Después de una sorpresiva primera temporada, Urupan se presenta en esta edición de la Liga Uruguaya de Basketball (LUB) con varias caras nuevas en el plantel. Mateo Sarni, es una de las tres fichas mayores que repiten en “La Verde”; con la 6 en la espalda es capitán del conjunto pandense y la temporada pasada fue el principal asistidor. Sin embargo, esto no es lo único a lo que dedica su tiempo: tanto el joven Sarni, como otros jugadores, dirigentes y cuerpo técnico intentan que el rol de Urupan en la comunidad de Pando exceda lo estrictamente deportivo. 

Además del equipo de primera división, Sarni es referente en Urupan Plateado, una iniciativa gratuita de basketball inclusivo que tiene lugar en el Club Social y Deportivo Urupan los sábados a las 14 horas, abierto a personas con cualquier tipo de discapacidad intelectual y al que asisten 14 jugadores. El proyecto sigue el modelo de Larrañaga Plateado, también encabezado por el base, donde se busca acercar el deporte a personas que no tienen la posibilidad de practicarlo. “La idea es replicar esa experiencia que está demás”, comentó Sarni a Sala de Redacción y destacó también que jugadores sub 23 del club se sumaron a colaborar: “está pasando lo mismo que en Larrañaga y es que todos estamos disfrutando de poder formar parte”, agregó. 

En su corta carrera Sarni ha sido entrevistado varias veces y si bien su juego ha evolucionado con cada temporada, la razón por la que ha llamado tanto la atención de la prensa es su frecuente vinculación con actividades donde combina acciones sociales solidarias con el deporte. Sarni entiende que debido al interés que genera en una sociedad como la uruguaya, el deporte “tiene un potencial muy grande de transformación o reproducción social, depende de cómo se lo encare”.

Por un lado, al ser una creación del hombre, el básquetbol “reproduce un montón de las lógicas de las sociedades” tales como la connotación masculina de algunos deportes: “vos ves una mesa de un canal deportivo y de cinco personas habrá cuatro hombres y una mujer”, señaló. En esta lógica, también afirmó que el deporte “es elitista”, y que él pudo alcanzar una carrera profesional porque sus padres “pudieron pagar la cuota del club donde vivía” y le “dieron la nutrición que necesitaba para hacerlo”, además de que no tuvo la necesidad de salir a buscar trabajo antes de cumplir 18 años. A su vez, Sarni dijo que en el deporte hay un reglamento que “se supone nos pone a todos iguales ante el deporte” y que por lo tanto “el que gana es el que tiene más mérito”; pero “podemos pensar que no es tan así”.

Por otro lado, cuando actividades deportivas como las de Urupan Plateado se llevan a la práctica es donde “está el verdadero enriquecimiento”, explicó Sarni y siguió con algunos cuestionamientos: “¿Qué está faltando? ¿Por qué tenemos que hacer esto nosotros?”. Aquí, aseguró el jugador, es donde se puede “atacar algo más profundo” y “generar otra forma de pensar, de entendernos y de vernos como sociedad”. Además el base también lleva a la práctica su discurso, destinando una parte de su salario a la contratación de un entrenador para el espacio de Urupan Plateado y la compra de materiales deportivos. Este punto fue una condición importante propuesta por el jugador al momento de firmar su renovación con el club previo a la temporada. Sarni comentó que después de su destacada actuación en la temporada pasada tuvo muy buenas ofertas de distintos equipos y sin embargo tomó la decisión de volver a representar al club de Pando.

El capitán aseguró que el año pasado el plantel sintió “una alegría y un agradecimiento muy grande” al representar a la ciudad por cómo la gente de Pando les hizo sentir su afecto, su interés y su compañía en todos los partidos. Explicó que “había un orgullo de ser el único equipo que no era de Montevideo” en la liga y afirmó que ver a los pandenses “felices de cómo Pando estaba representado era un motivo de compromiso para afrontar lo que hacíamos”. 

Sarni ha encontrado en Urupan una oportunidad para tomar protagonismo dentro de la cancha como nunca antes en su carrera, y un espacio donde puede involucrarse y trabajar en el perfil social que para él es muy importante. Además destacó la “actitud súper positiva” que siempre ha tenido el club con estas actividades, señalando que involucrarse con la comunidad y mantener el rol social del club es algo que los dirigentes han hecho desde siempre: “ya cuando se esfuerzan para poner el club en orden, para que brinde un servicio a la comunidad, ahí ya están ayudando a la gente”. 

De Pando

“Antiguamente la ciudad estaba dividida en los hinchas del Club Pando, de Urupan, los de Solís, etc.”, comentó en diálogo con Sala de Redacción Pablo Casanova, secretario de Urupan, y agregó que en los últimos años “la ciudad estaba en falta de algo que identifique a la gente de Pando y creo que Urupan se lo da”. Objetivo cumplido, se podría decir. Es que desde el comienzo de la nueva era post crisis financiera, el club se planteó resurgir a base de “recuperar el concepto de hincha, de la pasión y de la representatividad”. En esta dirección, el Club Urupan recurrió a lo “Social y Deportivo” de su nombre. 

Aunque muchos de los partidos de la Liga de Futsal de Pando se juegan en el gimnasio de Urupan, el club no disputa la competencia. Algunos años atrás se tomó la decisión de no seguir compitiendo en la liga para evitar competir al interior del pueblo. Casanova explicó que se buscó “trascender los colores” y que el club fuera cada vez más representativo. Debido a la tradición futbolística en la ciudad, el básquet fue desde un inicio concebido como pieza fundamental en esta nueva era del club ya que “era más fácil posicionarse como referente”, aseguró el secretario. Si bien el rol social es una cuestión muy importante, no se puede descuidar la esencialidad de los éxitos deportivos; después de todo, es más difícil simpatizar con un equipo que no ilusiona. En el plano deportivo, el objetivo que se trazó desde la directiva fue el de llegar a primera división¹ para el año 2024, cuando se cumpla el centenario del club; pero las expectativas fueron ampliamente superadas. La inversión en el básquetbol tuvo premio rápidamente con un meteórico ascenso de Urupan, pasando de disputar la Divisional Tercera de Ascenso en 2019 a debutar en la primera división en 2021, y consiguiendo levantar la copa del Torneo Metropolitano en el camino. 

Esta consagración, entienden desde el club, marcó un hito en la construcción de Urupan como insignia de Pando. El Metro 2020 fue, hasta la fecha, el único torneo de básquet transmitido en su totalidad por televisión: “eso logró que mucha gente nos viera y se sintiera identificada”, afirmó Casanova. Urupan logró convertirse en el primer equipo de Canelones en disputar la Liga Uruguaya de Basketball y en ganar un título profesional en esta disciplina, y lo hizo con un estilo propio de su idiosincrasia, con compromiso dentro y fuera de la cancha; para eso fue fundamental encontrar un entrenador que estuviera “aggiornado a las características del club, que sea buena gente, que le importa ganar y también cómo gana”, pero sobre todo que tuviera “ganas de trascender en el club”.

De todos

Donaciones. De sangre para el hospital en el primer año de pandemia. De tiempo para recibir y entregar ropa, electrodomésticos y colchones a familias damnificadas por inundaciones en Pando entre febrero y marzo de 2021. De aros, pelotas y materiales deportivos para la escuela 296 de Pando –en colaboración con el gremio de Basquetbolistas Uruguayos Asociados² (BUA)– en una instancia que incluyó una jornada de actividades con alumnos y, posteriormente, la instalación del aro y el acondicionamiento de una cancha al aire libre en el patio de la escuela. Estas fueron algunas de las actividades extradeportivas en las que se involucraron planteles pasados de Urupan, y que encuentran en su entrenador, Esteban Yaquinta, su principal impulsor.  

Previo al inicio de la temporada y en diálogo con Sala de Redacción, Yaquinta habló sobre sus primeros momentos en Urupan y admitió que no existía este fuerte vínculo entre club y ciudad: “al menos yo no lo sentí así”, dijo. “Nos fuimos acercando a la comunidad y de a poco nos empezamos a conocer”, afirmó y además agregó que el equipo comenzó a demostrar su compromiso también dentro de la cancha, lo que ayudó a fortalecer el vínculo: “había una mezcla de entrega y buen básquet que contagiaba a todos”, remató. Luego de la consagración como campeón en 2020³ recordó que hubo “una caravana increíble en la ciudad, la plaza estaba llena de gente”; en ese momento notó que “estábamos por buen camino” porque “era lo que queríamos, la unión de toda la comunidad detrás de un club”.

Antes de llegar a Pando, en 2019, Yaquinta estaba dirigiendo su cuarta temporada en Miramar, –su club–  a donde había vuelto después de distanciarse de la dirección técnica por un tiempo, y donde también impulsaba a los deportistas a vincularse con la comunidad, por ejemplo participando en ollas populares. “Yo siempre le digo a mis planteles que si fuéramos todos amateur igual (nos dedicaríamos a esto) porque amamos el básquet, nosotros tenemos el extra de que nos pagan”, contó el entrenador y añadió: “creo que hay que devolverle a toda la sociedad, y sobre todo a los más necesitados, ese premio que nos dan”. Además eso “le hace bien al deportista de élite” porque puede “ver realidades distintas a las que, de repente, está acostumbrado en la vida cotidiana”.  

Yaquinta siempre fue de nombrar a sus capitanes según los años de experiencia, sin embargo con 24 años y sin haberlo dirigido antes, le dio la capitanía a Sarni. A entender de Esteban, Mateo es quien mejor representa esta forma de entender el deporte. “Él está comprometido al 100%, siempre está haciendo y pensando cosas, creo que es un ejemplo para todos nosotros y una suerte tenerlo en el plantel”. Algo de suerte en la llegada de Sarni a Urupan hubo. En 2021 todavía era jugador de Aguada, donde desempeñaba la función de apoyo a jugadores de la talla de Bavosi y García Morales. Al equipo aguatero se le presentó la oportunidad de fichar a Matias Calfani, titular de la selección uruguaya y de destacado pasaje en Argentina, por lo que Sarni quedó como ficha sobrante. Esto abrió la chance de que Urupan apostara por él: según contó Casanova, “la primera vinculación fue como una apuesta deportiva para que el joven jugador pudiera dar el salto de calidad” y “luego empezamos a descubrir todo lo que iba en el paquete”. El secretario comparó los primeros diálogos con el jugador con conocer a una pareja: “desde el principio hubo un diálogo muy fácil, fue empezar a encontrar cosas en común” y aseguró que si bien tienen una relación de trabajo, hay “mucha confianza y mucha apuesta a que juntos podemos hacer las cosas bien”.

  1.  Desde la fundación de la DTA en 2003, sólo cinco equipos lograron ascensos consecutivos hacia la LUB: Montevideo (2008-2009), Guruyú Waston (2009-2010), Cordón (2014-2015), Peñarol (2018-2019), Olivol Mundial y Urupan (2019-2020).
  2. Único gremio de basquetbolistas en Uruguay. Está presidido por el jugador Leandro Taboada y Mateo Sarni es secretario.
  3.  Con ese título Yaquinta se convirtió en técnico bicampeón del Metro y consiguió su tercer ascenso consecutivo.
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