DISCONFORMIDAD, CONTACTO Y COMPROMISO
La reunión tuvo lugar este martes en la tarde noche en el despacho presidencial del Piso 11 de Torre Ejecutiva, unas pocas horas después de que en ese mismo lugar se mantuviera un encuentro entre Mujica y el vicepresidente de Brasil, Michel Temer.
“Nosotros fuimos los que pedimos la entrevista porque estábamos preocupados”, informó a SdR el integrante de Familiares Ignacio Errandonea. Explicó que se acerca la finalización del mandato de Mujica y querían recibir el compromiso de intensificar las acciones del gobierno para obtener información sobre los desaparecidos. “Nos interesaba saber si se iba a seguir trabajando hasta finalizar el mandato”, añadió.
El vocero de Familiares dijo que la organización recibió positivamente la respuesta del presidente. “Se nos dijo que el tema seguía siendo una preocupación del gobierno”, es decir, la búsqueda de los desaparecidos y en especial las tareas de obtener información valedera desde la órbita militar, insumo básico para lograr avances. “Mujica manifestó que en lo que de él dependía, hasta que terminara su mandato se iba a seguir buscando y ese compromiso fue el que fuimos a buscar, eso era lo que nos importaba”, concluyó Errandonea.
Consultado sobre las medidas concretas que se comprometió a impulsar el gobierno para avanzar en la búsqueda de desaparecidos, Errandonea no ahondó en detalles aunque sí señaló que el principal reclamo desde Familiares es “la falta de colaboración de los militares” que no brindan datos fidedignos ni permiten avanzar hacia nuevos hallazgos. “Seguimos reclamando que los militares, que son quienes tienen la información verdadera, deben proporcionarla”, declaró.
Desde Familiares se negó que en la reunión se haya analizado la renuncia del antropólogo José López Mazz como coordinador del equipo de búsqueda, ocurrida hace poco menos de dos meses, luego que la organización le retirara la confianza. “Con el presidente no hablamos de eso”, expresó Errandonea. Sobre el tema, se limitó a manifestar su aprobación al cambio de mando, que ahora se asumió en forma colectiva por los integrantes del Grupo de Investigación en Antropología Forense (GIAF) de la Facultad de Humanidades. “Le brindamos nuestro respaldo y nuestro total confianza” al nuevo equipo coordinador, sentenció.
Pedidos a presidenciables. Desde Familiares también se resolvió iniciar contacto con los futuros presidenciables para interiorizarse sobre sus propuestas en materia de derechos humanos y en particular en la búsqueda de desaparecidos. Errandonea informó que se solicitaron entrevistas con Tabaré Vázquez del Frente Amplio y Luis Lacalle Pou del Partido Nacional, aunque aún no se recibieron respuestas desde los comandos de campaña de los candidatos.
Esta modalidad de entrevistarse con los presidenciables es una práctica en auge durante la actual campaña electoral. Tanto entidades empresariales, organizaciones diversas y sindicatos, reciben a los presidenciables y plantean sus inquietudes sobre temas de su interés. Pero en todos los casos se intenta tener contacto con al menos los cuatro candidatos de los partidos políticos con representación parlamentaria. Pero Familiares decidió reunirse solamente con Vázquez y Lacalle Pou porque son “los que supuestamente pueden acceder a la presidencia”, explicó Errandonea. Así se deja de lado al candidato colorado, Pedro Bordaberry, hijo del ex presidente de facto Juan María Bordaberry (1973-1976), quien fuera procesado en 2006 por varios delitos de lesa humanidad, entre ellos los asesinatos de Zelmar Michelini y Héctor Gutiérrez Ruiz.
“Sabemos que un gobierno que asume debe ocuparse de un montón de cosas, pero no queremos que se pase un año o dos analizando (la política a seguir en materia de Derechos Humanos) y que, mientras, se detenga la búsqueda. Queremos obtener el compromiso de que se siga trabajando como mínimo tal cual es ahora y si se puede mejorar”, concluyó Errandonea.
Estado de situación. Desde 2005, con la llegada del Frente Amplio al gobierno, se registró un cambio en la política de revisión de los hechos ocurridos durante la última dictadura militar y se encomendó la realización de la búsqueda de los restos los desaparecidos al Grupo de Investigación en Antropología Forense (GIAF) de la Facultad de Humanidades. También se creó a nivel del Poder Ejecutivo la Secretaría de Derechos Humanos para el Pasado Reciente.
Hasta el momento, hay 189 desapariciones forzosas confirmadas y otros 35 casos a estudio, pero únicamente se han podido recuperar, como resultado de las excavaciones en predios militares los restos de cuatro personas (Ubagesner Chaves Sosa, Fernando Miranda, Julio Castro y Ricardo Blanco).
El semanario Brecha informó recientemente sobre diversas irregularidades en la búsqueda de los restos, como la omisión de excavar en el predio del Servicio de Material y Armamento (SMA) donde funcionó el centro clandestino de detención conocido como 300 Carlos, pese a existir al menos 18 testimonios ante la Justicia de ex soldados que reconocían enterramientos en el lugar. O la falta de garantías a los testigos que brindan datos, que son filmados por soldados durante las visitas de reconocimiento a los predios.
Pese al panorama poco alentador que surge de analizar lo ocurrido, el vocero de Familiares optó por continuar con una política de no realizar cuestionamientos públicos que viene aplicando desde hace tiempo la organización. “No hemos hecho formalmente una evaluación, pero sí creemos que se han hecho muchas cosas, reconocemos que se ha trabajado e invertido, hubo avances, pero entendemos que los resultados son lentos por la falta de colaboración de los militares”, respondió Errandonea ante la consulta de como evaluaban los resultados en estos diez años de búsqueda.
Sin embargo, pese a no salir en los medios a poner el grito en el cielo por los escasos avances, las últimas decisiones tomadas por Familiares de quitarle la confianza al ahora retirado coordinador del GIAF, José López Mazz, y este pedido de reunión con el presidente Mujica, aportan indicios acerca de una lógica y notoria disconformidad con lo realizado.
Mathías Da Silva