Uruguay es uno de los pocos países de la región que al día de hoy no ha logrado desarrollarse dentro de la industria espacial. Si bien la Fuerza Aérea Uruguaya (FAU) ha intentado en varias ocasiones introducir al país en el mercado, recién el año pasado -tras varios intentos- creó la Comisión de Asuntos Espaciales, una de las aristas necesarias para la materialización de una agencia espacial nacional. 

A mediados de 2020, el comandante en jefe Luis De León comenzó a trabajar en un proyecto de ley que busca impulsar la presencia del país en el espacio ultraterrestre. Si bien la Ley Orgánica de la FAU posiciona a este organismo como asesor en asuntos aeroespaciales, hasta el momento no existía ningún ente específico que reuniera toda la información relacionada a esta temática. Desde entonces, la institución se ve en la necesidad, al igual que el resto de América Latina, de fundar una agencia espacial. 

Mariana García, asesora legal de la FAU en asuntos espaciales, explicitó a Sala de Redacción cuáles son las intenciones de esta nueva Comisión y los proyectos que traen entre manos. Si bien hay países que se desenvuelven en temas de defensa espacial, Uruguay está lejos de eso. Según García, no existe intención alguna de implementar cualquier tipo de defensa aérea en el espacio, sin embargo este organismo resulta esencial a la hora de asesorar a las autoridades en el desarrollo de políticas que apunten a una evolución económica. “Estamos moviendo 4.5 billones de dólares en las economías mundiales dentro de la industria espacial”, aseguró la asesora.

En desarrollo

Esta nueva iniciativa comenzó por un decreto que instaura una junta de política espacial y reúne diversos actores nacionales, cada uno de ellos con sus intereses. Muchos están involucrados en servicios satelitales -o vinculados a través de la compra de estos- que resultan útiles para la obtención de información en diferentes áreas. “En estas reuniones que teníamos, encontrábamos que se contrataba dos veces a la misma empresa en el mismo Estado. Eso era un desgaste de recursos porque no estábamos coordinados y porque no existe una agencia que nos reúna a todos”, explicó García a Sala de Redacción. Más de diez ministerios o entidades del Estado, como Antel, Udelar y la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII), participan a la hora de planificar políticas. 

Las Naciones Unidas llevan un intenso registro de todos los objetos que están anclados en el espacio a partir de los datos que le brindan todos los países. Uruguay hace años que tiene actividad satelital gracias a Satellogic, una empresa privada de origen argentino, líder en América Latina, que se dedica a la construcción de satélites para la observación de la tierra. Equipados con cámaras de alta resolución, toman imágenes para transformarlas en información de lo que pasa en la superficie del planeta. 

El tenerlos registrados como satélites uruguayos, conlleva una gran responsabilidad para el país y ante cualquier inconveniente, el Estado debe hacerse cargo. Es por esto que el segundo decreto en el que se trabajó fue la creación de un registro propio que busca cumplir el convenio internacional vinculado a las Naciones Unidas. “Esta empresa instalada y otros proyectos que están por venir hacen que sea importante empezar a regular. Le da seguridad a estos emprendimientos”, concluyó.

La creación de una agencia espacial resulta el proyecto “más ambicioso”, según García. “Desearíamos que se pudiera reunir a la junta y tener ahí a todos los actores para llevar a la vista de todos ellos el borrador que tenemos en la FAU sobre la agencia espacial”. De lo contrario, se evalúa impulsar el proyecto de manera independiente, pero hasta el momento esperan a que llegue su turno en el Parlamento; si bien la FAU intentó concretar este objetivo en más de una ocasión a lo largo de los años (la última vez fue en 2012), no tuvo éxito. Para que cualquier ley tenga un buen resultado, es prioritario que la sociedad esté afín e informada, sostuvo la asesora. De esta manera se evitaría el rechazo por parte de la población, agregó.

Un avance significativo

Para lograr llevar adelante las políticas del Estado, la agencia debe adaptarse a lo que cada país necesita. Es por esto que las necesidades de Uruguay no son las mismas que presenta la agencia de Bolivia, ejemplifica la asesora a Sala de Redacción. Ese país hace hincapié en las telecomunicaciones y el internet satelital, ya que su geografía les dificulta tener acceso. Por el contrario, Uruguay presenta otras situaciones, como el desarrollo de la meteorología. También podrían llegar a regularizarse la agricultura, la ganadería e incluso la pesca clandestina. 

Para lograr el  desarrollo de distintas aplicaciones que se instalan en los satélites, donde cada uno tiene una carga útil, es importante prestar atención a los sectores de la ciencia y tecnología en nuestro país. La FAU realizó un convenio con la Universidad de la República (Udelar) y la Universidad Tecnológica del Uruguay (UTEC) con el propósito de preparar a jóvenes capaces de aportar en esta industria en plena expansión.

La ingeniería aeroespacial es fundamental para este campo, al igual que el desarrollo de software. Pero son muchas las áreas complementarias; Mariana también es abogada y se ha interiorizado en lo técnico porque se necesita tener asesoramiento. Igualmente, en el marco jurídico hacen falta especialistas, ya que no hay muchos: “yo me especialicé en una universidad de Madrid, a distancia, porque hace muchos años que no se hacen posgrados de Derecho Espacial en nuestra facultad”, relató.

Brasil, Bolivia, Costa Rica y Paraguay son algunos de los países con este organismo constituido. Argentina, por su parte, cuenta con la Comisión Nacional de Actividades Espaciales, que cumple una función similar a la de una agencia. El hecho de que Uruguay logre sumarse a la lista, posicionaría al país de otra manera ante la región, y se lograría tejer un gran vínculo a través de alianzas y convenios. “Hoy en día, si viene un extranjero o alguna empresa para hacer un planteo, no saben a quién dirigirse. Y hay intereses, porque tenemos muchas condiciones como la estabilidad política, medios de transporte, conectividad, entre otros”, explicó.

Estudiar la temática espacial nos sirve para pensar de forma distinta que en la tierra, podemos salir “de la caja”, determina García. Pensar diferente para solucionar problemas que no existen en el país. Por eso, aplicar políticas y lograr que se estudie la temática espacial, resulta redituable para los Estados. “Hay cosas muy concretas que sí están sucediendo en Uruguay en asuntos espaciales y está bueno que haya difusión”, concluye la consultada.

García también es voluntaria en Space4Women, una organización de las Naciones Unidas que promueve el empoderamiento de la mujer en el espacio, con el objetivo de reducir la brecha de género. El área de la ciencia y tecnología es donde más se necesita la presencia de la mujer, aseguró. Mariana ha realizado investigaciones a nivel de las carreras CTIM (un acrónimo en inglés de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas), comprobando la dificultad de las científicas para alcanzar roles de responsabilidad.

Antecedentes
Pocos años después del surgimiento de la Comisión sobre la Utilización del Espacio Ultraterrestre con Fines Pacíficos, Uruguay se integró de manera inmediata con la participación de delegados nacionales. A su vez, existe dentro de la estructura de la FAU el Centro de Investigación y Difusión Aeronáutico Espacial (CIDAE), que ha organizado eventos de difusión sobre temas espaciales y cada dos años lanzan ediciones impresas de distintos autores. Este organismo sigue funcionando. García agregó que existen otras iniciativas que no llegaron a funcionar.

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