Esta situación actual del país por el coronavirus no ayuda, creo que ya veníamos muy atrasados en la profesionalización del fútbol femenino pero lo poco que habíamos avanzado, nos lo tiró para atrás”, dijo a Sala de Redacción Lourdes Viana, jugadora y referente de Peñarol.

Cuando se habla de fútbol en el territorio nacional se piensa en mucho más que en la práctica de un deporte. Es un evento que reúne sentimientos y pasiones, que no entiende de edades ni de géneros y que, aunque muchas veces se lo intente negar, forma parte del imaginario social uruguayo.

Actualmente todos los campeonatos están en stand by pero el fútbol profesional de primera división ya finalizó el operativo de sanidad estipulado y este lunes comenzó el entrenamiento de todos los clubes con estricta reglamentación sanitaria. Está previsto que la competición reanude el 15 de agosto aunque se maneja la posibilidad de adelantar la fecha. Pese a que las miradas están puestas en el profesional, el fútbol femenino aún se encuentra a la espera de medidas sanitarias y de la fecha para retomar los entrenamientos. El protocolo no ha sido comunicado ya que la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) todavía trabaja en él, contó a Sala de Redacción Valentina Prego, presidenta del Consejo de Fútbol Femenino de la AUF.

Mismo deporte, distintas realidades

Si bien es cierto que en los últimos años la participación femenina en este deporte ha ido en ascenso en el país y que los campeonatos cada vez son más exigentes, la realidad es que por ser amateur no cuenta con suficientes recursos. Esto incide en este momento porque las medidas sanitarias del protocolo que se está elaborando serán adaptadas en función de las condiciones de las instituciones. Prego afirmó que el protocolo tendrá características diferentes al que se aplicó en primera división porque los clubes femeninos no cuentan con tantos recursos humanos como para garantizar la presencia de un médico y de un oficial de cumplimiento en todas las prácticas, de un referente sanitario, y no es tan sencillo tener una sala de sanidad adaptada ni utilería con todos los materiales individualizados. Por todo eso, explicó que “estamos pensando en alternativas que se basen más en el cuidado individual de cada jugadora y no tanto en lo que recae en la estructura de la institución”.

Las medidas en las que se trabajan, detalló Prego, irán por el lado de la higiene de los materiales antes y después de utilizarlos; procurarán que no haya grupos grandes de personas en espacios cerrados; el tratamiento de la ropa será individual y ya no grupal, y los traslados a los entrenamientos serán controlados. “Son un montón de cosas que, así como estamos tratando en el resto de las áreas, en el deporte tiene otras especificidades”, dijo.

Si la situación sanitaria del país continúa controlada y con las precauciones necesarias, la AUF estima que el Campeonato Uruguayo Femenino retome la actividad entre agosto y setiembre.

Dos grandes y la rutina en pandemia

Viana contó que en marzo, cuando se suspendieron los entrenamientos presenciales, fue difícil hacer las rutinas a través de una pantalla porque “tener que correr veinte metros y hacerlo con el celular en la mano a veces se hacía complicado; ahora por suerte la llevamos mejor”, reveló.

Del mismo modo, Juliana Castro, jugadora y goleadora de Nacional, relató que si bien en un inicio las prácticas virtuales eran algo novedoso para el plantel, rápidamente se volvió rutinario, pero que lo que quiere “es la pelota, el roce, jugar al fútbol, entrenar en pasto y estar con las compañeras”.

En cuanto al protocolo, ambas jugadoras consideran que será diferente al que se le presentó al sector masculino, debido a la lejanía de ambas competiciones a nivel económico. Viana afirmó que, en caso de que se pretendan hacer hisopados, el fútbol amateur no tiene cómo amortiguar el gasto, por lo que se buscarán alternativas que se adecuen a sus condiciones. Castro dijo que la ayuda tiene que venir sí o sí de la AUF porque para los clubes es inviable costear estos controles.

Al hablar de contextos diferentes, es imposible no mencionar el largo proceso que lleva el fútbol femenino en Uruguay. El primer campeonato se desarrolló por primera vez en 1996 y en setiembre cumplirá 24 años de historia, sin embargo, hasta hoy cuesta mucho trabajo posicionarse con firmeza, tanto es así que aún no es profesional en el territorio nacional.

Profesionalización, tan lejos y ¿tan cerca?

Ambas delanteras no dudaron en afirmar que ven a la profesionalización como algo lejano, más aún con la situación que atraviesa el país.

La referente de Peñarol dijo que la llegada de la pandemia afectó al fútbol femenino no solo a nivel nacional sino internacional, ya que toda la relevancia y el gran ascenso que había tomado en el último tiempo, está en pausa. Además, afirmó que en Uruguay hay mucho atraso para implementar cosas nuevas y puso como ejemplo el clásico femenino Peñarol-Nacional de 2019 que se hizo a puertas abiertas. “Estamos hablando de que un espectáculo de fútbol femenino llevó de golpe cinco mil personas, algo tiene que decir eso, el negocio está. A veces pienso cómo cuesta un poquito que la gente ‘de arriba’ abra un poco la cabeza”, expresó.

Viana planteó, también, la lejanía que hay entre un fútbol amateur y el profesional al decir que cualquier agencia del exterior puede llegar, pedir una jugadora y llevársela gratis porque, al no tener ningún tipo de formalidad y contrato con el club, tiene la libertad de hacerlo. “Si no ven que se están llevando jugadoras de la nada tampoco creo que vayan a hacer énfasis en otros aspectos en los que puede avanzar el femenino y ahí nos damos cuenta de lo lejos que estamos”, reclamó.

No obstante, la delantera aurinegra manifestó que nota un cambio con respecto a lo que pasaba antes: “hoy veo que me prestan el Campeón del Siglo y me sorprendo mucho y agradezco que suceda, pero no me puedo quedar sólo con eso porque si no, no avanzo”.

Castro opinó que el camino hacia la profesionalización del fútbol femenino lo ve más lejos que antes y dijo que, pese a que Nacional tiene una estructura firme, este no es el escenario de todos los clubes. “Somos conscientes de que llegará pero claramente no en un año sino que en varios”, lamentó. Concluyó, no obstante, que las jugadoras que están hace años en este deporte ven grandes cambios: “eso me enorgullece muchísimo porque las niñas que vengan van a tener otra estructura para poder practicar este deporte tan hermoso y estoy contenta de que los clubes y la AUF empiecen a apoyar lo que es fundamental”.

Sobre este tema, Prego afirmó que no cree que un proceso tan permanente como el fútbol femenino sea frenado definitivamente por una pandemia. Probablemente tengan que postergar objetivos que se había planteado el Consejo de Fútbol Femenino de la AUF para este año, “no para que desaparezcan sino para adaptarlos a los tiempos de ahora dentro de lo que sea posible”, finalizó.

Espacio en la prensa

Para tener una perspectiva periodística sobre la visibilidad que se le da al fútbol femenino en los medios de comunicación en Uruguay, Sala de Redacción se comunicó con Patricia Pujol, periodista que se especializa en este deporte desde 2007. “La verdad es que antes no circulaba tanta información sobre el fútbol femenino, ahora con las redes sociales una accede a la información y la difunde mucho más rápido”, comparó. A pesar de que las noticias circulan de otra manera, Pujol considera que es notorio el desbalance entre la información sobre el fútbol jugado por hombres y el jugado por mujeres. “Si te ponés a pensar en los deportes, no solamente el fútbol, es mucho más común ver noticias sobre hombres que sobre mujeres”. Agregó que, a nivel internacional, se notan muchas diferencias porque al haber más apoyo, hay un negocio que mueve mercados y otros niveles de competencia.

Además, dijo que las noticias sobre el campeonato femenino no son constantes sino que aparecen de acuerdo a ciertos sucesos que ocurren, como la amplia repercusión de los inconvenientes que provocaron hinchas afuera del Gran Parque Central, luego de que terminó uno de los clásicos de 2019. “Peñarol, Nacional y la AUF que impulsaron todo lo que pasó, se dieron cuenta de que hay un montón de gente interesada en el fútbol femenino, aunque creo que todavía esa mirada no está puesta en los grandes medios y como no es profesional no se les da un impulso”, criticó Pujol.

Ya que hoy las miradas están puestas en el reinicio de la actividad masculina y no se han visto muchas noticias sobre el arranque del fútbol amateur, Pujol consideró que a raíz de la emergencia que vive el país, ve más lejano que tome más relevancia y visibilidad. “Me llego a imaginar gurisas que van a dejar de jugar porque es un esfuerzo tan grande el que hacen, ya que al ser amateur tienen que considerarlo todo, creo que ese va a ser un impacto muy grande que lo vamos a ver a lo lejos”, vaticinó.

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