Fernando Cáceres durante la conferencia de prensa del 9 de abril, en la Casa Rosada, en Buenos Aires. AFP PHOTO / Eitan ABRAMOVICH

El aumento del número de selecciones participantes, de 32 a 48, provocó un giro. Uruguay pensaba en una sede, ahora tendrá que aportar dos.

El secretario nacional de Deportes, Fernando Cáceres, afirmó a SdR que “no hay aprobación de la FIFA de nada, todavía no se abrió el proceso oficial de presentación de candidaturas y ni siquiera está el manual de condiciones necesarias para el mundial 2030”.

Más allá de los tiempos, los tres países ya comenzaron a trabajar pensando en la triple candidatura, principalmente porque tienen competidores avanzados a la hora de juzgar por infraestructura (China, Australia, Gran Bretaña). Por eso, se apuesta al trabajo a largo plazo y a apoyarse en el historial deportivo de la región.

El Estadio Centenario parece tener un lugar asegurado como escenario, pero debe ser remodelado, ya que no tiene las condiciones necesarias para abarcar un cotejo mundialista y menos aún si se piensa en él como escenario de la final.

Dos son las opciones que se manejan para que el Estadio Centenario adquiera las condiciones requeridas por FIFA: la primera es mantener todo lo que se pueda de su estructura actual, la segunda es mantener los espacios patrimoniales (torre de los homenajes, museo, etc.) y construir un estadio casi desde cero.

Cáceres expresó que si bien el Centenario es seguro, no se descartan opciones. “El segundo estadio puede que esté en Montevideo o puede que sea en el Interior”. La opción que corre con más fuerza es que se ubique en el Interior, y Maldonado y Colonia aparecen como los principales candidatos, principalmente por las condiciones de hotelería, gastronomía, transporte, conectividad y seguridad que ofrecen esos departamentos, según lo explicado por el secretario de deporte.

Para una sede en el Interior se debe hacer un estudio y ver cuál es la opción más adecuada”, dijo Cáceres, quien añadió que se tendría que analizar si es posible remodelar un estadio ya existente o buscar un nuevo espacio para construir uno desde cero.

Al ser consultado por las inmediaciones de los escenarios dijo que “sería un error pensar en una inversión solo para los estadios. Dentro de los proyectos se tiene que pensar en su entorno inmediato también”. Además agregó que se debe contemplar la ciudad donde se planean las obras.

Respecto al financiamiento de las obras que se requieren, Cáceres manifestó que se estudiarán tres caminos posibles. El primero es hacer una inversión 100 por ciento estatal, donde éste diseñe, financie, ejecute y gestione dichas obras, y realice acuerdos con instituciones como la AUF o la Intendencia de Montevideo, entre otras. El segundo trataría de una inversión mixta, donde el Estado participe en alguno de los ítems (diseño, financiación, ejecución o gestión), y del resto se encargue una asociación entre empresas privadas. Por último, un acuerdo 100 por ciento del ámbito privado, donde la totalidad de las obras sean responsabilidad de unidades de negocio privadas.

Gonzalo Escobal

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