Las disputas sobre seguridad tienen un nuevo megáfono: los comunicados. Estados Unidos marcó el tanto inicial, Uruguay lo empató, Estados Unidos volvió a marcar. Venezuela entró en el partido, también marcó; Estados Unidos: cauteloso, pero avanzando. En el segundo tiempo, entró en juego otro equipo: Amnistía Internacional.
Podría ser fútbol o cualquier otro deporte, podría ser una riña de cartas en papel de cuaderno entre niños de escuela, podría ser un vaivén de estrategias discursivas de dos personas acodadas en la barra de un bar, pero no, es un asunto de importancia, es una forma de hacer política y es una forma de guerra.
Amnistía Internacional, organización reconocida globalmente por la lucha y defensa de los derechos humanos, con más de siete millones de integrantes -según se dice en su página web-, se pronunció con un nuevo comunicado que alerta a todos aquellos que visiten o quieran viajar a Estados Unidos: “Llamamos a las personas a tener cuidado y un plan de emergencia en caso de viajar a Estados Unidos”, se dice, y se aclara la razón: “Esta advertencia se debe a los altos niveles de violencia armada en el país”.
En caso de, igualmente, viajar, Amnistía plantea que se evite la presencia en sitios con aglomeración de personas. Además, convoca a una “mayor precaución” en bares, casinos y clubes. El riesgo de ser víctima de un ataque armado aumenta “dependiendo de su identidad de género, raza, país de origen, etnia u orientación sexual”, se lee en el comunicado.
En el último tramo, refiere directamente a Estados Unidos y reclama una regulación de la venta de armas, tanto a nivel federal como estatal y local, para así “proteger el derecho de las personas a moverse libremente sin la amenaza de violencia armada”. Para finalizar, asegura que Estados Unidos no ha hecho lo suficiente para garantizarlo.
Rueda en marcha
Estados Unidos tiró la primera piedra: el Departamento de Estado aumentó el nivel de precaución para los viajes a Uruguay. Del nivel 1, que suponía una precaución moderada, lo elevó al nivel 2, que plantea “ejercer mayor precaución por criminalidad”. Chile, Bolivia, Paraguay y Argentina aún se mantienen en el nivel 1.
Para fundamentarlo, en el comunicado se narra que “crímenes violentos como homicidios, robos armados, robo de vehículos y rapiñas se han incrementado en todo el país y ocurren en áreas urbanas frecuentadas por personal de la embajada en Uruguay, tanto de día como de noche”. Asimismo, plantean la supuesta forma de ataque de quienes cometen delitos y que, sus principales objetivos son “supermercados, restaurantes, centros financieros y negocios pequeños, en los que personas inocentes son generalmente víctimas”.
Además de recomendar una serie de cuidados particulares, determinaron una lista de los barrios a los que sugieren que los estadounidenses no vayan o lo hagan lo menos posible: 40 Semanas, Bella Italia, Borro, Casavalle, Casabó, Cerro, Cerro Norte, Hipódromo, La Teja, Marconi, Malvín Norte, Tres Ombúes y Villa Española.
“Se inmiscuyen” en la campaña política, afirmó el canciller de la República Rodolfo Nin Novoa, ante la publicación del comunicado, junto a la certeza de que se pretende perjudicar el turismo y el intercambio económico de nuestro país. “No hay ninguna ciudad del Uruguay que aparezca dentro de las 50 ciudades más violentas del mundo, cosa que sí tienen otros países, en especial y particularmente quien emite un comunicado advirtiendo sobre los índices de criminalidad en Uruguay”, expresó Nin Novoa en el Palacio Legislativo. A su vez, el viceministro de Relaciones Exteriores, declaró en el programa radial “Doble click” (Del Sol), que el comunicado expedido por Estados Unidos tiene “una intencionalidad de crear o dar la impresión de que acá estamos en una situación de inseguridad extrema”.
Es así que tres días después de la advertencia de Estados Unidos, el Ministerio de Relaciones Exteriores lanzó un comunicado alertando a aquellos uruguayos que procuren viajar a ese país, “ante la creciente violencia indiscriminada, en su mayor parte por crímenes de odio, entre los cuales el racismo y la discriminación, que costaron la vida a más de 250 personas en los primeros siete meses de este año”.
También se habla del peligro al que se exponen quienes visiten sitios con un cúmulo de personas elevado, “ante la imposibilidad de las autoridades de prevenir estas situaciones, debido entre otros factores a la posesión indiscriminada de armas de fuego por la población”. A su vez, se brinda una lista de las ciudades que se recomienda evitar en base al índice de Ceoworld Magazine 2019, que las coloca dentro de las 20 ciudades más peligrosas del mundo: Detroit (Michigan), Baltimore (Maryland) y Albuquerque (Nuevo México).
Pero Estados Unidos no guardó silenció. Emitió un nuevo comunicado en respuesta a la Cancillería, en el que se señala que “el Departamento de Estado de los Estados Unidos no tiene una responsabilidad mayor que la seguridad de los ciudadanos estadounidenses que están en el exterior. Para ellos, emite estas recomendaciones de viaje en todos los países, no solo en Uruguay, asignándoles distintos niveles para que sus ciudadanos puedan tomar decisiones de viaje más informadas”.
Asimismo, se asegura que las recomendaciones parten de un trabajo colaborativo y anual, basado en una amplia cantidad de fuentes y “estadísticas oficiales de criminalidad y delito publicadas por autoridades de cada país”.
Del escrito al suceso
“Es una cuestión lo suficientemente grave y fuerte como para que la Cámara se ocupe de esto”, narró Jorge Pozzi, diputado del Frente Amplio (FA) a Radio Uruguay. Finalmente, se dio una discusión en la Cámara de Diputados, planteada por Pozzi, quien comentó a Sala de Redacción que la oposición tuvo diferencias con el FA. El oficialismo cree que el comunicado estadounidense “complica varias cosas y se mete en la campaña electoral” y la oposición “no cree lo mismo”. La sesión del día martes rondó sobre esa divergencia y acerca de “si Estados Unidos, con los niveles de violencia que tiene, puede aconsejar a alguien sobre las cosas que pasan en otro país”, explicó.
A su vez, planteó que los niveles de inseguridad en Uruguay eran más altos en los tiempos previos al año electoral y, sin embargo, no hubo una alerta al respecto. “En el Departamento de Estado lo que no hay es alguien tonto. Cuando hacen las cosas, saben por qué las hacen”, puntualizó.
Desde Albuqueque se manifestó que es “absurdo” que el comunicado haya incluido a la ciudad dentro de las más peligrosas. Por su parte, Dean Philips, congresista demócrata, se refirió en su cuenta de Twitter al comunicado y concluyó: “Vamos a digerir esto por un minuto”. Los medios no se quedaron atrás en la cobertura. El Washington Post, la CNN, Los Angeles Times, Mercury News, The Hill, el Washington Examiner y presentadores de cadenas de televisión abrieron el debate sobre cómo el mundo ve a Estados Unidos.
Es que además de Amnistía Internacional, Venezuela también tuvo su comunicado, similar al de Uruguay. Es de destacar que, en paralelo, Donald Trump, presidente de Estados Unidos, establecía un bloqueo total a los bienes estatales del gobierno venezolano en territorio de su país. Según The Wall Street Journal, esta clase de medidas han sido tomadas por Estados Unidos sólo contra Cuba, Irán, Siria y Corea del Norte.
Los comunicados emitidos que alertan sobre las visitas a Estados Unidos, la preocupación de los medios por la visión sobre su país y la atención generalizada a la falta de regulación sobre el porte de armas en la sociedad civil, poseen una base común: en 13 horas ocurrieron dos atentados que dejaron más de 30 muertos y más de 50 heridos.
Un joven de 21 años disparó en Walmart, una tienda en El Paso, cerca de la frontera de Estados Unidos con México, y dejó más de 20 fallecidos y cerca de 30 heridos. Según la BBC, tras su detención, el joven declaró que su objetivo era “matar tantos mexicanos como fuera posible”. No llegaron a pasar 24 horas para que en Dayton, en el estado de Ohio, otro joven pero esta vez de 24 años, realizara un nuevo tiroteo en el bar Ned Peppers. Al menos 10 personas fueron víctimas mortales y alrededor de 24 los heridos.
Una semana atrás, otro atentado también había tenido lugar en California, durante un festival de comida, en el que fallecieron cuatro personas y hubo casi 20 heridos. El sospechoso del ataque había comprado el arma de manera legal en el estado de Nevada.
Gun Violence Archive dio cuenta de que los tiroteos en Ohio y El Paso se convirtieron en los atentados armados número 250 y 251 en Estados Unidos durante lo que va de 2019.