El empuje de Marine Le Pen. Foto: diariojudio.com

La líder del Frente Nacional, la francesa Marine Le Pen, logró un importante triunfo en las elecciones europeas consiguiendo en Francia alrededor del 25% de los votos, por delante del conservador UMP (Unión por un Movimiento Popular) que sumó 20%, mientras que el Partido Socialista quedó relegado al 13% de los votos.
Por su parte, el primer ministro italiano, Matteo Renzi, al frente del Partido Democrático, fue el gran ganador de la fecha ya que superó el 40% de los votos, algo histórico en Italia. Bepe Grillo con su Movimiento 5 Estrellas quedó relegado a un sorpresivo 21%, mientras que Forza Italia y Liga Norte consiguieron el 17% y 6% de los votos, respectivamente.
Sin embargo, ambas victorias suponen objetivos radicalmente opuestos. Le Pen llegó al primer lugar de las elecciones en su país con la bandera del euroescepticismo, impulsando la salida de Francia de la Unión Europea, y con la intención de imponer un fuerte control en la inmigración.Esta victoria le da el respaldo que necesitaba para que Francia se aleje definitivamente de la UE.
Luego de conocer los resultados finales, Le Pen le exigió al presidente francés, François Hollande, la disolución de la Asamblea Nacional y que se convoque elecciones legislativas. “El presidente de la República debe tomar las medidas que se imponen para que la Asamblea vuelva a ser nacional, representativa del pueblo”, exclamó la líder del Frente Nacional.
Además insistió en su intención de alejarse de la UE : “Los franceses no quieren seguir siendo dirigidos desde fuera, someterse a leyes que no han votado y obedecer a comisarios que no se han sometido al sufragio universal”, explicó la mandataria.
En una entrevista con la revista alemana Der Spiegel, Le Pen arremetió con más fuerza aún contra la UE;  expresó  que: “Lo que quiero destruir es la Unión Europea, no a Europa”
Así como Francia busca separarse de la UE, Italia, con Renzi a la cabeza, asumió el primero de julio la presidencia de turno de la Unión Europea. Matteo Renzi, que en tan solo 80 días pasó de ser alcalde de Florencia a primer ministro, manifestó que “Italia existe, Italia es más fuerte que los miedos que la atenazan y será capaz de influir en Europa”. “Ha llegado la hora de cambiar la UE”, agregó.
Afirmó que una de sus principales reformas será cambiar la política económica que rige actualmente en la UE: “Europa debe cambiar su política económica que lleva desarrollando en los últimos años, que está claro que no ha combatido el paro causado por la crisis. En Italia hay una desocupación sin precedentes. O se aprueba una nueva reforma laboral o no habrá salida”, expresó el líder del Partido Democrático italiano.
Otro de los asuntos de importancia que manejó Renzi fue la presidencia de la Comisión Europea, que tiene como mayor candidato a Jean-Claude Juncker, ex primer ministro de Luxemburgo, pero sigue sin contar con un apoyo unánime. “Juncker es uno de los nombres, pero no es ‘el’ nombre”, afirmó Matteo Renzi.
Este tema se tratará a fondo en la próxima reunión del G-7 afirmó el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, que aprovechará la presencia de referentes políticos como Renzi, Merkel, Hollande y Cameron.
Agustín Prieto

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