El centro de las críticas ha sido el millonario Juan Sartori, que llegó a la política uruguaya a fines de 2018 cuando, sorpresivamente, anunció su precandidatura por el PN. La campaña que ha llevado adelante Sartori -con una gran inversión en publicidad y propuestas que se han tildado de “demagógicas”- provocó su crecimiento en las encuestas -que hoy lo colocan en el segundo lugar- y despertó el enojo de sus contrincantes, que aseguran que Sartori ha hecho una campaña sucia y que está utilizando prácticas políticas dudosas.
“Yo al señor Sartori no lo voto ni para edil en San Gregorio de Polanco. Yo con Sartori no voy a negociar nada”, dijo el senador y precandidato Jorge Larrañaga a la prensa luego de un acto el lunes 24. Por su parte, el precandidato e intendente de Maldonado, Enrique Antía, expresó a la prensa que el directorio del partido “se comió la pastilla” al permitir que el empresario participe de la instancia electoral.
Uno de los hechos más destacados ocurrió el domingo 16 de junio, durante el acto de conmemoración de los 35 años del regreso a Uruguay del exilio del político Wilson Ferreira Aldunate. Entre los participantes, se encontraron los precandidatos, Luis Lacalle Pou, Sartori y Antía. A pesar de estar todos reunidos con un mismo fin, los problemas comenzaron cuando Sartori se colocó en en la primera fila junto a Antía y Lacalle Pou, y fue pechado por el diputado Pablo Iturralde para quedar separado del resto. Cuando terminó el acto, el diputado Pablo Abdala se cruzó con el empresario y le reclamó de mala manera -mientras le estrechaba su mano- que su accionar estaba afectando al Partido Nacional. “Está comprometiendo la suerte del partido” le explicó. El precandidato, por el contrario, le contestó que no lo consideraba así ya que para él “estaba sumando mucho”.
Sala de Redacción consultó a la presidenta del Partido Nacional, Beatriz Argimón, para saber su opinión sobre estos hechos y sobre los problemas que está viviendo el partido previo a las elecciones internas, pero la nacionalista se negó a hacer declaraciones.
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En la actualidad, las redes sociales cumplen un rol importante dentro de las sociedades y cada vez son más usadas con fines políticos. El año electoral uruguayo hizo aumentar el uso de las redes para hacer política. Twitter ha sido la plataforma por la que la mayoría de los precandidatos han optado para intercambiar opiniones con el resto de los usuarios sobre un amplio espectro de temas.
Luego de conocerse los videos de los cruces de Sartori con Abdala e Iturralde en el acto del 16 de junio, hubo una gran cantidad de interacciones en Twitter, en la que participaron políticos, periodistas y ciudadanos.
Larrañaga, twitteó la frase “Dignidad arriba” acompañada de un link para acceder a un escrito suyo, colgado en la página de Alianza Nacional. En la publicación, Larrañaga hizo referencia a su disconformidad respecto al accionar del empresario y pretendió establecer una diferencia entre Sartori y el resto de los integrantes del partido.
“Lo que se está diciendo sobre nosotros, los restantes precandidatos del Partido Nacional, es de una dimensión nunca vista en nuestro país. Una mecánica corrupta de hacer política. Se transforma en una manera de socavar la Democracia. Sepa Sartori que el Partido Nacional no promete cualquier cosa y no se presta a los experimentos de mercaderes ni a la hipocresía de tartufos” explica.
Haciendo alusión a que Sartori no se comporta como candidato de derecha, el senador le informó que hacer campaña política no significaba mentirle de manera abusiva a la población sobre los temas que preocupan, como por ejemplo la salud y el bienestar de los jubilados.
Más hacia el final del escrito, el precandidato le hizo una petición a Sartori solicitando que dejara de jugar con el país como si fuera “una mesa de ruleta”. “Haga el favor: pida disculpas por lo que mal hace, desande el camino de las promesas demagógicas que juegan con las necesidades de la gente más vulnerable”, le reclamó.
Para reforzar y apoyar al precandidato blanco, Abdala, compartió el tweet de Dignidad Arriba y comentó: “Excelente columna de @jorgewlarrañaga. Recomiendo su lectura a todos los que quieran saber qué es ser blanco, ir a lo profundo de la tradición nacionalista y aprender cómo se hace política con dignidad”.
En contraposición a las declaraciones de Dignidad Arriba, Sartori habló en Radio Uruguay y le respondió al senador con cierto grado de ironía que, quizás, eso sea una “carta de despedida”. Asimismo el empresario subrayó que nunca habló mal de sus compañeros de partido e informó que va a continuar en esa tesitura.
Por consiguiente, agregó que hay algunas candidaturas que crecen cada vez más que otras, y sugirió: “Hay que parar de analizar los movimientos o las críticas con una vista electoral y empezar a trabajar con la gente”.
Lacalle Pou ha sido el que se ha mantenido más al margen de la discusión, aunque en alguna oportunidad aprovechó para criticarlo y ya anunció que el empresario no será su vicepresidente si llega a ganar la candidatura.
Sartori, que admitió haber financiado las campañas nacionalistas en el pasado, dijo en declaraciones a No Toquen Nada que se sorprende del cambio de actitud de los precandidatos cuando deja de apoyarlos financieramente y pasa a ser su compañero.