La polémica se despertó luego de un incendio que afectó los ranchos donde se encuentra la administración de la fiesta, únicas construcciones que permanecen todo el año en pie.
Iván Ríos, integrante de la comisión organizadora, sostuvo en diálogo con SdR que “desde la fiesta número 25 (la próxima en 2019 será la 33) ya queda chico el lugar. Desde ese año la comisión empezó a proponer otros lugares, ya que es un hecho que se están vendiendo menos entradas“. “La Intendencia nos da escasos recursos y con eso nosotros tenemos que hacer la fiesta. La hacemos con lo que hay, como quien dice“, argumentó.
Además, expresó que el espacio no es el único factor. Otro problema es que los árboles del lugar comenzaron a caerse. “Cada año nosotros pedimos que se quiten los que están en peligro de caer. Por suerte la intendencia hace un estudio y los va sacando, pero es un factor de riesgo para los asistentes a la fiesta y también para quienes pasean durante todo el año por allí“, manifestó.
Por otra parte, Ríos apuntó que algunas obras que se deberían hacer en el predio no se realizan debido a que es una zona inundable. “El puente, que se hizo para descongestionar el paso desde la ciudad hacia el barrio conocido como López y por ende a la laguna, solucionó problemas de circulación, pero la zona se sigue inundando. Quizás no tanto como antes, pero todavía es peligroso“, comentó.
Consultado por este tema, el secretario general de la Intendencia de Tacuarembó, Juan Antonio Otegui, dijo que el cambio de locación es “inviable“. “En primer lugar porque en la laguna hay una planta reductora eléctrica que ilumina toda la zona, cosa que en ningún otro lugar hay“, sostuvo. Además agregó que la instalación de un equipo similar en otro lugar sería muy costoso.
Otegui expresó que en este momento el lugar es el “indicado“, y argumentó que “tanto el sentido de pertenencia de los visitantes que año a año asisten a la Patria Gaucha, como la logística, son factores que no se pueden alterar“. “El ruedo y el escenario no los podemos trasladar, y significan una inversión grande en el lugar“, manifestó el jerarca.
Ríos expresó que la comisión se dividió desde la fiesta número 25 en torno a dos propuestas. “Por un lado, los que proponen que la fiesta se lleve a cabo en el predio del Zoológico departamental, y por el otro, los que quieren que se haga en el Parque Manuel Oribe”, ubicado cerca del Balneario Iporá.
“El Zoológico es un espacio de aproximadamente 40 hectáreas, donde se podría adaptar perfectamente la fiesta. Es cierto que se tiene que hacer una inversión para extender la potencia de la electricidad que ya hay, pero en términos de accesibilidad y agua no hay ningún problema“, argumentó Ríos. Por otra parte, dijo que la opción del Parque Manuel Oribe es más “complicada“, ya que se encuentra muy alejado de la ciudad y no tiene electricidad propia.
Como contrapartida a la idea de trasladar la fiesta al Zoológico, Otegui contestó que “si se hace allí, se tiene que invertir una gran cantidad de dinero en un operativo de caminería. No se puede hacer que la gente vaya a un lugar alejado de la ciudad sin medidas de seguridad, sin ofrecerles garantías. Si bien eso ya se realiza, al estar más alejado el lugar, se necesitarían más elementos que los que ya se utilizan“.
Al ser consultado por la realización de la próxima fiesta, Ríos expresó que “el lugar va a ser el mismo, eso la comisión ya lo asumió. Más allá de las propuestas, la intendencia no va a cambiar de parecer“. Además agregó: “es entendible que se debe gastar más dinero público y eso es complicado, pero de nuestra parte entendemos que llevar la fiesta a otro lugar más grande va a traer mayores beneficios económicos“. Según el integrante de la comisión, los alquileres a los artesanos, restaurantes y demás puestos podrían ser mayores y generarían un ingreso que cubriría las inversiones que se necesitan para trasladar el evento.
Gonzalo Escobal