitando ayuda.

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