Telemundo había llegado a la olla popular de Palermo para hacer una nota en vivo. Al momento de servir la comida, cuatro de los diez colaboradores que estaban libres de tareas quedaron en primera línea para dar testimonio. Según contó una de los integrantes de la Olla a Sala de Redacción (SdR), Andrea Dorta, Telemundo no solo tomó las caras, sino que tomó “lo que vio”: cuatro personas con camisetas en contra de la Ley de Urgente Consideración (LUC). Insultos y agravios se hicieron presentes en las redes sociales; entre otras, se difundieron las críticas del diputado Martín Lema, del senador Jorge Gandini y del ex director del Ministerio de Desarrollo Social (Mides) y actual asesor de Presidencia, Nicolás Martinelli.

En base a las agresiones recibidas, el jueves 22 de abril el colectivo decidió elevar una denuncia penal por difamación e injurias. El abogado que lleva adelante el caso es Darío Madeiro, quien aseguró a SdR que puede llegar a ser también violencia privada y discriminación por razón de género, y detalló que identificaron la procedencia de las amenazas e insultos. Madeiro planteó que si bien hicieron la denuncia penal, también presentarán una demanda civil por daño moral y perjuicios, luego de que la fiscalía comience a citar a las diferentes personas involucradas. “Hay que hacerse cargo, no lo vamos a dejar pasar”.

“Seguramente nada”, sostuvo Dorta en relación a las resoluciones que se podrían llegar a tomar en base a esta denuncia; “por lo menos es decir stop, esta violencia no”. Considera importante que las personas públicas involucradas manifiesten que no quisieron incitar al odio y que inviten a sus votantes y/o seguidores a la reflexión sobre lo sucedido. “Es una sociedad muy fraccionada desde el punto de vista político e ideológico y esperamos que por lo menos esa brecha, esa falta de empatía, cesen”, finalizó.

Madeiro afirmó que la novedad ya llegó a Fiscalía General de la Nación, pero aún no han asignado un fiscal al caso, por lo que solicitó prioridad. Además, debido a nuevas publicaciones que surgieron los últimos días agrediendo a Dorta, se comunicó con la Seccional 5ta para ampliar la denuncia y fue derivado a Delitos Informáticos del Ministerio del Interior (MI), área en la que están procesando la denuncia.

Las agresiones

Dorta expresó que se generó una “incitación al odio que era desmedida”, y recordó que Martinelli publicó en Twitter una captura de pantalla de Canal 12 en la que se explicita el nombre de quien habló y el celular en el que reciben donaciones. Martinelli agregó una flecha señalando a Dorta e hizo una valoración en relación a la situación: “Sin palabras… A confesión de parte relevo de pruebas”, en alusión a lo dicho por el senador Alejandro “Pacha” Sánchez, que aseguró en Quién es Quién de Diamante FM que no le constaba “que en las ollas populares hayan insignias referentes a la coalición de izquierda ni a la campaña de recolección de firmas para derogar 135 artículos de la LUC”.

“Hijos de puta, comunistas, miserables, dan un plato de comida a cambio de una firma”, fueron algunos de los comentarios agresivos, comentó Dorta, y aclaró que si bien utilizaron estas camisetas, la mayoría de los usuarios de la olla ni siquiera tienen conocimiento de lo que es la LUC. Dorta explicó que crearon unos fanzines para informar a quienes se acercaron a preguntar de qué trata, “pero jamás se le pidió la firma a nadie a cambio de un plato de comida” y “eso lo pueden comprobar directamente yendo a las filas a hablar con los usuarios”, por lo que “lo que hicieron es difamación”.

A partir de un “quiebre emocional” debido a la llamada de una señora que insultó e hizo comentarios amenazantes a Dorta, el martes 22 de abril el colectivo emitió un comunicado para informar que ese celular ya no está disponible para contactarse con ellos;en caso de querer comunicarse, se podrá hacer mediante el Instagram olla.popular.palermo. “Si bien hemos recibido muchísimo apoyo y solidaridad, por lo cual estamos más que agradecidos, estas graves situaciones serán denunciadas y ya están en manos de nuestro abogado. Se tomarán las medidas correspondientes”, finaliza el comunicado. Andrea Dorta forma parte del colectivo Olla Popular de Palermo, en la actualidad se dedica a la cocina y debido a la polémica actual, ha perdido clientes con quienes tenía buena relación.

Si bien han sido “atacados” por jerarcas y otras personas, Dorta comentó que nunca habían recibido tanto apoyo como ahora. En primer lugar mencionó a las organizaciones, instituciones y colectivos que empatizan con los ideales y la forma de ver la vida de Ollas de Palermo. Además, dijo que el PIT CNT se puso a la orden y también se acercaron familias a donar insumos porque confían en la influencia del colectivo en la construcción de solidaridad. Por último se hicieron presentes comunidades de uruguayos en el exterior que, mediante llamadas, también brindaron su aliento.

Respecto a la reacción de los usuarios de este colectivo, Dorta mencionó que fue muy diversa: por un lado, se vio indignación y mucho dolor en algunas personas por no entender cómo pudieron hablar así de “los gurises de la Olla de Palermo”, y por otro, gente que dejó de asistir por miedo: “temieron que se diera una situación de violencia”. 

El posicionamiento

Según narró Dorta a SdR, Olla Popular de Palermo es un colectivo de ollas populares que funciona ininterrumpidamente desde el 10 de abril de 2020. Han pasado por tres sedes: en principio les prestaron un espacio en Atenas, luego estuvieron en una casa en obra y actualmente se encuentran en la sede de la Asociación de Porteros de Casa de Apartamentos, ubicado en la calle Jackson, entre Maldonado y Durazno. Primeramente fueron articuladores de la Red de Ollas al Sur y colaboradores en la coordinación de otras redes de ollas. Hoy son los primeros integrantes de la Coordinadora Popular y Solidaria, que articula a alrededor de 185 ollas populares en todo el país.

Para Dorta, este conflicto desestima todo el trabajo voluntario que se viene realizando hace más de un año y aseguró que desde la olla no hacen política partidaria, pero sí política social, “ya que el hecho de ir a una olla popular todos los días a cocinar es hacer política”.

Dorta contó que tomaron posición frente a la LUC luego de tres o cuatro meses de discusión desde el colectivo de la Olla de Palermo, las redes y la Coordinadora, con participación de historiadores y docentes universitarios. Juntos llevaron a cabo un análisis detallado y se interiorizaron en el tema con el fin de saber cómo y desde dónde afecta esta ley a la sociedad y a los usuarios de las ollas, ya que “es una ley que no la puede entender cualquiera”.

Además aclaró que no hacen caridad y no sólo trabajan dando comida, sino que están en proceso de formación de una cooperativa y uno de los objetivos es que la gente más vulnerable pueda tener acceso al trabajo. La intención es organizar todo lo que refiere a las ofertas de empleo y a las personas que están en situación de calle, que no tienen teléfono o simplemente no saben hacer un currículum. “Trabajamos en algo más que el asistencialismo, la injusticia que se dio contra este colectivo es inefable”, concluyó Dorta.

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