Cuando se acerca fin de año, época en la que se incrementa considerablemente el uso de pirotecnia, también aumentan los pedidos para reducir su uso, sobre todo por las consecuencias que tiene en niños y animales. El diputado nacionalista Gastón Cossia (Espacio 40) presentó un proyecto de ley que regula su uso, que consta de cuatro artículos. En el primero  se decreta la “prohibición” de la elaboración, importación, comercialización y almacenamiento de pirotecnia y fuegos artificiales para el uso domiciliario en todo el país.

El segundo artículo del proyecto confiere la potestad de control y cumplimiento de la norma al Servicio de Material y Armamento del Ejército Nacional, mientras que el tercero manifiesta como excepciones la realización de “actividades desarrolladas en el marco de espectáculos públicos”. El proyecto de ley también plantea que el incumplimiento de estas disposiciones se castigaría con multas, que según la gravedad del incumplimiento, equivaldrán como mínimo a 10 Unidades Reajustables (UR) y a un máximo de 200 UR.

En diálogo con Sala de Redacción, Cossia, quien es veterinario, manifestó que ya había presentado el mismo proyecto en 2016 y 2017, cuando fue archivado, pero en esta oportunidad se logró que tenga “tratamiento parlamentario por primera vez”.

Asimismo, Cossia señaló que una de las fundamentaciones del proyecto es que muchas veces la pirotecnia se utiliza “de forma indiscriminada y sin restricción alguna”. Según añadió, ello lleva a situaciones indeseables, de las que diferentes organizaciones sociales, académicas y profesionales “advierten año a año sus riesgos y consecuencias”.

Consecuencias en las personas

Consultada por Sala de Redacción, la pediatra Susana Piffaretti expresó que “lo primero y principal es la prevención” y evitar el uso de fuegos artificiales en niños, ya que cualquier pirotecnia “puede ser un problema” aunque parezca inofensiva. Según agregó, las lesiones que puede producir son “variadas” y se agravan cuanto menos edad tenga quien las sufre. Además, muchas veces estas lesiones  pueden dejar importantes secuelas para toda la vida. La pediatra indicó que las más comunes son “quemaduras de segundo y tercer grado”, que, en algunos casos, hasta necesitan de una internación prolongada para su recuperación. En suma, son frecuentes las quemaduras a nivel de la cara y ojos, lo que puede provocar la pérdida de la vista. Piffaretti señaló que los casos más graves pueden desembocar en la amputación de extremidades y que si la explosión se produce “cerca de un niño puede hasta dejarlo sordo”.

A comienzo de cada temporada, el Ministerio de Salud Pública (MSP) realiza recomendaciones y advierte a la población sobre el uso de estos artefactos. Para 2019, el MSP recordó que la “utilización de artefactos de pirotecnia representa un riesgo para la salud” y que la manipulación incorrecta “puede ocasionar graves lesiones físicas”. Según datos que manejó Cossia para la formulación del proyecto, en las épocas festivas aumentan las quemaduras en niños. Por ejemplo, la Sociedad de Cirugía Plástica, que recibe unas 800 consultas anuales de menores de edad, registra 20% más de demanda cerca de fin de año.

Consecuencias en animales

Según Cossia, para los animales domésticos los efectos son “tremendos”, ya que la sensibilidad auditiva provoca que los animales tengan episodios de angustia y shock. A ello se suma “estrés, sensación de pánico y miedo”, que puede llegar hasta trastornos neurológicos de “diversas e imprevisibles resultados”, explicó el legislador. Por su parte, agregó que para contrarrestar estos efectos es habitual que a los animales de compañía se les suministre medicación psicotrópica, lo que trae aparejados enormes riesgos. A su vez, ello que puede generar más trastornos de los que se quiere prevenir.

Para la elaboración del proyecto, Cossia tuvo en cuenta que las alteraciones más comunes que la pirotecnia genera en los animales son angustia, nerviosismo, miedo y ansiedad, lo que, a su vez, puede generar agresividad, destrozos por hiperactividad, e incluso que intenten escaparse, con el riesgo de extravío y accidentes que conlleva.

La regulación del uso de la pirotecnia ya se encuentra vigente en otros países del mundo, como por ejemplo Chile, algunos estados de Estados Unidos y también la Unión Europea ha establecido normas para que sus países miembros puedan prohibir la posesión y venta de estos productos.

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