Desde julio de 2024 el histórico club de Pocitos se encuentra imposibilitado de utilizar su gimnasio principal para jugar partidos oficiales y llevar a cabo las prácticas de básquetbol en la noche. Esta inhabilitación lo obligó a abandonar el Metro -segunda división de básquet- para la temporada 2025, lo cual produjo su descenso a la Divisional Tercera de Ascenso (DTA), categoría en la cual deberá jugar en 2026.
La Intendencia de Montevideo tomó esta medida tras una denuncia de los vecinos por ruidos molestos, que juntaron 70 firmas para hacer efectivo el reclamo.
Quienes se encargan de proceder en una situación de este tipo son los funcionarios del Servicio de Instalaciones Mecánicas y Eléctricas (SIME), que depende de la Gerencia de Gestión Ambiental, perteneciente al Departamento de Desarrollo Ambiental. El SIME realiza la medición de decibeles para confirmar que el centro deportivo o cultural supera los 45 dB entre las 7.00 y las 22.00, y los 39 dB entre las 22.00 y las 7.00. Tal y como se indica en su página web, los posibles causantes de ruidos molestos “podrán funcionar siempre que tengan la aislación o disposición adecuada para no turbar el reposo o la tranquilidad de los vecinos”, pero no es el caso de Bohemios.
Daniel Arbulo, director de la Defensoría de Vecinos y Vecinas de Montevideo -ente mediador entre los vecinos y el club-, explicó a Sala de Redacción que antes de llegar a la Defensoría se debe acudir a la intendencia y luego al municipio. Si no resulta, “empezamos a accionar, ya sea en clave de mediación, ya sea de asegurarnos que efectivamente la intendencia cumplió con algunos procedimientos y por tanto respaldó el derecho de la persona que reclamó”, declaró.
Arbulo expresó que las denuncias por ruidos molestos son el primer reclamo que aparece en la convivencia entre vecinos y es “una exigencia permanente”. Sobre el caso del Club Bohemios, confirmó que se está trabajando para llegar a una solución en conjunto con la intendencia, y aseguró que los vecinos también esperan que mediante el diálogo se pueda dar respuesta a la situación. “Los vecinos aspiran a un acuerdo, no tienen una intención de cierre del club ni mucho menos. Aspiro a que se puedan tomar en cuenta estos derechos en discusión”, manifestó Arbulo, que además destacó las instancias que han tenido con el club para discutir sobre este problema.
En búsqueda de soluciones
Jorge Malvar, el nuevo presidente de Bohemios electo en abril de este año, fue crítico con la inhabilitación y declaró a este medio que es “exagerada”. “Me pareció muy severa, algunos jerarcas no entendían la medida cuando nos inhabilitaron, e incluso algunos vecinos piensan eso”, comentó. Por otro lado, señaló los inconvenientes que presentó la medida, ya que los lunes, miércoles y viernes deben cesar las actividades en su gimnasio a partir de las 20.30 horas, y los martes y jueves a las 19.30. Además no pueden utilizar sus instalaciones para la práctica de básquetbol los fines de semana durante todo el día.
“Ahora los muchachos más jóvenes no pueden jugar frente a su familia, y algunos se tuvieron que ir porque saben que no van a poder jugar ni entrenar los fines de semana porque el club está cerrado”, dijo el dirigente.
Malvar espera llegar a una solución pronto mediante un acuerdo con los vecinos, ya que algunas de las reformas que le pidió la intendencia al club son “inviables”. “Ya juntamos unas 800 firmas y hemos sido recibidos por distintos organismos, tenemos la expectativa de que se pueda solucionar. Pensamos que vamos a llegar a un acuerdo que sea bueno tanto para nosotros como para los vecinos”, acotó. En esta clave, Daniel Arbulo desde la Defensoría dijo que “el derecho de los vecinos a descansar” se debe reconocer, y por tanto “será necesario que se hagan determinadas obras y condiciones para que efectivamente disminuyan el nivel de decibeles”.
Tensión entre derechos
El escenario que viven los albimarrones pone en discusión las situaciones que pueden vivir los vecinos afectados por los ruidos molestos, sobre todo en vínculo con su derecho al descanso. Al mismo tiempo, para clubes y centros culturales que realizan actividades en la noche, medidas de este tipo generan un gran problema, ya que se ven afectados cultural y económicamente, y sus actividades disminuyen considerablemente.
Martín Nuñez, asesor del Departamento de Cultura de la IM, dijo a Sala de Redacción que en estos casos “no se trata de privilegiar un derecho sobre otro, ni existe un ánimo prohibicionista”, e hizo énfasis en la importancia de la normativa, razón por la que no han tenido que intervenir en este tipo de situaciones. Además destacó el valor que tiene el derecho a la cultura para los vecinos y los barrios, con propuestas que fomentan la participación del vecino, y a su vez priorizar la convivencia barrial. “El espíritu de la intendencia es que las actividades puedan desarrollarse, siempre dentro de un marco que haga posible y estimule la convivencia”, expresó.
Daniel Arbulo destacó la importancia del diálogo con los vecinos y afirmó que en otros casos como los tablados, comparsas o incluso centros culturales no se llegó a prohibiciones ni limitaciones en las actividades, ya que se logró alcanzar un acuerdo. “Hay una cuestión que es clave; es fundamental que ambas partes asuman el diálogo como parte de la solución”, afirmó el jerarca. A su vez, hizo énfasis en la apertura que suelen tener los vecinos para que estos problemas se solucionen. “Es importante que se asuma la importancia que tiene para los barrios un espectáculo deportivo, cultural. La normativa puede marcar horario, cantidad de personas y nivel de decibeles, pero se le escapa a la normativa la propia vida barrial”, sostuvo.
Un vecino que vive en frente al Bohemios comentó a SdR que, si bien no quiere que el club cierre, firmó la denuncia para que los vecinos más afectados “puedan descansar sin ser molestados”. “No pensé que iban a suspender al club, la idea era solucionarlo con ajustes en los horarios o arreglos, sé la importancia que tiene el club en el barrio”, dijo el vecino, que vive en la zona hace 8 años.
En las próximas semanas se llevarán a cabo reuniones entre el club y organismos de la intendencia, con la intención de encontrar una determinación que beneficie a ambas partes. Daniel Arbulo mostró optimismo de que se llegue a una solución pronto mediante el diálogo, que en esta instancia es “escaso”, y aseguró que “no es el mejor escenario en este momento”. Lo mismo opinó el presidente de Bohemios, quien admitió que, de haber tenido en cuenta los reclamos iniciales de los vecinos, “probablemente no se hubiera llegado a la inhabilitación”.