Pese al aumento de la movilización durante el último mes, no se logró la meta de las 650.000 firmas necesarias para solicitar el referéndum que permita votar la derogación de la Ley de Riego.
“Hoy culmina una etapa, lo que no culminará es nuestra defensa del agua ante lo que consideramos es un nuevo embate contra los recursos naturales de nuestro país. El agua se defendió en el 2004, la defendimos en esta campaña y la seguiremos defendiendo siempre”, anunció la Federación de Funcionarios de OSE (FFOSE) en un comunicado difundido el viernes.
En la noche del jueves los miembros de FFOSE se reunieron para realizar el conteo de las firmas. En ese momento se constató que muchas carpetas habían sido devueltas en blanco y que otras tenían tan solo el 10 por ciento de las hojas firmadas. A mediados del mes de setiembre el presidente del sindicato, Gustavo Ricci, declaró al portal ECOS que la campaña llevaba recolectadas 400.000 firmas. Finalmente el movimiento se hizo presente en la Corte Electoral con las 300.000 papeletas que se juntaron desde diciembre de 2017.
FFOSE publicó un comunicado en la tarde del viernes donde afirma que presentará un recurso “luego de no haber alcanzado el objetivo planteado en esta recolección de firmas”: “estaremos presentado ante la Suprema Corte de Justicia un recurso de inconstitucionalidad por considerar que esta Ley de Riego violenta claramente el artículo 47 de la Constitución de la República”.
Nicolás Ferreira, secretario de FFOSE, declaró a SdR que también evalúan realizar una denuncia internacional hacia el Estado: “en caso de que se reglamente la ley presentaremos una solicitud de nulidad del decreto y el último paso es la denuncia a nivel internacional al Estado Uruguayo por violación a los derechos humanos y a la Constitución”. Ferreira agregó que el jueves 1 de noviembre se reunirán con el sindicato para hacer un balance de la campaña.
“Nos nos dieron los brazos, hicimos lo que pudimos”, declaró Ferreira a título personal. Consultado por SdR, el pasado viernes 19 de octubre el secretario declaró que hubo poca militancia en la recolección: “las firmas están, el problema son los militantes. Ni los sindicatos, ni las organizaciones sociales tuvieron la capacidad de destinar una serie de compañeros para la recolección de las firmas. Las organizaciones no pusieron en la calle los militantes que tendrían que haber puesto”.
Gastón Beltrán