Maestros nucleados en Ademu, anoche al final de la asamblea en el Palacio Sud América. Foto: Nicolás Celaya. La diaria

Maestros nucleados en Ademu, anoche al final de la asamblea en el Palacio Sud América. Foto: Nicolás Celaya. La diaria

Una maestra fue violentamente agredida por la madre de un alumno. El hecho ocurrió en la Escuela 115 de Belvedere, al día siguiente de que la maestra reprendiera al alumno por una falta de conducta.
La madre del niño se presentó en la escuela el miércoles 30 de abril y, sin mediar palabra con la maestra, la tomó del pelo, la tiró al piso y le dio patadas en la boca hasta sacarle varios dientes, según publicaron algunos medios de prensa. La directora de la escuela llamó a un servicio de emergencia móvil y la acompañó a realizar la denuncia policial. La maestra se encuentra muy afectada por el hecho y estará un mes con licencia médica.
Ante lo sucedido, integrantes de la Asociación de Maestros de Montevideo (ADEMU) concurrieron a la escuela para expresar su solidaridad con la colega. El gremio también convocó a una Asamblea General Urgente, que se desarrolló el 5 de mayo, donde se trataron las medidas ante agresiones a maestros.
En declaraciones a Telenoche 4, la madre del niño dio su versión de los hechos, que difiere de la publicada en los medios. Manifestó que el martes 29 su hijo jugaba en el recreo, entró al baño de las niñas y una maestra lo sacó de “malos modos”, lo tomó de la túnica apretándole el cuello y lo arrastró hasta la dirección, donde el niño quedó con una crisis de angustia hasta que su madre fue a buscarlo, sin que nadie le avisara sobre lo ocurrido.
Al día siguiente la madre volvió a la escuela dispuesta a hablar con esta maestra. “No fui con intención de agredirla. Me molestó que viniera caminando con una sonrisa de oreja a oreja. Para mí fue una falta de respeto, la mujer me venía sobrando. Accioné mal, la tomé de los pelos y le pegué un puñetazo en la boca. No la tiré al piso, no le pegué patadas. ¿Arrepentida de haber accionado así? Sí. Pero yo defendí a mi hijo, yo soy mamá. Y cualquier mamá en mi lugar hubiese reaccionado de la misma manera”.
Autoridades de ADEMU indicaron que no es la primera vez que ocurren hechos de violencia por parte de los padres hacia los maestros. Daisy Iglesias, representante de la asociación, relató que hace pocas semanas un padre encerró al director de una escuela y a la inspectora en una habitación, mientras decía “a ver cuál de la sangre de ustedes rueda primero”, según publicó El País.
El hombre, que estaba desconforme con la comida que recibía su hija en el comedor, resultó procesado. “En este contexto nacional hay que dejar de mirar el hecho puntual. Lo que estamos viviendo es una situación doble, de avasallamiento, por un lado, y de desprotección por otro”, declaró Iglesias. Agregó que no ya no se trata solo de la violencia física, gestual o verbal, sino que también en redes sociales como Facebook algunas madres descalifican a las maestras sabiendo que eso lo leerán sus hijos.
Otra de las integrantes de ADEMU, la secretaria general Raquel Bruschera, dijo a Canal 12 que desde hace unos años hay un desprestigio de la profesión docente desde las esferas políticas, y que eso, en parte, es lo que origina estos hechos de violencia por parte de la gente.
Por su parte, el director general de Primaria, Héctor Florit,  declaró que en general el relacionamiento entre la escuela y la comunidad da resultados muy positivos pero que “hay situaciones aisladas que son absolutamente rechazadas, inadmisibles, donde el desborde puntual de una mamá o un integrante de la comunidad nos puede llevar a situaciones tristes. El marco general es que tenemos una sociedad posmoderna, con dificultades en los procesos de socialización, donde muchas veces las estructuras familiares han mutado enormemente, donde hay problemas de segmentación social, y donde códigos de violencia y de relacionamiento a partir del pasaje al acto, de no mediar con la palabra, es una de las dificultades que afrontan las instituciones públicas”.
En la mañana del domingo 4 de mayo la maestra agredida y la madre del niño, junto a testigos del hecho, concurrieron a declarar ante el juez Roberto Timbal, quien finalmente procesó sin prisión a la madre, la que deberá cumplir con medidas sustitutivas consistentes en asistir todos los sábados, durante dos meses, a una comisaría de su barrio durante dos horas. Timbal explicó que el procesamiento fue “por lesiones personales y atentado en concurso formal“, según publicó El País, y agregó que constituye un atentado porque la agredida “es una maestra de una escuela pública“.
En diálogo con Sala de Redacción, Raquel Bruschera valoró positivamente la decisión de la justicia. “Para nosotros fue importante que haya un procesamiento en el sentido de que puede ser un ‘parate’ a situaciones de ese estilo que, si bien no son de todos los días ni en todas las escuelas, sí hay episodios de agresiones a maestros en muchos centros”. Bruschera afirmó que la intención no es que las penas sean más duras y que los padres vayan presos, ya que la escuela siempre tiene que trabajar de puertas abiertas a la familia dado que la educación es conjunta.
Por otra parte, la dirigente aclaró que la maestra agredida no perdió varios dientes, como trascendió, sino que ella usa brackets y, al pegarle, se lastimó la boca con ellos. También confirmó la versión de la madre de que no pateó a la maestra, aunque sí la tiró al piso y le dio puñetazos.
Consultada sobre la Asamblea del lunes 5 de mayo, Bruschera anunció que se resolvió que si hubiera otra agresión física a un maestro, se responderá inmediatamente con un paro al día siguiente como protesta y solidaridad con el compañero agredido, así como un alerta a la sociedad entera de que por estos caminos no se puede transitar.
De esta forma, con la decisión judicial y las medidas adoptadas por el gremio de maestros, puede considerarse prácticamente resuelto este hecho puntual. Sin embargo, tal como lo plantean las autoridades de ADEMU y del CEP, lo que no está resuelto es la situación de violencia y desprotección que viven los maestros cotidianamente, la cual constituye una compleja problemática de fondo, preocupante para nuestra sociedad, y que va en aumento.
Natalia Macedo

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