EN TU NOMBRE

Cartel homenaje a Luisa Cuesta en la marcha. Foto SdR/Sheila Baptista.

Esta vigésima Marcha del Silencio fue la primera en la que Luisa Cuesta no se hizo presente debido a su estado de salud. “Esta mujer se ha convertido en un símbolo con una fuerza enorme, además es parte de la memoria colectiva del país. Sin dudas su trayectoria merece ser señalada y hoy aún más debido al problema de salud que le impide participar en la marcha. Todo el camino de militancia, sacrificio, coherencia y lealtad recorrido por esta señora es emocionante. La tenemos en el corazón, es como la proa de un barco habitado por todos”. Así describió Daniel Viglietti en diálogo con Sala de Redacción a Luisa Cuesta.


El acto se llenó de pancartas en apoyo a esta referente de la lucha social uruguaya y quedó así demostrado el afecto que la ciudadanía tiene por esta figura pública.
El pasado 6 de mayo Cuesta, de 95 años de edad, fue internada de urgencia en el Casmu, tras sufrir su segundo accidente cardiovascular en dos años, del que no ha logrado sobreponerse. Esta afección le ha impedido participar este 20 de mayo de la vigésima Marcha del Silencio organizada por Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos, agrupación que la tiene como una de sus máximos referentes. Aunque clínicamente se encuentra estable, su estado es delicado debido a su avanzada edad y a las complicaciones cardiovasculares. Además, según indicaron familiares y amigos Luisa, tiene un estado de senilidad avanzado que le impide seguir militando.
En junio de 1973 fue detenida por la dictadura militar uruguaya y fue recluida hasta fines de mayo del 74 en el “Batallón de Infantería Numero 5” de Mercedes. Cuando recuperó su libertad se exilió primero en Argentina, luego en Francia y Holanda. Desde 1976 trata de averiguar el destino de su hijo Nebio Melo, desaparecido en Argentina. Volvió a Uruguay en 1985 y se ha convertido en uno de los emblemas del movimiento de Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos. Además, por su trabajo como activista social fue nombrada en 2012 Ciudadana Ilustre de la ciudad de Montevideo y dos años después recibió el título de Doctor Honoris Causa de la Universidad de la República, entre otros galardones obtenidos.
Para Ignacio Errandonea, vocero de Familiares, la salud de Cuesta es un tema relevante no solo por el peso que tiene su figura en la lucha por Verdad y la Justicia, sino también por la amistad que los une. “La conozco desde 1978 cuando nos empezamos a agrupar en el exterior, es como de mi familia y espero que pronto pueda regresar a su casa. Siento que desde su cama nos acompaña en la marcha”, agregó.
Por su parte, Matilde Severo Barreto, dirigente de la asociación, manifestó que “Luisa nos da fuerza en los momentos difíciles, es una luchadora incansable. Sin dudas la marcha no es lo mismo sin ella, pero la vida es así y hay que apoyarla en este difícil momento. En 2014  estuvo presente hasta la mitad de la marcha pero este año no pudo asistir debido a su estado de salud y va a ser muy difícil que vuelva a militar”. La activista agregó que de la primera generación de padres directos de desaparecidos quedan vivos cuatro o cinco y Luisa es una de ellos.

Un pueblo dijo presente
Miles de uruguayos se hicieron presentes en esta nueva edición de la Marcha del Silencio para recordar a las víctimas del terrorismo de Estado desplegado por la dictadura uruguaya entre 1973 y 1985.
Detrás de una gigantesca pancarta con la consigna “¡Basta de Impunidad, Verdad y Justicia!”, los familiares de las víctimas portaron carteles con los rostros de los más de 200 desaparecidos, seguidos por militantes de diversas agrupaciones, estudiantes, figuras de renombre y público en general, con una inusual presencia de adolescentes. El recorrido fue de 15 cuadras y duró aproximadamente 90 minutos finalizando en la plaza Cagancha, donde el público dijo “presente” al oír la lista con los nombres de cada uno de los desaparecidos. A su vez, sincrónicamente a la evocación sonora, en las pantallas del Diario Oficial se veía la imagen de cada una de las víctimas.
El acto finalizó con la multitud cantando a coro el himno nacional uruguayo y un cerrado aplauso que retumbó en todos los rincones del centro de Montevideo.
¡Basta de impunidad, verdad y justicia!
Esta fue y será la consigna de los 20 de mayo en Uruguay hasta que no se brinden respuestas por parte del gobierno a los pedidos de estas organizaciones sociales. Al respecto, Matilde Severo Barreto opinó que “la justicia uruguaya está totalmente atrasada, con una ley que está impidiendo el avance de las investigaciones sobre los desaparecidos, el esclarecimiento de la verdad y el enjuiciamiento de los culpables”.
Con respecto a las responsabilidades en el avance de las investigaciones, Severo Barreto manifestó que “nosotros juzgamos a las tres ramas de las fuerzas armadas y al Estado por igual; las fuerzas armadas dependen del presidente de la República. El Estado es tan responsable como el Ejército por el no esclarecimiento de la verdad”.
Por otra parte, Ignacio Errandonea se mostró optimista con respecto al decreto que emitió el Estado formalizando el Grupo de Trabajo por Verdad y Justicia. Sostuvo que “me alienta que el presidente Tabaré Vázquez manifestara que la información recabada por la comisión será de fácil acceso a la población civil”. El segundo aspecto que le pareció importante es que “se va a trabajar sobre todo el universo de víctimas del terrorismo de Estado”. Por ultimo señaló que “el hecho de que el presidente presentara esto como un compromiso personal, me da una luz de esperanza sobre el funcionamiento del Grupo de Verdad y Justicia”.
Huidobro, el malo de la película
El ministro de Defensa Nacional Eleuterio Fernández Huidobro se ganó duras críticas, tanto de Matilde Severo Barreto como de Ignacio Errandonea, por las declaraciones vertidas en el acto del Día del Ejército sobre la estigmatización que algunas organizaciones sociales y de derechos humanos harían sobre los militares.
Errandonea declaró estar acostumbrado a los dichos del ministro e indicó que “esas generalizaciones que hace para ensuciar la cancha no le hacen bien a su imagen”. Además, desafió a Fernández Huidobro y al jefe del Ejército, Guido Manini, a que digan en qué han mentido Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos. “¿No será que están tratando de ocultar algo?”, se preguntó.
Por su parte, Matilde Severo Barreto aseguró que “como grupo seguimos juzgando a las tres Fuerzas Armadas porque todavía no hay justicia, para nosotros son culpables. Por más estigmatización a la que se refiera el ministro, como familiares seguimos exigiendo Verdad y Justicia”.
Juan José Barboza

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