El  inusual frío polar que azotó el territorio nacional en agosto obligó a multiplicar la asistencia que brinda el MIDES a personas en situación de calle. Daniel Bonora, jefe técnico de  Pronósticos de Meteorología, explicó que la ola de frío polar fue un fenómeno poco habitual; la misma se caracterizó por la presencia de vientos muy fríos con sensaciones térmicas de 10 grados bajo cero, siendo el sábado 20 el día más gélido.
El viernes en Montevideo la jornada comenzó con muy bajas temperaturas, vientos fuertes, lluvia y sol. La mínima registrada fue de 1 grado bajo cero y una máxima de 10 grados; en cambio en el interior, más precisamente en Salto, se registraron las temperaturas máximas y mínimas con 3 grados bajo cero y 14 grados.
La situación de los indigentes se vio agravada con la llegada de la ola de frío polar.
Desde el año 2005 el MIDES (Ministerio de Desarrollo Social) desarrolla el Programa de Atención a Personas en Situación de Calles (PASC). Consiste en recorrer las calles y ubicar a los necesitados para llevarlos a los diferentes refugios. En éstos se les brinda la posibilidad de ducharse, cama, ropa, desayuno y cena.
Entre el 20 y el 21 de agosto el Mides albergó a 1.100 personas en Montevideo, que fueron convencidas por los funcionarios del programa para utilizar los refugios. En el interior quedaron unos 50 lugares libres.
El director de Refugios de MIDES, Sebastián Preira, declaró al diario La República que todo funcionó bien; informó que recorrieron las calles unas 20 personas divididos en 9 equipos, que contaron con médicos, psiquiatras y asistentes sociales.
Debido a la alerta naranja anunciada, se han duplicado las recorridas de éstos grupos en busca de indigentes. Asimismo se inauguraron dos nuevos refugios, uno ubicado en el ex edificio de Oncología y otro en Las Piedras.
En Montevideo, desde julio hasta la fecha, el MIDES creó 300 cupos nuevos en los 26 refugios. Son 1.400 los cupos cama en refugios del MIDES. Pereira declaró que “se nota que prácticamente ya no hay gente durmiendo en las calles, se nota un marcado descenso de estos casos”.
En cuanto a los traslados compulsivos de gente que se rehúsa a ir a estos refugios, Pereira expresó: “Desde julio a la fecha tuvimos unos 8 casos de internamientos compulsivos, solo dos de ellos fueron complicados porque se trata de personas con patología psiquiátrica”.
Ignacio Montaldo

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