Tras el ascenso del campeón del Metro, Urupan, desde su edición 2021/22 la Liga Uruguaya de Básquetbol (LUB) dejará de ser exclusiva para equipos de Montevideo. Hace poco más de un año, el equipo de la ciudad de Pando comenzó un proceso con el entrenador Esteban Yaquinta a la cabeza. Los dirigentes fueron a buscarlo con la ilusión de que, con su trayectoria y reconocimiento, el club pudiera dar el salto desde la Divisional Tercera de Ascenso (DTA) a la LUB. Lo que seguramente no imaginaron fue que el ambicioso objetivo se lograra solo dos años después de comenzar el camino.

Luego de un gran arranque en su carrera como entrenador al mando de Welcome, Yaquinta logró un ascenso con Goes y tuvo una campaña muy buena con Atenas. “Toqué el cielo con las manos muy rápido”, resumió el entrenador a Sala de Redacción sobre el desarrollo de su carrera. Tras algunos años en los que el éxito pareció abandonarlo, apoyándose en la gente que “lo quiere” decidió volver al club de sus amores: Miramar. Tras un par de años como el equipo sorpresa de El Metro, en 2019 pudo cumplir la promesa que le había hecho a su hijo: “Le dije que iba a salir campeón con Miramar, él pensó que estaba loco”, recordó. Tras este logro, Urupan decidió contratarlo.

Éxito pandense

Son pocos los equipos que logran la escalerita perfecta desde la DTA a la LUB, como se llama a los dos ascensos consecutivos necesarios para llegar a la primera división. En este siglo otros ejemplos de clubes que lo han logrado son Hebraica Macabi y Peñarol. El 19 de diciembre de 2019, todavía en la tercera división, el equipo pandense venció a San Telmo como local y, de esa forma, logró el pasaje a El Metro 2020. Ni un año después y tras un campeonato en el que no era considerado candidato al título, logró otro hito histórico: ser campeones y ascender a la LUB.

Yaquinta contó que, cuando percibió que los demás equipos se armaron de muy buena forma, habló con los dirigentes y se reforzó con una base del Miramar campeón. En ese momento, al ver la jerarquía con que los demás equipos se reforzaron, entendió que “no nos daba para competir arriba”. Fue entonces cuando Urupan consiguió los servicios del argentino mundialista Agustín Cáffaro, un jugador que un año antes estaba en China disputando la segunda máxima competición de básquetbol a nivel mundial. Claudio Charquero, veterano de mil batallas y actual jugador del equipo de Pando, lo convenció de venir a Uruguay en el casamiento de Esteban Batista, el único jugador uruguayo que se desempeñó en la NBA. 

Según Yaquinta, El Metro en el que campeonaron “fue de los mejores torneos de los últimos años”. Además, jugaron en una cancha única donde la iluminación y la comodidad no fueron problemas, como es costumbre en esa competición. “No hubo excusas”, concluyó. De todas formas, comentó que lo que más diferenció a Urupan fue el juego: “Plasmamos lo que queríamos y eso nos ayudó mucho”. El entrenador reconoció que muchas veces se puede errar caminos y que eso haga que aparezcan “caras feas”,  pero valoró que ello no ocurrió en Urupan. “Siempre se le dio para adelante al compañero y eso nos hizo unirnos cada vez más”, sostuvo. 

Con un plantel jóven, la gran prueba de fuego llegó en el segundo partido de la serie definitoria ante Cordón; después de haber perdido el primer juego, si volvían a ser derrotados no lograrían el ascenso. La ida al vestuario del primer partido fue clave, son aspectos anímicos importantísimos”, resaltó. Yaquinta recordó que en el entrenamiento del día previo estaba seguro que ganaban“por la autocrítica y por la actitud del equipo”. El equipo ganó el segundo juego de la serie y también el tercero, que fue la final decisiva por el trofeo de campeón. Con el éxito de Urupan se concretó la vuelta de un equipo del interior a la LUB. Para el entrenador es clave que otros equipos de fuera de la capital se animen a competir y que “ese tiene que ser el camino: que el básquetbol se masifique”. 

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