“Hay que pensar la comunicación en clave de políticas públicas”, planteó Rodrigo Arim, rector de la Universidad de la República (Udelar), en la apertura del foro Aportes de la información y la comunicación para pensar la pandemia, organizado el viernes por la Facultad de Información y Comunicación (FIC) de la Udelar. En esa instancia, el rector aseguró que los individuos deben reflexionar sobre los mejores canales de comunicación y que estos sean “profesionales, adecuados y académicamente fundados”. En la misma línea, destacó la importancia de la comunicación para enviar y decodificar mensajes transparentes, que sean entendidos por toda la población. Aún en contexto de pandemia, “una de las virtudes que tuvo el país es la capacidad de escuchar el conocimiento científico”, afirmó el rector.
Por su parte, Rafael Radi, coordinador del Grupo Asesor Científico Honorario (GACH) y docente de la Udelar, sostuvo que la pandemia de covid-19 no va a recorrer un camino corto, “pero se va a definir en cuánta comunicación de calidad podemos brindar a la población y en cuánto ésta responde”. Radi aseguró que tanto los científicos como la sociedad tuvieron que familiarizarse con “lenguajes de la pandemia” y afirmó que entender estos asuntos “es un tema de la comunicación”. Según Radi, “es importante saber lo que se sabe y lo que no. No todos los abordajes son fértiles para entender qué es una pandemia y no todos son efectivos para abordarla”, dijo en referencia a que la comunicación y la ciencia se vuelven centrales en esta situación. “La velocidad de los sucesos ha sido rápida y se han generado informaciones que no están curadas o son poco consensuadas. Esto genera alarmas a la hora de comunicar a la sociedad”, afirmó el coordinador del GACH.
En otro orden, Radi mencionó dos problemas “gigantes” que se presentan en la pandemia y deben ser mitigados por la comunicación: el “apriorismo” y la posverdad. Según explicó, el primer término se refiere a un método empleado en el pensamiento que se fundamenta “en ideas preconcebidas, que prescinde de los datos y hechos de la experiencia”. Para Radi, la posverdad es “la distorsión deliberada de la realidad en los hechos objetivos, que empiezan a tener menos influencia que las apreciaciones personales, las creencias y emociones, y a través de ellos se influye en las opiniones públicas y en los comportamientos sociales”.
Las personas buscan que todo lo relacionado a la pandemia sea blanco o negro, cuando “una epidemia es un degradé de grises todo el tiempo”, sostuvo Radi. Igualmente, la sociedad se vio desafiada por la comunicación en la pandemia, en particular al abordar la incertidumbre, el nivel de certeza y de calidad de la información, lo que lleva a que el cerebro tenga inconvenientes para entender ciertos fenómenos.
Por otro lado, la decana de la FIC, Gladys Ceretta, aseguró que desde la institución educativa se ha trabajado de manera dinámica, con presencia de distintas áreas de conocimiento, ya que “las diferentes miradas colectivas construyen los distintos procesos”. En particular, contó que desde las áreas de conocimiento de la facultad se hizo un listado de “materiales recreativos pensando en los procesos de comunicación y al individuo en contexto social”.
Una mirada profesional
Patricia Schroeder, asesora en comunicación del Ministerio de Salud Pública (MSP), planteó que el concepto de infodemia consiste en el “exceso de información sobre un tema sin una solución cierta” y es un fenómeno generado por la incertidumbre, ya que la vida está condicionada por la pandemia. Por lo tanto, valoró que la comunicación debe identificar la amenaza real y enfocarse en hacer llegar la información a todo el público, contando que no todos tienen la misma percepción de riesgo. En la misma línea, explicó que la Organización Mundial de la Salud tiene principios fundamentales de una comunicación estratégica, que debe ser “accesible, factible, pertinente, creíble, fácil de entender y a tiempo”. “Esto último es súper importante, porque hay que hacer un monitoreo de los cambios de la situación epidemiológica”, afirmó la asesora de MSP.
La periodista de TV Ciudad Pilar Teijeiro contó que a causa de la pandemia todos los periodistas se vieron enfrentados a situaciones desafiantes, “sin tener especialización en periodismo científico”. Asimismo, la periodista expresó que actualmente es difícil hablar de temas que no se vinculen con la covid-19, pero que no se pueden dejar de lado. Además, Teijeiro señaló que “es fundamental que el Estado produzca y publique los datos accesibles. En la diaria nos parece difícil acceder a la información desagregada, pero si lo hacemos nos permite entender cómo sigue la pandemia, en qué se gasta y después de transmitir la información”. Al respecto, Radi aseguró que “el acceso y la velocidad de acceso a la información son temas que hay que corregir de acá en el futuro. El grupo de datos y modelos [del GACH] sufrió mucho en este proceso, porque hay temas que necesitamos y están dentro del marco de la confidencialidad”.
Por su parte, Daniela Hirschfeld, periodista científica y comunicadora del Instituto Pasteur de Montevideo, relató cómo la cuenta social de Twitter del centro de investigación tuvo mayor relevancia en la pandemia, lo que se reflejó en un seguidores. Según valoró, ello se debe a que la población se empezó a interesar por la comunicación de la ciencia y comenzó a acercarse a ciertos lugares para informarse. “La información científica se potenció por la pandemia, pero también generó desinformación”, expresó Hirschfeld, que sostuvo la idea de que los periodistas que cubren temas de información general deben especializarse en otras áreas.
Desde lo académico
El docente de la FIC Gerardo Albistur abrió su presentación mostrando una propaganda de televisión desarrollada por Presidencia de la República, que apunta a concientizar a la población de las medidas adecuadas para prevenir la covid-19. Al respecto, planteó que el mensaje oficial no es el único que circula y que también están los medios de comunicación y la experiencia de los individuos, por la que su percepción se va modificando. “Hay que empezar a desterrar si el gobierno comunica bien o mal”, como si hubiera una fórmula correcta para comunicar, expresó. Para Albistur, la población puede recibir “ciertos mensajes y comportamientos que apuntan a una baja percepción del riesgo, lo que puede ser contradictorio con el riesgo real, pero no refiere a cómo se ha llevado adelante la comunicación en este aspecto”, aseguró Albistur.
Por otra parte, la docente de la FIC y directora de La Diaria, Natalia Uval, opinó que al hablar de periodismo especializado debe considerarse el modelo de financiamiento de los medios. “No tenemos periodismo especializado porque no tenemos los recursos”, completó. Por su parte, mencionó los resultados de un informe del Instituto Reuters que concluyó que los medios tradicionales se volvieron más centrales para acceder a la información durante la pandemia y que “la gente confía mucho más en ellos que en las redes sociales”. Además, el informe destacó que “las personas siguen confiando más en los científicos y en autoridades de la salud, y menos en los políticos”.
Uval sostuvo que es importante cubrir temas como el suicidio, la situación de los niños y la salud mental. En paralelo, relató cómo el trabajo de los periodistas se vio modificado por la pandemia, que generó más “periodistas de escritorio”, que no salen a la calle y están frente a una computadora. “Eso tiene impacto en la forma en que cubrimos los temas”, dijo. A su vez, habló de que se ha calificado de “traidores a la patria” a periodistas que presentan notas de la pandemia con un análisis crítico y lamentó que “se generen ataques personales que llevan a la autocensura”.
La también docente del Instituto de Comunicación de la FIC Leticia Lorier narró una iniciativa de inclusión que se desarrolló en 2020 para el acceso a la información en el contexto de covid-19, en el que trabajaron integrantes de distintos servicios de la Udelar. El proyecto consistió en la generación de materiales accesibles para distintas poblaciones, por lo que se realizaron audiovisuales en lengua de señas uruguaya, subtitulados y con locución, además de contenidos gráficos y sonoros de lectura sencilla. Lorier contó que surgió “como forma de recoger la demanda de organizaciones civiles en Uruguay y también del señalamiento de organismos internacionales sobre la falta de contenidos accesibles, que dejan a muchos grupos poblacionales en mayores riesgo de contraer el virus”. Los recursos comunicacionales pueden encontrarse en la sección Accesibilidad y covid-19 del portal web del Servicio Central de Extensión y Actividades en el Medio de la Udelar.
Por otro lado, el bibliotecólogo e integrante del grupo de Alfabetización en información y competencias lectoras de la FIC, Javier Canzani, habló del portal Timbó, donde se puede acceder a información de calidad científica y sobre el que se dará un recorte que repercutirá en el acceso a dicha información. Para Canzani, se debe brindar a la comunidad la mayor cantidad de información científica posible y al respecto habló de la generación de una “ciencia abierta”.