La expresidenta anunció que Alberto Fernández encabezaría la fórmula presidencial para competir en las elecciones primarias (PASO) de junio. Y que ella misma lo seguiría como vicepresidenta. Tras una larga incertidumbre sobre su futuro político, la ex mandataria sorprendió a militantes y dirigentes con una decisión que descoloca al oficialismo.
“Fue una medida inesperada. No había nadie más allá del círculo más íntimo del kirchnerismo que supiera que esto iba a suceder”, dijo a Sala de Redacción el politólogo Mauro Casa luego del anuncio del pasado sábado. El tema se ha vuelto central en la discusión pública argentina, justo cuando Cristina Fernández debe sentarse en el banquillo de los acusados por la primera causa de corrupción que enfrenta.
Si bien “el efecto primario fue de impacto, ahora hay que ver cómo se traduce ese impacto en votos”, señaló Casa. La elección de Alberto Fernández, quien fuera jefe de gabinete del expresidente Néstor Kirchner (2003 – 2007) y del primer año del mandato de la propia Cristina (2008), apunta a consolidar la unidad del peronismo en un único frente electoral. “La única forma de evitar una reelección de Mauricio Macri es con un peronismo unido”, señaló Casa, quién recordó el fracaso electoral de Cristina en 2017 cuando perdió en los comicios legislativos frente al oficialista Esteban Bullrich.
“Ese fue un testeo. Sin el resto del peronismo, no logró un buen resultado”, explicó Casa. Si bien en esa elección obtuvo una banca en el senado argentino, fue su primera derrota personal luego de dejar el poder en 2015. Su menguada performance electoral da cuenta del “techo de Cristina”, expresó Casa. “Hay un dilema: sin el kirchnerismo no se puede derrotar a Macri, pero sólo con el kirchnerismo no alcanza”, explicó el politólogo.
Fernández de Kirchner apunta de este modo a competir en la interna peronista, que se disputará en junio. Se espera que entonces enfrente a alguno de los candidatos de Alternativa Federal, un amplio sector del peronismo provincial que detenta varias gobernaciones y la segunda bancada del Senado. En esa “ancha vía del medio”, destacan los nombres de Sergio Massa y Roberto Lavagna, que ya habían anunciado su intención de competir. “La apuesta de Cristina es traerlos para adentro” de su espacio, señaló Casa. La fórmula que triunfe en las PASO disputará las elecciones generales en octubre, donde se espera que el actual presidente Mauricio Macri compita por su reelección.
“Para Macri es un problema. La estrategia comunicacional de Cambiemos era agitar la grieta y su único mensaje era ‘que no vuelva Cristina’”, sostuvo el académico. En el marco de una recesión agravada por la alta inflación y el desempleo, el mandatario deberá reformular su estrategia electoral tras el anuncio de Fernández de Kirchner. “No tienen logros para mostrar. Lo único que tienen es ‘el cuco de Cristina’”, sentenció el politólogo.