La Organización Nacional de Fútbol Infantil (ONFI) oficializó, a través de su sitio web, el protocolo sanitario para el regreso a la actividad. Desde la organización se estima que si la situación epidemiológica del país se mantiene estable, para mediados de setiembre se reanudará el campeonato de manera regular. Sala de Redacción dialogó con el presidente de la Organización, Eduardo Mosegui, quien comentó: “Calculo que a mitad de setiembre vamos a tener fútbol infantil en muchas de las ligas”.

El protocolo se elaboró en base a la realidad del fútbol infantil en Uruguay, que comprende a instituciones con infraestructuras adecuadas a la nueva normalidad pero también a otras con grandes carencias. Mosegui explicó a SdR que hay instituciones que no reúnen las capacidades mínimas de cumplimiento y por ende no podrán arrancar a jugar. “No quiere decir que porque haya un protocolo se habilite a jugar en todos lados. Hay un protocolo para cumplir, y lo que tienen que hacer las instituciones es adaptarse”, agregó.

Para la elaboración del protocolo se tomó como base el documento aprobado por la Asociación Uruguaya de Fútbol para el retorno de la actividad profesional. A su vez, trabajaron junto a la Secretaría Nacional del Deporte, incluyeron visiones del Ministerio de Salud Pública y sugerencias de las diferentes ligas que conforman ONFI.

En detalle

El protocolo se estructura en cuatro fases de dos semanas cada una. La fase cero, ya culminada, se orientó a relevar el estado de salud de los niños y de su núcleo familiar. El pasado 3 de agosto, con el regreso de los entrenamientos, inició la fase uno, que incluye ejercicios con pelota pero aún sin contacto físico. Durante la fase dos y tres se intensificarán los trabajos, con la posibilidad de acortar la distancia entre jugadores y de disputar partidos amistosos. La última fase significaría el retorno oficial de los campeonatos.

El protocolo hace hincapié en un constante control sanitario por parte de las instituciones. Para llevar a cabo este cometido, se creó la figura del Oficial de Cumplimiento Sanitario, ejercida por el presidente o secretario de cada club. Su función será mantener una comunicación constante con todos los actores de la institución para detectar a tiempo cualquier posible caso de coronavirus y regularizar que las etapas se ejecuten en tiempo y forma.

El cumplimiento requiere un acondicionamiento total de los espacios deportivos. Los vestuarios no podrán ser utilizados hasta la fase dos y se deberá hacer una desinfección constante de los materiales de entrenamiento -el club es el que deberá adquirir los productos de limpieza-. En el caso de las instituciones que brindan meriendas a los niños, desde ONFI se recomienda suspender la actividad hasta que la situación epidemiológica permita retomarla.

Uno de los aspectos del protocolo que más ha generado repercusión es la limitación de personas en el predio institucional. Con motivo de alentar a un hijo, nieto, hermano, de verlo practicar o simplemente con la excusa de salir, el fútbol infantil congrega a distintas familias en cada jornada. Sin embargo, el protocolo prohíbe la permanencia de los adultos durante las prácticas en los espacios deportivos. A priori significa un problema para aquellas familias que deban trasladarse desde distancias lejanas, si se considera la dificultad de no poder esperar a la finalización de la práctica en el mismo lugar en el que se lleva a cabo.

Por otro lado, las autoridades de ONFI han manifestado preocupación por los niños que disputan su último año de competencia. La categoría “babys” es el escalón final en la transición del fútbol infantil al fútbol juvenil. Es un año de importancia, que significa el cierre de una etapa: el pasaje de fútbol 7 a fútbol 11. “Nosotros queremos que haya mucha actividad en esa categoría para que no se pierda esa generación. Estamos muy preocupados”, comentó Mosegui, y agregó: “No queremos que las ligas bajen la cortina y determinen que no haya actividad este año”.

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