“La ley de cuarentena obligatoria exhortaría a las personas a volver a sus domicilios, nosotros no tenemos esa posibilidad”. La frase corresponde a Eduardo Cabrera, uno de los voceros del colectivo Ni Todo Está Perdido (Nitep), organización fundada a finales de 2019 que nuclea a las personas en situación de calle con el objetivo de enfrentar el contexto de vulnerabilidad y fomentar las posibilidades de desarrollo. Fue su respuesta ante la pregunta de Sala de Redacción sobre la posibilidad de que se decrete una cuarentena obligatoria.

Desde que comenzó a regir la emergencia sanitaria nacional el 13 de marzo, cuando se confirmaron cuatro casos de Covid-19 en Uruguay, las más de 2 mil personas en situación de calle en Montevideo han sido el objetivo de diversas medidas adoptadas por el Ministerio de Desarrollo Social (Mides).

En una primera instancia, según lo relató Cabrera, desde Nitep plantearon la necesidad de llevar a cabo cuatro soluciones puntuales: “albergar a la población de riesgo (adultos mayores de 65 años e inmunodeprimidos); garantizar las condiciones higiénicas de estos albergues; abastecer a los refugios de comida; y mantener los refugios abiertos las 24 horas”.

A través de la Dirección Nacional de Protección Integral en Situaciones de Vulneración, durante las semanas pasadas el Mides alojó a más de 300 personas que distribuyó en cuatro centros generados para la ocasión. Entre el listado de dispositivos que funcionan las 24 horas se incluyen las instalaciones de la Comisión Administradora del Field Oficial (CAFO), del Palacio Peñarol, de la Asociación Rural del Uruguay y un hotel céntrico, con las que se cubrió la demanda proveniente de la población de riesgo en situación de calle.

“El problema es que fuera de esa situación quedan alrededor de 1.800 personas”, sostuvo Walter Ferreira, coordinador del Centro Cultural Urbano (dirigido a personas en situación de calle) y uno de los colaboradores que trabaja junto a Nitep. Esta población continúa haciendo uso de los albergues que funcionan únicamente durante la noche, mientras que el resto del día “se encuentran en un no lugar permanente”, añadió Ferreira.
Desde el colectivo y las distintas instituciones se busca generar dispositivos diurnos con el fin de enfrentar esta coyuntura. Ferreira informó que “la idea es generar esta semana un circuito de cuatro lugares y también generar circuitos en algunas plazas con la Junta Nacional de Drogas”, medidas que aún no han sido confirmadas.

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