Desde que el nuevo coronavirus se esparció por el mundo y se convirtió en un problema sanitario mundial, miles de fake news han circulado por redes sociales y medios de comunicación con supuestas “medicinas caseras” para reducir el riesgo al contagio, y el pánico que generó la pandemia hizo que muchas personas siguieran esas recomendaciones. Pese a que profesionales de la salud han advertido sobre el riesgo de consumir estos productos, en todo el mundo se han notificado intoxicaciones y hasta muertes, como consecuencia de su uso.

La revista American Journal of Tropical Medicine and Hygiene publicó en agosto un estudio que analiza casos de desinformación en 87 países y arrojó datos preocupantes que detallan la muerte de cientos de personas a causa de estos incidentes. Según el estudio, más de 700 personas murieron por ingerir alcohol concentrado con el objetivo de “desinfectar” sus cuerpos y, por consumir metanol 60 personas quedaron ciegas y casi 6.000 fueron hospitalizadas.

Los autores del informe analizaron información que circuló en internet, en redes sociales y en diarios en línea desde diciembre de 2019 (cuando se registró el primer caso de coronavirus en Wuhan, China) hasta abril, y afirmaron que continúan examinando rumores y teorías relacionadas con covid-19 y su impacto en la salud pública.

Alarma en Argentina y otros países

Casos como los que fueron descritos en aquél estudio sucedieron en las últimas semanas en Argentina. Los fallecimientos de un niño de cinco años en la ciudad de Neuquén y de un hombre en la provincia de Jujuy pusieron en alerta a todo el país por el consumo no recomendado de dióxido de cloro; esa sustancia es un derivado del clorito de sodio, ingrediente activo de algunos desinfectantes y es considerada tóxica para el consumo humano.

La muerte del niño tuvo un gran impacto porque se dio días después de que la conductora Viviana Canosa ingirió en vivo en su programa Nada Personal una botella de dióxido de cloro; al tomarlo, comentó: “oxigena la sangre y viene divino, yo no recomiendo, les muestro lo que hago”.

Si bien no se ha confirmado que la falla multiorgánica que sufrió el niño haya tenido que ver con que los padres le hayan dado el líquido diluido con agua unas horas antes del suceso, el caso se sigue investigando. Según información publicada por Infobae, la fiscal ordenó de inmediato un allanamiento en la casa del niño para recolectar evidencias y tipificó el caso como “muerte dudosa”.

El hombre de Jujuy, de 51 años, tenía un fuerte estado gripal y falleció dos días después de consumir un litro y medio de dióxido de cloro con la intención de atenuar el malestar. El producto lo obtuvo a través de un médico naturista que comercia la sustancia en redes sociales y la promociona como cura para diversas enfermedades, dijo su hermana a Radio 2 (Rosario, Argentina). Si bien su familia atribuye la muerte al consumo del dióxido de cloro, el certificado de defunción del médico forense de la Policía de Jujuy menciona como causa de muerte un paro cardiorespiratorio por posible covid-19.

El dióxido de cloro es una de las sustancias de la que más se ha escuchado hablar para combatir al nuevo coronavirus -pese a la advertencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de no consumirlo- y su distribución y consumo ha tenido como protagonistas a varios países de las Américas.

Según BBC Mundo, por averiguación de la fiscalía del Distrito Sur en Florida, Estados Unidos, la Iglesia Génesis II fue acusada de vender una falsa “solución milagrosa” para el coronavirus, cuya distribución se hacía a países de América Latina. De acuerdo a la acusación de la fiscalía, la familia a cargo de esta “iglesia” vendió supuestamente decenas de miles de botellas de la llamada “Solución Mineral Milagrosa” (MMS, en inglés), como remedio contra la malaria y el cáncer. MMS fue el nombre con el que empezó a comercializarse el dióxido de cloro en Estados Unidos luego que la Agencia de Medicamentos y Alimentación norteamericana iniciara acciones para controlar su venta para consumo humano. BBC Mundo, además, informó que la fiscalía colombiana aseguró que esta familia comercializaba sus productos en Colombia y desde allí coordinaban envíos a África. La Iglesia Génesis II también incluyó seguidores en otros países, como República Dominicana, donde llegaron a tener sede durante un tiempo, y Chile, que cuenta con más de 200 ministros y dos obispos.

Combatir la desinformación

Sala de Redacción se comunicó con el infectólogo Julio Medina, director de la Cátedra de Enfermedades Infecciosas de la Facultad de Medicina de la Universidad de la República, quien afirmó, en primer lugar, que la desinformación es múltiple en el ámbito de la salud y que se debe a la propia condición humana, al miedo y a la ignorancia.

Medina citó al director general de la OMS, Tedros Adhanom, quien dijo hace algunos meses que no sólo estamos luchando contra una pandemia, sino que estamos luchando contra una “infodemia”. Señaló que el virus al volverse popular con una gran cantidad de noticias por hora, provocó que las fake news en los medios de comunicación y en las redes sociales actúen como cajas de resonancias que multiplican la desinformación y generan problemas importantes a largo plazo. Medina aludió a la responsabilidad que tienen las personalidades públicas y quienes se encargan de dar noticias o están frente a una pantalla, por la influencia que ejercen sobre la población, y ejemplificó el caso de la conductora argentina que utilizó su programa para mostrar en vivo frente a la audiencia que consumía dióxido de cloro. “Las personas en sus casas se ven en el espejo con ellos, sobre todo si son artistas y conductores”, expresó.

Evaluó que la situación en Argentina es un tanto diferente y que “aquí en Uruguay hay como una red sociocultural del respeto hacia determinadas figuras, hacia la ciencia y hacia los médicos”. Expresó que cuando la Cátedra de Enfermedades infecciosas ha querido divulgar la campaña de vacunación antigripal le han pedido a Gabriel Peluffo, de la banda de rock Buitres, que se dé la vacuna y que se saque una foto para que sea divulgada en redes sociales. “Eso es para que las personas tomen un ejemplo positivo para poder repetirlo, así que cuando se hacen las cosas al revés tiene lógica que se produzca un mal uso de los medios”, reflexionó.

Con respecto al tratamiento de las noticias de procedencia dudosa en los medios y en las redes en Uruguay, dijo que se ha hecho un muy buen trabajo en forma homogénea y que han sabido identificar cuándo un contenido es engañoso. “Me ha pasado que identifican alguna noticia que probablemente es falsa y quieren la opinión de un técnico para revertir eso que empieza a difundirse por todos lados”, concluyó.

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