El debut tan esperado por Thiago, su familia y los hinchas de Nacional fue el sábado 17 de agosto en el Gran Parque Central (GPC) contra River Plate, tras la lesión del capitán Gonzalo Bergessio. “Siempre soñé con debutar en el GPC y tener la posibilidad de hacer un gol contra la (tribuna) Abdón Porte; son cosas que al hincha y a mí me generan muchas cosas” contó, en diálogo con Sala de Redacción. La alegría no fue completa porque Nacional iba perdiendo 1 a 0. “Me hubiese gustado festejarlo más, hasta había pensado el festejo, pero se dio de esa manera y lo que me salió en ese momento fue ir a buscar la pelota, darle un beso al escudo como siempre lo hago y saludar a mi familia”. El partido se reanudó, pero Nacional no pudo darlo vuelta y terminó 1 a 1.

Al momento de jugar, Thiago no estaba nervioso: “hice el gol y quería que cayera otra oportunidad para meterla de nuevo”, contó. Le costó darse cuenta de lo que estaba viviendo y recién cayó cuando terminó el partido: su familia lo estaba esperando para saludarlo, vio mensajes que había recibido y al llegar a su casa se puso a ver el gol. “Esa noche me costó dormir, y después de un rato caí en que se dio lo que tanto había soñado”, expresó.

Según Thiago, Álvaro Gutiérrez es un técnico muy motivador, frontal y con ideas claras: “es un técnico ganador, cuando se fue lo hizo siendo campeón”. Después del debut, Gutiérrez lo felicitó, “me dijo que siguiera igual”, enunció.

Oportunidades

Hacía un año que la hinchada tricolor pedía que se le diera la oportunidad de jugar en primera, y se especulaba acerca de por qué no ocurría. Thiago dice respetar la decisión de cada técnico, piensa que no es que tengan algo contra un jugador en particular, sino que cada uno tiene sus preferencias. “A veces por más que hagas las cosas bien no te toca jugar y no es que el técnico tenga algo contra vos ni mucho menos, simplemente no entrás en los planes de él”. Más allá de su voluntad de entrenar para ser más competitivo, dice que el apoyo de la gente lo motivó para seguir preparándose: “tenía que demostrar por qué la gente me pedía”, expresó.

Cuando comenzó el año formaba parte de plantel de primera y me bajaron a tercera”,contó Thiago. Tuvo la posibilidad de ir a jugar a préstamo a otro cuadro y lo consideró. “Ya estoy grande”, dijo, señalando que “tenía ganas de jugar en primera”. En algunos casos no le convencieron las propuestas y en otros el club no quiso dejarlo ir. “Yo estaba  dudando, si andar bien en tercera y tener la posibilidad que tengo ahora de estar en el plantel y jugar, o irme y hacer goles en otro lado para tener después la posibilidad acá”. Se dejó llevar por el sueño de debutar en la primera de Nacional en el GPC: “me movió más lo sentimental y me quedé a esperar mi oportunidad”, explicó.

Carrera

Thiago nació y se crio en Jacinto Vera. Empezó a jugar al fútbol a los cuatro años. “Elegí la pelota, además siempre estuve relacionado al ambiente del fútbol por mi padre” el Carita Vecino, relató. Su primer equipo en el Baby fútbol fue Covicenova, un cuadro del Cerro de Montevideo.

Con nueve años llegó a Nacional; jugó los torneos de la Asociación Uruguaya de Fútbol Infantil (AUFI) hasta los 13 años. Luego arrancó las formativas desde séptima hasta debutar en la primera: “desde chiquito elegí ponerme la camiseta de Nacional”, remarcó y, al crecer, confirmó que era el cuadro de sus amores.

El primer técnico que tuvo en el club fue Eduardo Da Silva, “fue el que me convenció de que jugara en Nacional”. Después tuvo otros como Rudy Rodríguez, Dardo Pérez, Alberto Bica, Tabaré Alonso y Martin Ligüera.

Uno de los que más lo marcó fue Rudy Rodríguez que fue su técnico en séptima: “yo era muy chico pero intentó pulir mis condiciones y me estimuló a que mejorara otras”. Rodríguez vio todo su proceso de formación y volvió a dirigirlo en cuarta, “ese fue mi mejor año en juveniles”  tanto a nivel personal como colectivo porque su equipo salió campeón y accedió a la Copa Libertadores Sub-20 “fue el año que hice más goles”, detalló; valoró que Rodríguez hacía que el equipo funcionara “en base a mis condiciones y que yo funcionara de acuerdo a lo que él pensaba”.

El otro técnico que lo marcó fue Martín Ligüera, quien se retiró como jugador y asumió como técnico en la tercera. Antes de ser dirigido por él, Thiago y Ligüera habían sido compañeros en una pretemporada. “Tuve momentos muy buenos con Martín, la relación fue diferente porque él todavía se sentía jugador” dijo. Thiago marcó alrededor de 160 goles en formativas y participó en cinco pretemporadas con el plantel de primera, a donde fue convocado por primera vez por Martín Lasarte.

La carrera de futbolista implica ciertos sacrificios. Thiago considera que hay que enfocarse en el fútbol, en ser profesional: “si querés hacerlo bien hay cosas que no podés hacer, como salir los fines de semana, o cuando sos más chico el no poder ir a un cumpleaños de 15 porque tenés partido al otro día. También es complicado tomarte vacaciones, porque cuando otros pueden, vos no podés”. Si bien la carrera tiene esos contras “también tiene muchas satisfacciones”, evaluó.

El apoyo familiar es muy importante para él, y allí engloba a sus padres, su hermana, su sobrina y su novia: “yo puedo hablar y compartir todo con ellos, además de apoyarme me generan mucha confianza”.

Libertadores y selección

La Copa Libertadores Sub-20 con Nacional es el título más importante que ha obtenido en su carrera. “Todo el grupo coincide que se dio de una forma muy especial, desde el día a día, la convivencia, fue un grupo muy lindo”; el mismo plantel ganó del Campeonato Uruguayo. “El momento de ganar la copa fue algo soñado, que se disfrutó mucho en su momento y sigue quedando en el recuerdo”. El sueño máximo de Thiago es ganar la Libertadores con la primera “hace mucho no se hace, sería algo único”, relató.

También formó parte de la selección sub 18 y sub 20. Recuerda que disfrutaba mucho de ir al Complejo Celeste: “te genera una sensación distinta, estás donde entrenan las selecciones. Me quedo con el aire que se respira ahí adentro, la paz, los valores que se inculcan, que le hacen muy bien al fútbol y a todos lo que puedan representar al país”. En algún momento quisiera volver a formar parte de la selección.

Diferencias y referencias

Para Thiago, la diferencia de jugar en tercera y en primera se da principalmente por lo físico y el cuerpo a cuerpo. “Te tenés que preparar más porque hay otros con más experiencia que juegan con otras armas que adquirieron a lo largo de los años”, transmitió.

Considera que en primera hay más espacios para jugar porque en juveniles el juego es más friccionado. Otra diferencia es la gente alentando porque “al haber tanto público, el ambiente cambia”.

De los cientos de goles que ha hecho, Thiago destaca dos: uno es el que convirtió en primera en el GPC. El otro es el tercer gol que convirtió ante Peñarol en octubre de 2018 jugando con la tercera: “a partir de ese gol se generó una expectativa”, recuerda; en el segundo tiempo salió a la cancha buscando el hat trick, y el hecho de haberlo convertido en los primeros minutos de juego lo “hizo sentir en el aire”.

Los clásicos de tercera los ha vivido con mucha confianza “tuve la suerte de hacer bastantes goles y son más especiales”. La semana clásica la vive de manera especial “no pienso en otra cosa que no sea el partido, llego de la práctica y me encierro en mi casa, me cuido más de lo común con las comidas, y me mentalizo mucho”.

Tiene muchas esperanzas de poder disputar su primer clásico con el plantel principal el 1° de setiembre.

Se considera un 9 de área que le gusta salir a darle opciones de pase a sus compañeros, le gusta el juego aéreo y encontrar espacios en el área: “lograr la definición y cada vez que tengo la pelota, buscar el arco”.

El Thiago fuera de las canchas es muy tranquilo, le gusta hacer las cosas con tiempo y calma, llegar de las prácticas y dormir un rato: “soy más casero, me gusta tomar mate con mis padres”, cuenta. A veces visita a algún amigo para jugar al play.

Su jugador referente en Nacional es Gonzalo Bergessio, “me encantaría jugar con él, me ayudaría a mejorar mucho y a aprender”, revela.

Fuera del club le gustan varios jugadores. Luis Suarez “es un espejo por ser uruguayo y haber jugado en Nacional”; considera que es el mejor 9 del mundo y le gustaría poder jugar con él. También le gustan las características de Paolo Guerreo y Robert Lewandowski, “siempre busco jugadores de mi posición para de todos sacar un poco e intentar algo de lo que hacen ellos”.  En algún momento de su carrera le gustaría jugar en el Barcelona o en la Juventus.

Lesión y proyección
Todo se perfilaba para que Thiago fuera nuevamente titular, esta vez junto a su referente, Bergessio, en el partido que Nacional enfrentó el domingo contra Juventud de las Piedras. Pero el viernes había practicado diferenciado por una molestia en el posterior y había hecho fisioterapia para ayudar a que la lesión se le fuera más rápido, pero igual quedó descartado.

En diciembre se le termina el contrato con el club, pero está en sus planes quedarse y seguir jugando en el cuadro que tanto ama.

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