Los Centros Regionales de Profesores (Cerp) son administrados por la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) y ofrecen formación terciaria de profesorado en el interior del país. Los estudiantes pueden acceder a becas de transporte, alimentación o totales en los centros regionales de Florida, Maldonado, Salto, Rivera, Colonia y Atlántida. En los últimos meses, a causa de la suba de combustibles y la imprevisión en la organización de becas en transporte, el servicio ha sido interrumpido y los estudiantes están días sin asistir a clase. 

Ante la incertidumbre de la situación en transporte, el Centro de Estudiantes Cerp del Sur realizó cuatro paros en los que exigieron una respuesta. Belén Luissi, delegada del centro de estudiantes, contó a Sala de Redacción que las irregularidades en relación a estas becas comenzaron en abril de este año y volvieron a ocurrir el 15, 16, 20 y 23 de mayo. “Siempre nos terminamos enterando por el chofer, que en la noche nos decía en los grupos [de Whatsapp] que no había recorrido al día siguiente y un compañero reenvíaba el audio”, contó. Los estudiantes residentes en San Jacinto, Empalme Olmos y Pando carecen de oferta de transporte accesible para llegar al centro de Atlántida y, por lo tanto, no podían asistir a clases. 

Según el sitio web de ANEP, para adquirir la beca los estudiantes tienen que “demostrar” que se encuentran en una situación económica que impida sostenerse o no estar cerca de servicios de transporte. Para Génesis Gallardo, representante estudiantil en el Consejo de Formación en Educación (CFE) de ANEP, la situación de irregularidad también se da en los demás centros del país. En este sentido, explicó a Sala de Redacción que ANEP no previó la suba de combustibles para el presupuesto del transporte. Como solución temporal aclaró que el organismo le solicitó un anticipo a Ancap por el combustible y que “se va solucionando sobre la marcha”, lo que consideró “grave”. Hasta ahora, dijo que desde el Consejo Directivo Central de ANEP no hay una respuesta definitiva, pero se evalúa el aumento de cupos a las instituciones para que accedan a más combustible. 

Mejor prevenir

Más allá del acceso al combustible, desde el centro de estudiantes también denuncian la falta de previsión del servicio, por ejemplo, en la reparación de los vehículos cuando se averían. El Cerp Sur cuenta con tres ómnibus para la realización de los recorridos, con el tercero como repuesto por si fallan los otros dos. Actualmente, solo dos de estos vehículos se encuentran en funcionamiento, ya que uno de ellos está en reparaciones de forma indefinida. Luissi contó que luego de que el gremio pidiera explicaciones al respecto, una funcionaria de la dirección le aclaró que el funcionamiento de los tres vehículos sería una “utopía”, ya que la institución cuenta con falta de presupuesto y los repuestos de los ómnibus son difíciles de conseguir por el modelo de los vehículos. 

Para Gallardo, hay tres irregularidades: presupuestales, mecánicas y otras relativas al Sistema de Control Vehicular que utiliza Ancap para los vehículos públicos. Este último fue hackeado el mes pasado, lo que generó las primeras irregularidades con los vehículos de los Cerp. En principio, los saldos no eran actualizados automáticamente y los ómnibus cargaban el combustible necesario, no el determinado por los cupos disponibles por institución. El descuento de la carga extra -pero la necesaria para los recorridos- al mes siguiente generaba una falta de presupuesto para cubrir ese mismo mes. Gallardo contó que “en un principio se quiso argumentar que era un tema del hackeo y habrá figuras públicas que seguirán diciendo eso, pero también se relaciona con una falta de planificación presupuestal”. 

La consejera estudiantil agregó que se entregan aproximadamente 2.000 becas a una población de 30.000 estudiantes y definió a esa cantidad como “insuficiente”. Al respecto, lamentó que en muchos casos recibir el apoyo es definitorio para que los estudiantes sigan con el cursado. En ese sentido, relató que los estudiantes que tienen becas totales dependen de las becas de transporte para acceder a las alimenticias y de residencia. Según un Informe publicado en 2020 por el Banco de Desarrollo de América Latina y el CFE, el impacto de los programas de becas tanto para los estudiantes de profesorado como de magisterio es “positivo”. 76% de los becados mantiene la beca tras un año de postulación y el porcentaje aumenta en las becas Julio Casto, que son para magisterio, donde se mantienen 96% de los apoyos después del primer año.

FacebookTwitter