La licenciada en Nutrición y presidenta de la AUDYN, Silvina Carrato, explicó que una de las principales motivaciones para la creación del proyecto es la información errónea que suele manejarse en ciertos ámbitos, en los que se asiste a personas con consejos relacionados a la nutrición que pueden derivar en consecuencias negativas para la salud de los pacientes.
El asesoramiento brindado por personas “no profesionales” es habitual en ciertos ámbitos como gimnasios, clínicas de estética privadas o -como destacó la nutricionista- redes sociales como Youtube.
Esta problemática fue central a la hora de la construcción del proyecto, dado que éste impide que quien no posee el título de licenciado y “no está preparado técnicamente” para hablar de dichos temas asesore a otras personas al respecto.
Carrato enfatizó la relevancia que tiene discutir este proyecto a nivel parlamentario. “Lo más importante de la ley es definir el marco normativo al licenciado”, expresó a Sala de Redacción. Carrato agregó que el Estado “debe ser el garante principal” del derecho a la salud -un “recurso humano fundamental”-, y añadió que esto supone también la garantía de la seguridad del paciente ante el profesional y las indicaciones que le brinda.
Por otra parte, se refirió a que la regulación debe estar abocada a la defensa del derecho laboral del profesional. Explicó que lo “fundamental” del proyecto es que explicita las funciones del nutricionista en el “adecuado ejercicio de sus servicios” hacia el paciente.
De vuelta
No es la primera vez que un proyecto de ley de esta índole pasa por manos de los legisladores. La licenciada en nutrición y representante del Sindicato Uruguayo de Nutrición 5 de agosto Victoria Fernández indicó a Sala de Redacción que un proyecto de ley similar fue llevado al Senado en 2010, donde fue aprobado con media sanción. Sin embargo, los tiempos parlamentarios no fueron suficientes y la ilusión quedó en vilo.
A mediados del año pasado, AUDYN inició un diálogo con el gremio para proponerles formar parte de la elaboración del proyecto y presentarlo nuevamente en el Parlamento. El sindicato resolvió acompañar otra vez la iniciativa.
Si bien desde la organización festejan que la nueva ley pueda salir para fines de este año, Fernández remarcó que hay muchos puntos que quedaron por fuera de ésta que el proyecto original sí incluía.
Vacíos legales
Una de las principales problemáticas que enfrentan los profesionales de la salud en esta área es la cantidad de nutricionistas que trabajan en los hospitales y policlínicos -especialmente en estos últimos-, ya que si bien existe una alta demanda para esta especialidad por parte del público, hay pocos cupos para ejercerla en las instituciones de salud. Esto, sumado al tiempo limitado del que se compone cada consulta, no permite brindar a los pacientes un servicio adecuado e integral en este campo.
A pesar de la preocupación sobre este asunto, el proyecto no incluye la regulación de la cantidad de nutricionistas en las instituciones de salud. En este sentido, Fernández expresó que si bien “el sindicato no está conforme” con la falta de este punto en la ley, “entiende que es un primer paso a seguir” para la eventual regulación total de la disciplina.
Otro factor clave que tampoco se encuentra contemplado y que preocupa a las organizaciones es el salario que perciben los nutricionistas. El laudo de esta profesión es actualmente de $163 pesos por hora.
Habrá ley
El proyecto en cuestión fue propulsado por cuatro organizaciones: la Escuela de Nutrición de la UdelaR, la Escuela de Nutrición de la Universidad Católica, AUDYN y el Sindicato Uruguayo de Nutrición.
Tras la media sanción en la Cámara de Senadores, pasó a la Comisión de Salud de Diputados el 12 de junio. Actualmente, las organizaciones involucradas esperan que se asigne la fecha correspondiente para ser elevado a la cámara de Diputados y aprobado en su totalidad. Según lo que estiman, la promulgación de la ley se concretará antes de terminado el año.