La sesión de la Comisión de Población, Desarrollo e Inclusión de la Cámara de Senadores comenzó el 6 de agosto con un elemento un tanto sorpresivo: una señora se presentó con un documento que argumentaba por qué no tenía que aprobarse el proyecto de Ley Integral para Personas Trans; lo acompañó con la firma de más de 5.600 personas que, según dijo, se habían recogido el día anterior. Sin dar nombre y apellido, solicitó que el elemento fuera considerado. A la siguiente sesión, la enigmática señora volvió a entrar en escena: se identificó y agregó 33.445 firmas al documento. Fuera del recinto, cientos de personas de movimientos contrarios a la “ideología de género” manifestaban su rechazo a dicho proyecto de ley.
El 6 de noviembre de 2017 la Comisión de Población, Desarrollo e Inclusión comenzó a estudiar el proyecto de Ley Integral para Personas Trans. El texto busca que los derechos de las personas trans sean igual de respetados que los del resto de la ciudadanía, y dispone una serie de “acciones afirmativas” para facilitar su acceso a puestos laborales, ámbitos educativos, a la cultura, a la salud y a la vivienda; propone, además, un mecanismo más simple que el actual para el cambio de nombre registral y una reparación económica para las personas trans nacidas antes de 1975 que sufrieron violencia institucional debido a su identidad de género.
Hasta ahora, la comisión le dedicó diez sesiones al tema, en las que recibió a delegados del Ministerio de Desarrollo Social (Mides) –organismo que lo promueve-, y a varias asociaciones y colectivos. Por el momento, la comisión no se ha posicionado sobre ninguno de los artículos más polémicos del proyecto (1.º, 3.º, 5.º, 7.º, 16 .º y 17.º) que tratan sobre el cambio de nombre, la reparación económica, y el derecho a acceder a tratamientos hormonales e operaciones quirúrgicas, algo a lo que, según el proyecto, podrían acceder también los menores de edad (en caso de no tener el permiso de los padres o tutores, se podrá recurrir a la autorización judicial).
A grandes rasgos
Para poder entender un poco más acerca de cómo y por qué se elaboró este proyecto de ley, SdR conversó con Nicolás Mauri, ex redactor, e integrante del colectivo Ovejas Negras y actual miembro del Consejo de Nacional de Diversidad Sexual, órgano dependiente del Mides, que fue el encargado de redactar el proyecto de ley.
La iniciativa surgió de reclamos de las organizaciones sociales, tanto históricos como de reparación para personas trans durante la última dictadura militar y los primeros años de democracia. Mauri explicó que también surgió a raíz de las demandas por situaciones de discriminación y exclusión social, recibidas por el movimiento de la diversidad. Fue retomado por el Estado a través de la propuesta del Consejo de Diversidad, que tuvo como uno de sus primeros objetivos la elaboración del mismo.
Detalló que proyecto insumió un tiempo de elaboración de aproximadamente un año; en el proceso, además del Mides, intervinieron los ministerios del Interior, de Economía y Finanzas, de Educación y Cultura, de Salud Pública, y de Trabajo y Seguridad, así como también la sociedad civil.
Cupos
Las acciones afirmativas planteadas parten del “reconocimiento de una situación de desigualdad estructural de oportunidades en las que viven las personas trans”, afirmó Mauri. “No se puede tratar igual a una persona que se está muriendo de hambre o tiene que changar en Bulevar (Artigas) todos los días para tener algo de comer, que a una persona de clase media que tiene la posibilidad de estudiar en una universidad, tener un buen sueldo y armarse una vivienda”, agregó.
En cambio, Gladys Camargo, miembro activo del movimiento “A mis Hijos no los Tocan”, cree que “toda el proyecto de ley está mal” con alguna excepción. “Desde el comienzo, la ley está discriminando al resto de la población, poniendo a determinadas personas que tienen el mismo derecho que el resto de los ciudadanos sobre los demás”, expresó.
Cuestionó, además, que el texto generalice situaciones puntuales en un determinado grupo social, como puede ser la discriminación por parte de los padres. Dijo que eso no corresponde y preguntó: “¿Cuánta gente hay en situación de calle, adolescentes que se han ido de su casa a vivir en otro lado o familiares que se han independizado? ¿Y cuántos no han estudiado porque no han querido o no les ha gustado, dejándose influenciar por aquí y por acá?”. Según Camargo, “los que se prostituyen, lo hacen por su vida promiscua, no porque no puedan encontrar otro trabajo o estudiar. Es la promiscuidad que los conduce a eso. Es una forma de vivir muy particular que no se puede generalizar a todos. Elegiste eso, no te tocó, lo elegiste”.
Además planteó que ante esta ley “son más vulnerables los niños que los trans” ya que desde la educación formal en la primera infancia “se les está imponiendo una ideología que no pueden razonar ni elegir”.
Camargo explica que “hay dos posturas bien separadas. Los que hablan de que existe género, que son los que quieren enseñar esta ideología; y los que hablan que existen los sexos. Que después decidas cómo usar tu cuerpo, masculinidad o feminidad, es una problemática que la decide la persona. Eso está dentro de sus ideas, es una ideología. No pueden imponer la ideología. Es decir, pueden plantearla y exponerla pero no imponerla. El Estado no puede ser parte de esto. Ahí está lo más criticable y reprobable, que el Estado esté siendo parte de esto”.
Artículos que involucran menores
El gobierno uruguayo tiene una ley que permite el cambio de nombre aunque “está un poco obsoleta en comparación con la normativa internacional. Lo que se busca ahora es que pase a ser de un procedimiento judicializado, (como es actualmente con un delincuente) a que sea un trámite administrativo donde se le haga un seguimiento más práctico, accesible y menos costoso. Buscamos que no demore años para que se dé a conocer su identidad”, planteó Mauri.
En el caso de los menores, Mauri explicó que el proyecto de ley no busca que las cosas sean hechas sin autorización de los padres puesto que, al igual que lo que se propone con respecto a los tratamientos médicos, se da la posibilidad de recurrir a la vía judicial para que dirima. Sin embargo, Mari dijo que “en los casos en los que la persona no tenga acompañamiento familiar, que es gran parte de los casos, es necesario que se le garantice su derecho a vivir su identidad y hacer los tratamientos necesarios a esas personas”.
El gran meollo
La gran base que busca construir el derecho a menores trans es el principio de autonomía progresiva, reconocido e incluido en el Código de la Niñez y Adolescencia de Uruguay. Mauri explicó que “lo que hace esta ley es simplemente explicitarlo y recordarlo, reconocer que a medida que el menor avanza en su proceso de maduración y personalidad, desea tomar determinadas decisiones sobre su propia vida y su propio cuerpo. Eso ya rige y es así”.
Antes de que los menores de edad puedan iniciar cualquiera de los procesos relativos a su identidad de género, el grado de maduración y decisión deberá ser evaluado por profesionales de la salud (entre los que se encuentra un psicólogo y un grupo de médicos) y aprobado por un juez, en caso de no contar con el permiso de sus padres o tutores.
Pese a que Uruguay ratificó el principio de autonomía progresiva establecido por la Organización de las Naciones Unidas, quienes se oponen a este proyecto de ley piensan que no tiene sentido aplicarlo en este caso: “Creo que biológicamente hay un gran avance, y se dice que aún crecemos hasta los 25 años. Hay una evolución que desemboca en la madurez, en lo intelectual, que tendrá que ver mucho con lo que vivan; pero es real desde lo biológico. Desde los derechos hay capacidades que el joven no puede absorber o tomar para resolver porque todavía le falta adquirir un montón de cosas. Teniendo en cuenta que el adolescente no tiene claro un montón de cosas, no puedo pensar que esté en condiciones de decidir cambiar su cuerpo, siendo algo de lo que se puede arrepentir, pero sin vuelta atrás. Le traerá muchísimas consecuencias”, opinó Camargo.
Religión y/o ciencia
Mientras que algunos movimientos opositores al proyecto se declaran como evangélicos o religiosos, otros -como A Mis Hijos No Los Tocan- proclaman no tener banderas políticas ni religiosas. Sin embargo, desde la comunidad LGTBI se plantea que estos movimientos están asociados a grupos religiosos, aunque declaren no tener esta posición.
Varios de los grupos que se presentaron en la Comisión de Población y Desarrollo del Senado plantearon argumentos técnicos, como los de la Asociación Cristiana Profesional que “eran de gente moralista religiosa, con disparates venidos desde un discurso de odio” dijo Mauri. “Supuestamente iban desde lo profesional de la salud”, planteó, al tiempo que señaló: “Un poco rara esa mezcla de un profesional de la salud cristiano. ¿Estás en una iglesia o estás hablando de ciencia? No es lo mismo”.
Desde el punto de vista opuesto, la religión y la ciencia no son opuestos, sino complementarios. Camargo entiende que el Estado le “pasa por arriba a la laicidad, rechaza las ideologías y por eso rechaza la fe como país laico que somos”. Agregó que “algo que nunca van a poder hacer es obligarnos a pensar lo que ellos quieran. Pueden influir, y quieren hacerlo desde la niñez. Una vez que el niño está convencido (de cómo son las cosas en el mundo), es muy difícil que le muevan las estructuras mentales de adulto. Eso es una realidad. Por eso es que cada vez más temprano quieren trabajar sobre la educación de los niños. Se nos critica que tengamos algunos principios y que nuestra moralidad esté firme como para levantarnos y decir que esto no lo compartimos, no lo aceptamos, y no lo vamos a tomar para nuestros hijos. Nuestra decisión tiene que ser respetada porque tenemos los mismos derechos que todos”.
Camargo cuestionó el gran foco que se hace en la religión: “¿Por qué siempre meten a la religión? (La diputada) Verónica Alonso decía que habló con una señora en la manifestación (fuera del Palacio Legislativo), que decía que era totalmente atea pero reclamaba lo derechos como madre. El único argumento que sostienen es que ‘son retrógrados porque van a la iglesia’. A la iglesia la gente va por convicción, no va por obligación y nadie presiona. Vamos a empezar por ahí. El que decide creer en Dios o no creer, es su situación”.
Lo que ha de venir
En los próximos meses se estarán evaluando los puntos más polémicos de este proyecto. Hasta el momento, la oposición solo se mostró contraria a los artículos más polémicos, sin expresar una posición unánime con respecto a todo el proyecto de ley en la Comisión donde se discute. Algunos sectores del oficialismo buscan que el proyecto se promulgue tal cual se presentó, mientras que la mayoría está dispuesta a que sea aprobado con algunas modificaciones referentes a los artículos 5° y 17°, que tratan sobre el cambio de nombre e intervenciones físicas que podrían hacer los menores de edad, sin autorización de sus padres o tutores. Cabe destacar que será una importante victoria para la comunidad LGTBI y sus simpatizantes, la cual servirá como base para avanzar en materia de este tipo de derechos.
Ernesto Morales
El
A grandes rasgos
Para poder entender un poco más acerca de cómo y por qué se elaboró este proyecto de ley, SdR conversó con Nicolás Mauri,
La iniciativa
Detalló que
Cupos
Las acciones afirmativas planteadas parten del “reconocimiento de una situación de desigualdad estructural de oportunidades en las que viven las personas trans”, afirmó Mauri. “No se puede tratar igual a una persona que se está muriendo de hambre o tiene que changar en Bulevar (Artigas) todos los días para tener algo de comer, que a una persona de clase media que tiene la posibilidad de estudiar en una universidad, tener un buen sueldo y armarse una vivienda”, agregó.
En cambio, Gladys Camargo, miembro activo del
Además planteó que ante esta ley “son más vulnerables los niños que los trans” ya que desde la educación formal en la primera infancia “se les está imponiendo una ideología que no pueden razonar ni elegir”.
Camargo explica que “hay dos posturas bien separadas. Los que hablan de que existe género, que son los que quieren enseñar esta ideología; y los que hablan que existen los sexos. Que después decidas cóomo usar tu cuerpo, masculinidad o feminidad, es una problemática que la decide la persona. Eso está dentro de sus ideas, es una ideología. No pueden imponer la ideología. Es decir, pueden plantearla y exponerla pero no imponerla. El Estado no puede ser parte de esto. Ahí está lo más criticable y reprobable, que el Estado esté siendo parte de esto”.
Artículos que involucran menores
El gobierno uruguayo tiene una ley que permite el cambio de nombre aunque “[EM1] está un poco obsoleta en comparación con la normativa internacional. Lo que se busca ahora es que pase a ser de un procedimiento judicializado, (como es actualmente con un delincuente) a que sea un trámite administrativo donde se le haga un seguimiento más práctico, accesible y menos costoso en todo el país. Buscamos que no demore años para que se dé a conocer su identidad”, planteó Mauri.
En el caso de los menores, Nicolás Mauri explicó que el proyecto de ley no busca que las cosas sean hechas sin autorización de los padres puesto que, al igual que lo que se propone con respecto a los tratamientos médicos, se da la posibilidad de recurrir a la vía judicial para que dirima. Sin embargo, Mari dijo que “en los casos en los que la persona no tenga acompañamiento familiar, que es gran parte de los casos, es necesario que se le garantice su derecho a vivir su identidad y hacer los tratamientos necesarios a esas personas”.
El gran meollo
La gran base que busca construir el derecho a los menores trans es el principio de autonomía progresiva, reconocido e incluido en el Código de la Niñez y Adolescencia de Uruguay. Nicolás Mauri explicaó que “lo que hace esta ley es simplemente explicitarlo y recordarlo, reconocer que a medida que el menor avanza en su proceso de maduración y personalidad, desea tomar determinadas decisiones sobre su propia vida y su propio cuerpo. Eso ya rige y es así.”.
Antes de que los menores de edad puedan iniciar cualquiera de los procesos relativos a su identidad de género, el grado de maduración y decisión deberá ser evaluado por un psicólogo y un grupo especializado en profesionales de la salud (entre los que se encuentra un psicólogo y un grupo de médicos) así como y aprobado por un juez, en caso de no contar con el permiso de sus padres o tutores.
Pese a que Uruguay ratificó el principio de autonomía progresiva establecido por la Organización de las Naciones Unidasen la ONU, para los quienes se opositores nen a este proyecto de ley piensan que no tiene sentido alguno que sea aplicarlo en een este caso: “Creo que biológicamente hay un gran avance, y se dice que aún crecemos hasta los 25 años. Hay una evolución que desemboca en la madurez;, en lo intelectual, que tendrá que ver mucho con lo que vivan; pero es real desde lo biológico. Desde los derechos hay capacidades que el joven no puede absorber o tomar para resolver porque todavía le falta adquirir un montón de cosas. Teniendo en cuenta que el adolescente no tiene claro un montón de cosas, no puedo pensar que esté en condiciones de decidir cambiar su cuerpo, siendo algo de lo que se puede arrepentir, pero sin vuelta atrás. Le traerá muchísimas consecuencias.”, opinó Camargo.
Religión y/o ciencia
Mientras que algunos de los movimientos opositores al proyecto se declaran abiertamente como evangélicos o religiosos, otros (–como el de A Mis Hijos No Los Tocan–) proclaman no tener banderas políticas ni religiosas. Sin embargo, desde la comunidad LGTBI se plantea que estos movimientos y asociaciones están asociados a grupos religiosos, aunque declaren no tener esta posición.
Varios de los grupos que se presentaron en la cComisión de Población y Desarrollo del sSenado, presentaron plantearon argumentos técnicos, cóomo los de la Asociación Cristiana Profesional que “eran de gente moralista religiosa, con disparates venidos desde un discurso de odio” dicejo NicolásMauri. “Iban, Ssupuestamente iban desde lo profesional de la salud”, planteó, al tiempo que señaló: “. UUn poco rara esa mezcla de un profesional de la salud cristiano. ¿Estás en una iglesia o estás hablando de ciencia? No es lo mismo.”.
Desde el punto de vista opuesto, la religión y la ciencia no son opuestos, sino complementarios. Camargo entiende que .el Estado le “pasa por arriba a la laicidad, rechaza las ideologías y por eso rechaza la fe como país laico que somos”. Agregó que “algo que nunca van a poder hacer es obligarnos a pensar lo que ellos quieran. Pueden influir, y quieren hacerlo desde la niñez. Una vez que el niño está convencido (de cómo son las cosas en el mundo), es muy difícil que le muevan las estructuras mentales de adulto. Eso es una realidad. Por eso es que cada vez más temprano quieren trabajar sobre la educación de los niños. Se nos critica que tengamos algunos principios y que nuestra moralidad esteé firme como para levantarnos y decir que esto no lo compartimos, no lo aceptamos, y no lo vamos a tomar para nuestros hijos. Nuestra decisión tiene que ser respetada porque tenemos los mismos derechos que todos.”.
Camargo cuestionóa el gran foco que se hace en la religión: “¿Por qué siempre meten a la religión? (La diputada) Verónica Alonso decía que habló con una señora en la manifestación (fuera del Palacio Legislativo), que decía que era totalmente atea pero reclamaba lo derechos como madre. El único argumento que sostienen es que ‘son retrógrados porque van a la iglesia’. A la iglesia la gente va por convicción, no va por obligación y nadie presiona. Vamos a empezar por ahí. El que decide creer en Dios o no creer, es su situación”.
Lo que ha de venir
En los próximos meses se estarán evaluando los puntos más polémicos de este proyecto de ley. Hasta el momento, la oposición solo se mostró contraria a los artículos más polémicos, sin expresar una posición unánime con respecto a todo el proyecto de ley en la Comisión donde se discute. Algunos sectores del oficialismo buscan que el proyecto se promulgue tal cual se presentó, mientras que la mayoría está dispuesta a que sea aprobado con algunas modificaciones referentes a los artículos 5° y 17°, que tratan sobre el cambio de nombre e intervenciones físicas que podrían hacer los menores de edad, sin autorización de sus padres o tutores. Cabe destacar que será una importante victoria para la comunidad LGTBI y sus simpatizantes, la cual servirá como base para el incremento de este tipo de avanzar en materia de este tipo de derechos.