Poetry Party fue un evento en el que muchos de los colectivos poéticos de Montevideo se juntaron para celebrar el cierre del año bajo el lema “De la poesía venimos, hacía la poesía vamos”. La producción del evento, realizado en diciembre del año pasado, fue fruto del enlace y la cooperación de todos los colectivos. Lecturas poéticas, performances, música en vivo y un cierre bailable a cargo de un DJ, convergieron en el Club de Bochas del Parque Rodó. Sala de Redacción se comunicó con varios de los colectivos participantes para hablar de sus proyectos.

“Caramelos y pimientos” es el ciclo poético con más trayectoria del Uruguay. Su historia, relató Isabel de la Fuente, creadora del ciclo, comenzó hace 25 años atrás. Entre finales de los 80 y principios de los 90 hubo muchos colectivos literarios, reconocidos y muy importantes como “Perdidos en la poesía” y “Zona Tres”. Pero para el año 1996 ya no existía ninguno. Ese año Isabel abrió un centro cultural -el primer cibercafé de Montevideo ubicado en Rodó y Minas- llamado “Além da lenda”. 

Con su cibercafé en funcionamiento, Pablo Galante, amigo de Isabel, le mencionó que “había llegado su momento” de crear un ciclo de poesía. A partir de esa idea comenzó a funcionar un ciclo llamado “Além da Poesía”. Dos años después “Além da lenda” cerró y el ciclo continuó con su funcionamiento en distintos bares y lugares de Montevideo, pero Isabel decidió cambiar su nombre a “Caramelos y Pimientos”. 

Este es un nombre muy poético para Isabel, surgió cuando una amiga chef le regaló muchos pimientos de colores. Luego del encuentro, en su casa, Isabel colocó los pimientos en una mesa junto con unos caramelos. Le resultó un objeto plástico muy lindo de ver, y entonces anotó “Caramelos y Pimientos” porque tenía la idea de utilizarlo en algún momento. 

A diferencia de este colectivo, “Somos Poesía” surgió en 2018 y es uno de los ciclos más nuevos de la movida poética del Uruguay según Carlos Carrasco, su coordinador. En noviembre de ese año Carlos transmitió su idea a Mariano González -miembro de la editorial independiente Factor 30- quien se contactó con Katherine Piriz para sumarse al proyecto. El objetivo era generar un lazo entre las personas de los distintos colectivos poéticos ya existentes, como un espacio común de intercambio, e incluir a personas que estaban por fuera de los colectivos y nunca se habían animado a participar o leer. 

El mismo objetivo fue el que motivó a Iñaki Amilivia de “la Red de Jóvenes Escritores Uy” a crear un proyecto poético. La idea de crear “la Red” nació en marzo de 2018, momento en que Iñaki trabajaba en una librería, escribía y a veces compartía sus escritos en redes sociales, pero desconocía gente que estuviera en la misma “movida”. Un sábado de tarde, en el trabajo, buscó libros de autores nacionales y para su sorpresa no encontró ninguno joven. Ahí se le ocurrió la idea de crear el proyecto para generar un intercambio entre poetas de esa generación.

En un principio el proyecto se basó en crear una plataforma virtual en la que todos pudieran compartir sus poemas. Se armó un grupo de trabajo, las personas mandaban sus textos, pasaban por una corrección y finalmente se publicaban. La convocatoria creció mucho, al punto que se hizo inviable continuar con la plataforma virtual; les llegaban más textos de los que eran capaces de procesar, editar y publicar. De parte de los escritores que participaban virtualmente se manifestó la necesidad de conocerse, de encontrarse para compartir. 

A raíz de esas ganas en mayo realizaron el primer encuentro poético denominado “Palabras y vino tinto”, un recital de poesía, con una degustación de vinos y un cierre musical de Jazz en un centro cultural de Ciudad de la Costa llamado La Akademia. La convocatoria fue muy positiva y los motivó a seguir adelante, el equipo se agrandó y comenzaron con el ciclo de encuentros que tienen actualmente llamado “Noche de Juglares”, que cambió varias veces la locación por un tema de capacidad. 

“Somos Poesía” tuvo el mismo problema con respecto a las locaciones de los eventos. El primer encuentro se desarrolló en el Club Natural y Popular, mejor conocido como “El Popu” en marzo del 2019. La convocatoria creció a gran escala al punto de que el bar les quedó pequeño y tuvieron que cambiar la localidad. En el mes de julio, luego del quinto encuentro, se asociaron con Radio Pedal y comenzaron a hacer los eventos allí y continuaron hasta el mes de octubre, todos los segundos jueves del mes.

El proyecto se basa en un encuentro mensual, con una grilla de 10 poetas, invitados especiales y un cierre musical. También participa la ilustradora Karen Carmona, “con la idea de enlazar disciplinas artísticas y brindar una experiencia integral” comentó Carlos. Karen ilustra en vivo, mientras los poetas recitan sus poemas. Carlos mencionó que para coordinar “Somos Poesía” se apoyó mucho en “El camino de los perros”, grupo del que forma parte y también es colaborador.

Hoski junto con Guillermina Sartor, coordinadores de “En el camino de los perros”, comentaron que el proyecto nació a partir de un taller que hacían Miguel Avero, Hoski y Santiago Pereira, llamado “Orientación Poesía”. Miguel tenía interés en saber que escribían los adolescentes y jóvenes uruguayos, eso motivó a crear un blog. A mediados del 2015 comenzó un ciclo de lecturas que creció y dio lugar a otras actividades. 

La idea principal del proyecto era poder crear un nexo entre lo fermental de los adolescentes y el sistema literario, un proceso de exploración que los mismos creadores estaban viviendo al ser jóvenes de 25 años. En ese momento se generó una convocatoria grande, un montón de gente se juntó y “se generó como una explosión”, que conformó el colectivo según Hoski. Con el colectivo ya formado, empezaron a pensar otras actividades y generar otras iniciativas como grupo. Los objetivos comenzaron a ampliarse. Se empezaron a generar lazos entre escritores y con otros ciclos, el proyecto creció y se abrieron las puertas a otros espacios, como actividades académicas, ferias y festivales.

En los ciclos mensuales lo más importante es presentar a las personas editadas, dijo Guillermina, pero también que la gente que está “pasada de edad” y forma parte del colectivo pueda compartir sus lecturas. A su vez fomentar el espacio y el diálogo con escritores y escritoras que están por fuera del colectivo. Y generar rotación entre las personas que son nuevas y las personas que ya están adentradas en el grupo. Es un equipo grande, dinámico y en constante movimiento, afirmó Hoski.

En este mismo sentido Isabel explicó como “Caramelos y Pimientos” a lo largo de los años presentó distintas propuestas, desde homenajes a autores importantes y reconocidos tanto nacionales como internacionales, por ejemplo Felisberto Hernández y Mario Ceccarelli. También noches temáticas especiales como la noche de la literatura erótica. 

Isabel explicó que en los ciclos se genera “un punto de encuentro que excede lo literario” y agregó “la gente sabe que va a Caramelos y Pimientos a escuchar buena literatura, pero aparte a tener un espacio de intercambio con otros actores culturales”. La idea de los eventos es que sean abiertos, que distintas disciplinas artísticas, como la música o el teatro, se pueden entremezclar. “Se generan cosas muy lindas, charlas en las mesas, cruces, grupos de trabajo, duplas que van más allá de la difusión del ‘hecho’ literario” continuó Isabel.

Casi subversivo

El verse cara a cara, poder escucharse, charlar, hablar libremente tiene que ver con la actitud que toma la persona que asiste a un ciclo literario, dice Isabel: “la persona que va a un espacio físico a escuchar y encontrarse con otras genera algo que es casi subversivo, es revolucionario en sí mismo”. Guillermina agregó que “se genera un cambio de perspectiva” en los que se presentan por primera vez a leer.

El cambio también conlleva dejar atrás un montón de miedos o expectativas, abrirse camino en un universo nuevo que es el mundo literario, pero totalmente alejado de su concepción clásica y estilizadora, según Hoski. Se produce un intercambio y un espacio en común de comodidad donde se transmiten sentimientos que van más allá de las palabras y de la poesía.

Esto es consecuencia de todo un trabajo previo, un cuidado del formato de lo que va a acontecer en escena que “está a medio camino entre la exposición artística y una experiencia pedagógica. Está pensado, y preparado para que alguien por primera vez pueda tener una repercusión al leer sus poemas y obtener una respuesta” manifestó Hoski. Muchos de los que editan también son poetas y también profesores o estudiantes de literatura, lo que hace que se genere un gran enlace. Son colaboradores que ponen sus conocimientos a servicio del proyecto. 

Todos los colectivos son autogestionados y sus eventos de entrada libre y gratuita, además los coordinadores y colaboradores trabajan honorariamente para poder realizar las actividades. Se genera un deseo de crear y compartir que va más allá de los fines de lucro. Hoski explicó que para generar ganancias y poder mantener los proyectos los colectivos buscan distintas alternativas. Por su parte, Carlos dijo que en “Somos Poesía” se pasa la gorra al final de los encuentros y esa plata la destinan a los músicos invitados.   

Por otro lado, según Iñaki “la Red” cuenta con el reconocimiento del Ministerio de Educación y Cultura y forman parte del programa “Puntos de Cultura”, que junta distintos centros culturales de música, poesía y arte a nivel nacional. También fueron declarados como interés institucional por parte del INJU, lo que les da la posibilidad de conectar con otros proyectos del programa, pero no cuentan con ningún tipo de apoyo monetario, aclaró. Para solventar los gastos venden pegotines y pins con el logo del proyecto. 

“Caramelos y pimientos” nunca tuvo apoyo estatal ni participó de ningún fondo concursable: Isabel se autodenominó entre risas como “lo más anárquica que hay”.  Sin embargo, tiene gran parte de los 25 años de ciclos grabados en casetes, debido a que desde un comienzo tenía la necesidad de crear un registro siempre andaba con un grabador. Reconoció que para poder digitalizar todos esos casetes de registros invaluables debería dar el brazo a torcer y conseguir apoyo monetario. 

Los colectivos reflejan un enlace los unos con los otros, en un ambiente de colaboración y solidaridad, mencionó Carlos y manifestó que “entendemos necesario el trabajo de no dejar que la poesía muera, para eso creemos necesaria la interrelación de colectivos culturales, fundaciones y distintos proyectos, para formar un bloque sólido que busque seguir fomentando el desarrollo de esta movida”. 

Debido a la crisis sanitaria por el coronavirus, los colectivos tuvieron que aplazar y cancelar las actividades planeadas para comenzar el año. A pesar de esa situación, todos buscan alternativas para mantener los proyectos activos y presentes en las redes sociales. Instagram ha sido una gran herramienta para muchos de los proyectos, ya que permite, por ejemplo, hacer vivos poéticos y subir creaciones audiovisuales literarias. 

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