En una era en la que Internet es sinónimo de información, Facebook de contacto y Twitter de noticias, para muchas personas los videojuegos son la única forma de entretenimiento. Sólo en Latinoamérica, la población de gamers y jugadores casuales ascendió a 234 millones en 2018, según Newzoo, la empresa de análisis tecnológico más grande del mundo.

Por lo tanto, no debería sorprender que, ese año, la encuestadora haya registrado una tasa de crecimiento del mercado de los videojuegos de 10,9 por ciento, una de las más altas a nivel global. Hay que precisar que este porcentaje incluye la demanda de todos los artículos que existen hoy para la comodidad y la estética gamer.

Desde Tecnocity, una distribuidora local de productos tecnológicos y hardware de última generación, explicaron a Sala de Redacción que la variedad de accesorios para el amante de los videojuegos es muy amplia. Va desde auriculares, teclados, mouses, monitores y tarjetas de video, hasta sillas especializadas, micrófonos y volantes. Al presupuesto aproximado de todos estos elementos, que varía desde los 530 dólares hasta los 1.600, se le deben sumar entre 1.500 y 2.500 dólares, precio promedio de una PC gamer.

Gonzalo Messina, miembro de Abstract Gaming, equipo uruguayo de eSports, opina que lo único necesario a nivel profesional es la PC -monitor y torre- y las tarjetas de video. “Todo lo demás es cuestión de gustos”, concluye.

Si bien estos artículos no sirven sólo a los aficionados de los videojuegos, sus altos precios hacen que sean prácticamente los únicos en adquirirlos. Messina aclaró que, para quien no es jugador, no hay diferencia entre usar un mouse gamer -que permite calibrar su peso acorde al juego y puede tener hasta doce botones donde se coloca el dedo pulgar- y uno común. Sin embargo, sí la hay al momento de jugar y la distancia entre el precio de ambos puede ser de hasta 100 dólares.

Desde Tecnocity se añadió que, más allá de las funcionalidades de cada accesorio, a los gamers les interesa su diseño. Mientras que para una oficina de trabajo no suelen considerarse sillas con luces o auriculares de colores, los jugadores buscan una estética especial.

Pero, ¿por qué los precios son tan elevados? Para la distribuidora se debe al tamaño del mercado uruguayo y al desarrollo acelerado de la tecnología. Aseguraron que nadie en el país es capaz de absorber la competencia con artículos que provienen de Asia y Estados Unidos, por lo que, en lugar de producir, la mercancía se importa.

Pese a ello, ni Messina ni Tecnocity prevén una caída en el consumo de este tipo de accesorios en un futuro cercano pues, aunque los precios sean elevados, para los gamers significan una expresión de sí mismos.

FacebookTwitter