Por la penúltima fecha del Torneo Clausura, Nacional recibió en su casa del Parque Central al ya descendido Miramar Misiones en una cálida tarde de sábado, donde las mamás de los jugadores tricolores fueron las mascotas del encuentro.
Desde el comienzo cuando el encargado de impartir justicia, Leodán González, pitó el inicio del partido, el locatario se lanzó encima de su visita buscando que la redonda cruzara la línea de gol. Con mayor claridad e ideas, generando un mejor juego, haciéndolo dinámico, abriendo la cancha y jugando por las bandas, Nacional fue más y propuso más mientras que un tímido pero ordenado Miramar esperaba poder tener alguna situación clara mediante un contragolpe.
Antes de caer al minuto 30 del primer tiempo, luego de una jugada polémica en el área visitante, Nacional pudo abrir el marcador mediante una jugada de pelota parada en la que Gastón Pereiro saltó muy bien y pudo conectar con el balón el cabezaso que venció a Berbia, abriendo así el tanteador y dando tranquilidad a los hinchas del bolso que de a poco comenzaban a mostrarse un poco impacientes.
Después del primer gol, con La Banda del Parque alentando sin parar desde la tribuna Abdón Porte, Nacional se mantuvo más tranquilo y fue llevando el primer tiempo hacia su final, jugando con toques cortos sin generar una gran profundidad. Por su parte el “cebrita”, con muy poco peso ofensivo salvo algún intento del “Rifle” Pandiani, se limitaba a esperar.
Comenzado el segundo tiempo, los de La Blanqueada se fueron a cerrar el partido sin pisar el acelerador a fondo, con un rival que solo lo esperaba, con algo más de firmeza que en los primeros 45. El primer tercio del segundo tiempo transcurrió sin grandes emociones, hasta que en el minuto 60 Matías Lazo dio tremendo patadón a un jugador albo contra la línea de lateral frente a la tribuna Atilio García, instancia que generó su expulsión con roja directa que provocó que todo el equipo de Miramar se viniera sobre el árbitro González a reclamar, y que desencadenó que el golero Berbia se volviese bajo los tres palos recibiendo el cartón amarillo.
Inmediatamente el local aprovechó el momento caliente de Miramar, que no estaba jugando y bien y terminaba de desorbitarse, y se encargó de sellar el triunfo con goles de Pereiro (su segundo personal) y de Carlos De Pena.
Luego de marcado el tercer tanto, Nacional se encargó de tener el balón en sus pies dejando correr los minutos para finalizar el trámite, mientras que Miramar tímidamente buscaba algún regalito que le permitiera así marcar el gol de la honra. Lo más cerca que estuvo, fue un tiro de del “Rifle” al segundo palo, que pasó a centímetros de este y no fue suficiente para vencer a Munúa.
Nacional goleó, los puntos quedaron en el Parque, y sigue en la lucha para meterse en la próxima Libertadores.
Federico Correa

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