Un grupo de menores se juntan en la puerta del liceo n°42 todas las tardes y generan disturbios, amenazan e insultan a los estudiantes y funcionarios del instituto, intentan ingresar al mismo, ponen cadenas en las puertas, tiran piedras y asustan con dos perros pitbull. Verónica Delgado, madre de un estudiante, sentenció a El Observador que la dirección del liceo pidió que se extendiera la guardia del servicio 222 de 15 a 20 horas, pero la respuesta fue que no tenían personal disponible para cubrir ese intervalo.
Frente a esto, acudieron a la Seccional 15, donde les brindaron guardia policial a través de la Comunidad Segura durante dos semanas.
Los padres, preocupados por la situación, mandaron una carta a la Directora General de Secundaria, Celsa Puente, para buscar alguna solución. La inquietud de los padres tuvo una repercusión casi instantánea. Se coordinó una reunión para el día siguiente en el liceo.
La Directora del liceo, Beatríz García Montejo, consultada por Sala de Redacción, declaró que las agresiones de este grupo de menores venían desde hace ya mucho tiempo, pero que en el último año se agravaron. Incluso dos veces lograron ingresar al instituto: una vez por la parte trasera y otra vez por la puerta principal cuando el portero no estaba. En ambos casos, se llamó al Comisario de la Seccional 15 y al 911, que fueron al lugar de inmediato.
En cuanto a la reunión llevada a cabo el viernes 6 de junio, García Montejo dijo que se acordó una solución entre el Ministerio del Interior y el Consejo de Educación Secundaria. El liceo contará con guardia policial en los dos turnos, desde las 8 a las 19:15. Tanto el lunes como el martes el liceo estuvo custodiado por un funcionario de la Seccional de la zona, desde las 14 a las 19:15. La guardia del servicio 222 comenzó el miércoles en la tarde.
Cuando fue interceptada por el grupo de padres, Celsa Puente declaró a Subrayado que es “una actitud simplista señalar solamente la responsabilidad de la institución en este asunto”, por su parte, la consejera Ema Zaffaroni declaró al mismo medio que “estos son temas que van más allá de lo que puede solucionar Secundaria”, e invitó a la comunidad a “reflexionar juntos sobre nuestros derechos, deberes, responsabilidad y sobre nuestras posibilidades de trabajar en un barrio”.
Consultada por estas declaraciones, Beatríz García Montejo dijo a Sala de Redacción que a nivel del barrio no se tomaron medidas para este asunto. Los que se movieron para solucionar el problema fueron los padres de los estudiantes y la Red Educativa, conformada por la Facultad de Ciencias, el liceo, la UTU y escuelas de la zona, que tratan los temas de seguridad.
En cuanto al grupo de menores, declaró que desde el viernes no han vuelto a juntarse en la puerta del liceo. El lunes se pudo ver a uno solo de ellos, pero sin generar mayores inconvenientes.
Agustina Reina