Carlos Muñoz. Foto: SdR

Cansado de tener que salir de su casa los fines de semana, dejar un asado, perderse momentos con su familia, luego de 46 años, Carlos Muñoz “colgó” el micrófono. “Es como cuando al jugador de fútbol le cuesta agarrar el bolso para ir a entrenar: a mí me estaba costando mucho salir de casa para ir a transmitir un partido”.
-¿Creés que dejaste un legado?
-Por lo que me escriben un montón de gurises, me da la sensación de que sí. Quedaron cosas que las han tomado muchos, es muy lindo, me llena de orgullo.
-¿Siempre te gustó el relato?
-De chico relataba cuando me bañaba, cuando jugaba en la calle al fútbol, transmitía el partido para mí. Después vino todo lo demás, pero lo que siempre me gustó era el relato de fútbol. Relaté pensando en que la persona que escucha no está mirando, está internada en el hospital, está presa, va en un bondi, va en un taxi o está en el campo. Yo relato para esa gente. Tengo que trasladar esa emoción para que se sienta que está en el estadio. Ahí está: eso es relatar.
-¿Cómo fue tu primer relato?
-Tenía un susto bárbaro, fue en 1973. Peñarol vs Fénix en el Franzini por un campeonato especial, tipo preparación, como se hacía antes. La selección estaba jugando las eliminatorias para el campeonato del mundo 1974 contra Ecuador y Colombia. Víctor Hugo (Morales), que era el relator principal de Radio Ariel, viajó para hacer esos partidos y yo que era el suplente, relaté ese partido en el Franzini que ganó Peñarol 1 a 0.
-¿El primer Mundial que relataste fue el de 1978?
-Sí, transmití ese mundial para Canal 4, Radio Oriental y para la pantalla gigante que había en el Cilindro. Fue el campeonato que ganó Argentina en su país, al que Uruguay tendría que haber ido pero lamentablemente no concurrió. Ese fue el primero; con el de Rusia completé 11 mundiales relatados.
-¿Cómo fue relatar boxeo? ¿Y relatar Muhammad Alí vs Alfredo Evangelista?
-Transmitía boxeo cuando había eventos en el Palacio Peñarol. Relaté boxeo con Leopoldo Gradin y José Laurino. Cuando estaba en Radio Oriental, Víctor Hugo quiso que vaya a transmitir la pelea de Evangelista (uruguayo) contra Rudie Lubbers, el campeón holandés, por el título europeo. Transmití esa pelea donde ganó Evangelista y después me mandaron a hacer la pelea con Muhammad Alí y también contra Larry Holmes. Fue un sueño, tener al hombre al lado era brutal. Aquella pelea con Alí fue impresionante, cómo le faltó el respeto Evangelista al mejor de todos los tiempos. Transmitir esa pelea al lado de los protagonistas fue espectacular, tener ahí arriba al que para mí fue por lejos el mejor, fue increíble. Con Alfredo (Evangelista) hice una gran amistad, muy linda, cuando vino el año pasado a Uruguay estuvo conmigo. Un tipo muy querible, muy de su familia. Tanto es así que cuando estaba bien fue a buscar a su padre a Panamá -lo había abandonado de chico- y se lo llevó a vivir a España con él.




Carlos Muñoz en Deporte Total




-¿Cómo surgió la idea de hacer Deporte Total?
-Siempre quise hacer un programa deportivo, y una de las razones por las cuales me fui de Canal 4 -porque yo renuncié, no me fui del 4 al 5 porque sí- fue por eso. Pedí para hacer un programa deportivo y me decían que no. Trajeron a Estadio 1 y en ese momento yo les firmé la renuncia en blanco, no por tener algo en contra de otros programas, sino porque me decían que el canal no hacía deportes y luego traían un programa deportivo. Hice el programa que quería, con el nombre que yo tenía. Después se le fueron agregando cosas, pero es un hijo criado a mi antojo. Los domingos de mañana en los canales uruguayos había dibujos animados. Deporte Total le cambio los domingos de mañana a la gente, no es lo mismo aquella mesa polémica donde nos peleábamos en serio que el programa que hay hoy en día (se refiere a Punto Penal). Con todo respeto lo digo, son cosas totalmente diferentes.
-¿Qué significó Deporte Total?
-Fue mi cuarto hijo: Diego, Natalia, María Eugenia y Deporte Total. Muchas generaciones se criaron mirándolo. El otro día Rafa Cotelo me decía: “vos dejás el periodismo y a mí se me va parte de mi niñez, yo me crié escuchándote y viéndote”. Puse un tuit diciendo que me iba y tuvo en menos de dos días más de 5 mil “me gusta” y lo vieron 330 mil personas, una barbaridad. Esas son las cosas que te reconfortan. Lo quisieron matar pero no pudieron, porque las cosas que quedan en la memoria de la gente no las van a matar nunca. Yo voy por la calle y paro en un semáforo y me gritan: “¡Carlitos, ¿cuando vuelve Deporte Total?!” Es así, es un hijo.
-¿Qué podés decir de los 20 años que estuviste en Radio Carve y Canal 10?
-Fueron los mejores años en el periodismo, por lejos. Fue lo que tuvo más repercusión, me llevé Deporte Total desde Canal 5 a Canal 10 y lo disfruté mucho tiempo en esos años. Pero el último año fue conflictivo, me faltaron el respeto. Cuando me curé del cáncer y volví, me comunicaron que iba a salir al aire un minuto los lunes y un minuto los viernes. Pregunté el porqué y me dijeron que era decisión de ellos, entonces sentí que ya no había respeto y terminé yéndome con un acuerdo económico. No quise hacerles un juicio, pero hablando con mi abogado tiempo después me dijo que si lo hacía, lo ganaba. Yo duermo tranquilo, no sé si ellos pueden decir lo mismo.
-¿No podías llegar a un acuerdo para permanecer en Radio Carve e irte solamente de Canal 10?
-Era imposible, son la misma empresa. Los mejores años de mi vida fueron en ese lugar. Salir de ahí fue algo que dolió mucho, pero la vida tiene eso. Hay que aprender que la vida te da golpes y uno se tiene que levantar y caminar de nuevo. Transmití en FM del Plata y FM del Sol hasta 2008, y ahí me quedé sin trabajo. Entonces fui a trabajar a Palermo Rentacar y a dar clases en el IPEP (Instituto Profesional de Enseñanza Periodística). Tenía que darle de comer a mi hija. Todo esto sucedió hasta que me llegó lo de ESPN.
-¿Por qué saliste de Tenfield en 2006?
-Estaba en Tenfield desde que se creó y salió Pasión. Ellos acordaron con los canales privados que vaya una persona por Canal 4, que fue (Máximo) Goñi, otro por Canal 5, que decidieron que sea yo, y por último Alberto Kesman por Canal 12. Cuando en 2006 amenazaron a mi hijo (Diego), le dijeron que lo iban a matar y muchas cosas más, les firmé la renuncia, dije “me voy a la mierda”. No podía laburar con gente que amenazaba a mi hijo.
-¿Crees que Tenfield tuvo algo que ver con que te hayas quedado sin trabajo?
-Empujaron. Radio Carve y Canal 10 eran aliados de Tenfield, a las pruebas hay que remitirse. ¿Quiénes fueron al Mundial de Rusia por Canal 10? Todos los de Tenfield, excepto Goñi y Kesman, que fueron por sus respectivas radios. Pero ya está, que sean felices. Como siempre digo, yo duermo en paz.
-¿Cómo fueron esos años sin trabajar?
-Muy duros, no se los deseo a nadie. Había que apechugar y apechugamos, había una niña que en esa época tenía 7 años, que cuando tuve cáncer tenía 2, debía sobreponerme a eso porque María Eugenia me precisaba. Más que Diego y Natalia, que ya eran grandes, tenía que bancar a María Eugenia.
-¿Cómo surgió lo de trabajar en ESPN?
-Crucé en barco a Buenos Aires y fui a hablar con Víctor Hugo y con Enrique Sacco, que era el director de ESPN Radio. Fui en setiembre de 2009 y no me contestaba, entonces en noviembre le mandé un mail, diciéndole que por favor entendiera, que no me hiciera pasar las fiestas con una incertidumbre brutal. Me contestó el 24 de diciembre de mañana, decía: “esta noche festejá, sos hombre de ESPN, después te escribo”. A los dos o tres días me dijo que fuera a José Ignacio a ver al director para América Latina de ESPN, que tiene casa allí. El 14 de enero crucé a Buenos Aires y en el momento que pisé suelo argentino, me llama mi yerno para decirme que había nacido mi nieto. Así que Manuel vino con un pan y un laburo debajo del brazo, ¡y qué laburo!






El penal del Loco Abreu contra Ghana en el Mundial 2010. AFP PHOTO / PEDRO UGARTE






-¿El de 2010 fue el Mundial más emotivo para relatar?
-Fue muy emotivo, pero para mí fue más emotivo el ‘Uruguay vs Portugal’ del Mundial de Rusia, más que nada porque yo sabía que era el último que iba a relatar. De 2010, el partido contra Ghana es el que me sacudió más, no hay nada que me mueva más, escuchar ese gol me pone la piel de gallo. El gol de (Sebastián “Loco”) Abreu tuvo un millón de visitas en tres días en YouTube, fue impresionante. Fue mágico, yo ya sabía que lo iba a picar. Yo en el relato digo: “habitualmente la pica y a mí me da un ataque al corazón”. En un homenaje que me hicieron en Sonríe, te estamos grabando, Abreu dijo que todas las fechas, año a año, escuchan en su casa ese gol relatado por mí.
-¿Qué significa Goes en tu vida?
-Goes es un sentimiento, un amor muy profundo. Ese amor me llevó a ser presidente del club en dos oportunidades. Ahora soy muy allegado, voy a todos los partidos. Es un sentimiento muy arraigado. Lo único que puede sacarme o hacerme calentar es Goes en un partido de básquet.
-¿Qué opinión te merece lo ocurrido en torno a la reciente intervención de la AUF por la FIFA?
-Lastimoso. La dirigencia tiró y tiró hasta que la piola se rompió. No puede ser que estén estudiando un estatuto durante 6 años, tirando la pelota para adelante. ¿Qué se piensan? ¿Que en la FIFA son tarados, bobos? Ya les anunciaron: “miren que si no votan el estatuto sancionamos a todo el fútbol uruguayo, chau Copa Libertadores, Copa Sudamericana, Mundial”. Esa es la clase de dirigentes que tenemos. Echamos a (Sebastián) Bauzá, el único honesto de toda la Confederación Sudamericana. Lo echamos porque le estaba sacando cosas a la empresa (Tenfield). Es como el nene dueño de la pelota, cuando se enoja se va y se termina el espectáculo, así era Tenfield. Bauzá le empezó a sacar cosas, a recuperar cosas para el fútbol uruguayo y por eso lo echamos. La camiseta de Uruguay no era de Uruguay, era de Tenfield. La gloriosa celeste era de ellos, no de nosotros. Una vergüenza. Los dirigentes han hecho todo mal, han hecho los deberes para que la FIFA venga y los intervenga.
-¿Qué ganan los dirigentes haciéndole este mal al fútbol?
-Tienen su chacrita. Hay dirigentes que utilizan el fútbol como modo de vida. Hay muchos que están vinculados, porque la empresa les da dinero cuando precisan para empezar el campeonato, a cambio de levantar la mano en las asambleas. ¿Entonces por qué no querían el estatuto nuevo? Porque hace que el Comité Ejecutivo pase de ser conformado por cinco personas a ocho. Aparte la asamblea, que era de 16 clubes, ahora va a ser una junta directiva con más de 30 votos. OFI (Organización de Fútbol del Interior) suma más votos, la “B” suma más votos. Entonces los clubes y Tenfield pierden poder. Ahora va a tener que ir a hablar con la Segunda División, con OFI, porque con los clubes que tiene no le va alcanzar para lograr lo que quiere. Lo que es más triste es que la gente piensa que todos los dirigentes son así, pero son algunos, los menos. Porque hay dirigentes muy buenos, pero los menos le hacen daño al resto. Es la verdad.
-Ese es el panorama que vieron los jugadores…
-Los jugadores hicieron el trabajo que deberían haber hecho los dirigentes. Cansados, le usaron su imagen sin respetar sus derechos, una plata que nunca se la pagaban. La Mutual de (Enrique) Saravia respondía absolutamente por la empresa, en lugar de defender a los jugadores. Tenían todo tomado. Gracias a los jugadores ahora la cosa cambió. ¿Podés creer que traigan una oferta de Nike por 25 millones y que nueve tipos voten por una de 4 millones diciendo que era mejor? No cabe en la cabeza de nadie.
-¿Cómo tomaste la decisión de dejar el relato?
-Fue muy meditada. Me tenía cansado tener que salir de Solymar los domingos, dejar un asado, una comida en casa, tener que comer siempre antes, venir a un partido a las 10 de la noche y volver a casa a la 1 de la mañana. Es como cuando al jugador de fútbol le cuesta agarrar el bolso para ir a entrenar, se da cuenta que tiene que ir dejando. A mí me costaba salir de casa, me costaba mucho. Entonces lo pensé bien, lo hablé con mis hijos, con mi mujer y resolví que después del Mundial, dejaba. Me quedé 25 días paseando en Barcelona con mi señora y dije “ya está”. Eso está resuelto.
-Después de 46 años, ¿mirás para atrás y decís “estoy conforme”?
-Muy conforme, lo haría otra vez. Quizás sin delegar tanto, sobre todo en la época de Carve. Delegué en gente que no lo merecía, pero haría exactamente lo mismo. No me arrepiento de nada y estoy muy conforme con lo que logré en estos años. Los momentos que vivo con mi familia son impagables.
Guillermo Corbo /Gonzalo Escobal

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