En medio de la emergencia sanitaria generada por el coronavirus, al menos por unas horas, otro tema copó el debate público luego de una respuesta del presidente de la República, Luis Lacalle Pou, en una conferencia con periodistas del interior para hablar sobre las medidas del gobierno en el marco de la pandemia. El lunes, Lacalle Pou dijo que cuando fue legislador manifestó su “voluntad contraria” a la despenalización del aborto en Uruguay. “Tenemos una agenda pro vida que estoy seguro que todos los que estamos acá compartimos, sin perjuicio de lo que hayamos votado en la [convocatoria a un referéndum para derogar la Ley de] Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE)” en 2013, continuó el mandatario.  

La despenalización del aborto está vigente en el país desde 2012, cuando se aprobó ley Nº 18.987 de IVE. No obstante, meses después, integrantes de la entonces oposición comenzaron una recolección de firmas para derogarla, que culminó con un pre referéndum que no alcanzó el mínimo de 25% de adhesiones necesario para someterlo a votación. Al haber tocado el tema como presidente siete años después, Lacalle Pou volvió a ponerlo en foco del debate en las redes sociales.

En alerta

Camila Furquere integrante de Colectiva Violeta, organización feminista que surgió en 2018 en La Paz, Canelones, dijo a Sala de Redacción que como agrupación consideran que las palabras del presidente reflejan claramente su orientación en el tema, así como la del Partido Nacional. También hizo referencia al posicionamiento del ministro de Salud Pública, Daniel Salinas, que manifestó que la ley de IVE está vigente y va a ser cumplida, pero señaló que el gobierno “desestimulará” los abortos, según declaraciones recogidas por Radio Uruguay al día siguiente de la conferencia del presidente. La militante feminista consideró que las declaraciones del ministro son “gravísimas”, ya que es “un personaje fundamental en la gestión de la ley”. 

La integrante de Colectiva Violeta entendió que el discurso del gobierno vulnera uno de los derechos fundamentales de la mujer: decidir sobre su propio cuerpo. “La violencia simbólica fomentada durante los discursos e incluso la generación de ese espacio para expresar su postura, independientemente de si lo buscaron o no, es una vulneración de nuestros derechos y de nuestra posición como mujeres frente a la ley”, enfatizó Furquere.

En su página de Instagram, el colectivo realizó una publicación, que fue compartida más de 13.000 veces, a través de la que repudiaron las palabras del presidente sobre el tema. Al respecto, Furquere manifestó que recibieron “un montón de comentarios y mensajes directos violentos” y reflexionó que se siguen repitiendo conductas agresivas por una lucha que “nos pertenece”. La organización está especialmente preocupada por el hecho de que la ley no vaya a ser derogada ni modificada, ya que el gobierno dice no avalarla: “Un gobierno de derecha y de coalición nos vulnera como mujeres y más aún como mujeres pobres”, puntualizó Furquere. Para la activista, en los próximos meses será fundamental realizar campañas en redes sociales y reforzar el trabajo en los colectivos feministas “sobre todo en el interior, porque en la capital está mucho más reforzado”.

Sin riesgo de marcha atrás

Sabrina Rivero y Maria José Fernández, cofundadoras de la organización feminista Liga de Liberales Asociadas (Lila), consideraron que la postura del gobierno respecto al aborto no afecta al movimiento porque “es algo que ya está laudado”. También entendieron que no está mal volver a poner el tema en agenda, pero advirtieron que las mayorías deben ser respetadas, en alusión a la decisión de dejar firme la ley de IVE.

Fernández opinó que, si bien el presidente tiene postura respecto al tema, “no se trata de una figura presidencial que vaya a interponer sus intereses personales, como, por ejemplo, pasó con Tabaré Vázquez” cuando en su primer mandato vetó la despenalización del aborto que había sido votada en el Parlamento. De todas formas, la activista reconoció que el término pro vida tiene una connotación negativa debido al debate que se dio en Argentina sobre el tema hace poco tiempo. 

“La educación sexual tiene que abarcar mucho más que lo reproductivo. Yo soy amiga del director del Instituto Nacional de la Juventud (INJU) [Felipe Paullier] y sé que hay una idea de ir por la salud sexual y reproductiva. No es solamente lo que dice el presidente. Si bien es el líder del barco, debajo hay muchas otras opiniones que también hacen fuerza y son muy interesantes”, agregó Rivero. “Las mujeres que están en cargos de decisión en el gobierno, como Beatriz Argimón en la vicepresidencia y Mónica Botero en el Instituto Nacional de Mujeres, tienen una postura muy clara y fuerte respecto a este tema. Desde el gobierno se toma en serio la palabra de estas referentes”, manifestaron las cofundadoras de Lila. En ese sentido, Rivero se mostró tranquila sobre que en Uruguay hay muchos avances en el tema y no cree que se retroceda.

Las integrantes de la organización ven el lado positivo de que el tema se haya colocado nuevamente en la agenda, ya que consideran que nunca se está a tope en materia de libertades y derechos: “Tiene que seguir estando en discusión porque la educación en salud sexual y reproductiva no es algo a lo que todo el mundo tenga acceso. Tiene que estar en la agenda del gobierno entrante”, concluyeron.

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