Desde que comenzó la pandemia, uno de los sectores más afectados fue el transporte. Decretada la emergencia sanitaria el 13 de marzo del 2020, más de 4000 trabajadores del transporte de todo el país fueron enviados al seguro de paro, representando un 75% del total, tanto de empresas urbanas como suburbanas e interdepartamentales. Al día de hoy, a través de acuerdos con el sector urbano la cifra ha descendido a un 5%, lo que equivale a 300 empleados aproximadamente.

Existe un acuerdo vigente hasta el mes de mayo del 2022 que busca sostener el sistema de transporte urbano y que consiste en un aporte económico por parte de la Intendencia de Montevideo (IM), el gobierno nacional, los trabajadores del transporte y las empresas CUTCSA, UCOT y COETC. Los trabajadores aportan un 7.5% de su masa salarial, las empresas un porcentaje de las ganancias recaudadas. Por su parte, la IM aumentó los subsidios al solicitar un préstamo al BROU de 350 millones de pesos para volcar en este sector mientras que el gobierno nacional realizó aportes económicos como parte de los subsidios y fideicomisos.

Esto hace que el sistema continúe, de lo contrario sería insostenible teniendo en cuenta que la oferta es superior a la demanda a causa de la caída en la venta de boletos. José Fazio, secretario de la UNOTT, explicó a Sala de Redacción que “de no existir asistencia de todos los sectores, el sistema por sí solo sería inviable. Por ello le damos una importancia sustancial al acuerdo alcanzado en el sector que le da viabilidad a las empresas, estabilidad a los trabajadores y asegura la movilidad y el traslado de los pasajeros para la IM y MTOP”. Agregó que “este equilibrio debe seguir manteniéndose porque cualquier modificación afecta directamente el servicio a la gente y los puestos de trabajo del sector”.

Luego de una reunión llevada a cabo el 20 de abril entre el presidente Luis Lacalle Pou y los intendentes del Frente Amplio, Carolina Cosse, Yamandú Orsi y Andrés Lima, la representante de Montevideo hizo una serie de propuestas enfocadas al sector del transporte. Como resultado de la reunión, el pasado 6 de mayo la ministra de Economía y Finanzas Azucena Arbeleche, junto el entonces Ministro de Transporte y Obras Públicas Alberto Heber y la intendenta de Montevideo confirmaron que entre ambos sectores de gobierno destinarían $490.000.000 durante los meses de mayo y junio. Esta contribución provocó que 410 coches vuelvan a circular desde el 10 de mayo y la reactivación de cientos de puestos de trabajo. El incremento de circulación se dará en 64 líneas del sistema metropolitano y 21 de ellas tendrán más frecuencia que antes de la pandemia, con el fin de evitar aglomeraciones y brindar mejores condiciones de viaje a los pasajeros.

Desde lo sanitario

Desde el punto de vista sanitario, la IM coordinó con el Instituto de Investigaciones Biológicas Clemente Estable (IIBCE) para obtener datos científicos concretos. En el último estudio efectuado en el mes de abril se tomaron muestras de 70 ómnibus y en los resultados se demostró que en 4 de ellos había restos de SARS-CoV-2. Comparado con los estudios que se realizaron anteriormente, se comprobó que la cifra ha bajado y está en marcha una cuarta edición de este análisis. 

Pablo Inthamoussú, director de Movilidad de la IM, dijo a Sala de Redacción que el motivo de las investigaciones es “trabajar sobre la evidencia, ver hasta qué punto el sistema de transporte puede ser -o no- una vía de contagio y poder brindar datos al usuario para mayor tranquilidad y seguridad; datos que se basen en el resultado científico”. Estos estudios también prueban la efectividad de la sanitización que se realiza en los ómnibus, ya que un coche se desinfecta alrededor de cinco o seis veces al día.

En picada

Desde el 2015 al 2019 se registró una caída de 2 y 3 puntos porcentuales en la venta de boletos. En el 2020 se cerró con una caída de más de 35 puntos; en los meses de marzo y abril de ese año se constató que sólo el 20% de los pasajeros habituales hizo uso del servicio. A partir del 2021, se registra que hay un 55% menos de venta de pasajes. A raíz de esta situación, las empresas han tomado medidas para reducir costos y no incidir en el precio del boleto.

En el año 2002, el sistema de transporte se vio afectado por la crisis que vivió el país y la caída fue de un 10%, lo que en ese entonces fue considerado grave. Si se comparan los datos desde el 2002 al 2021, el sistema de transporte se encuentra en la peor crisis de su historia. Como consecuencia, Inthamoussú sostuvo que “estamos ante un sistema de transporte que lo podríamos comparar con un enfermo grave, que está estable”.

El presidente de COETC, Hugo Cervini, manifestó a Sala de Redacción que antes de la pandemia vendían alrededor de 150.000 a 160.000 boletos al mes con una flota de 280 coches en circulación, y que la venta se redujo a los 60.000 o 50.000 boletos. Si se considerara como un negocio, para que sea rentable en la actualidad tendrían que circular 80 coches por día con el fin de cubrir costos de mantenimiento y sueldo, para generar una relación entre venta y costo. Además, Cervini expresó una gran preocupación y una visión pesimista por el futuro del transporte, ya que “hay mucha gente que tiene acceso a su vehículo propio y eso hace que no vuelvan a subir a un ómnibus”.

Como consecuencia de la pandemia, resulta difícil poder visualizar la situación a futuro ya que no es posible confirmar proyectos de mejora para priorizar las fuentes laborales y brindar un mejor servicio a la población. De todos modos, hay ideas y proyectos que se encuentran en análisis para ser ejecutados.

Este año la IM implementó el plan ABC (Apoyo Básico a la Ciudadanía), que cuenta con un paquete de medidas que ponen el foco en la reactivación del sistema de transporte. Como implementación, desde el mes de marzo se decidió modificar los recorridos de algunas líneas para que los coches lleguen a toda la capital, ya que debido a la expansión demográfica de la población había barrios y zonas que no contaban con acceso a ómnibus o que tenían muy poca frecuencia. Se trabajó en reforzar las frecuencias, generar nuevas líneas y nuevos recorridos.

Inthamoussú señaló que la IM continúa con el estudio y análisis de la situación del transporte y recalcó la existencia de dos componentes: “uno que va hacia adentro del sistema, es decir, una reestructura gradual que ya se viene dando desde el 2017 e incluye la reducción de la dotación por coche, cuidando las fuentes de trabajo”. En segundo lugar, hizo mención al componente regulatorio, que consiste en “revisar el modelo actual y analizar si el modelo de remuneración por la venta de boletos es lo más conveniente para el sistema”.

El director de Movilidad afirmó a Sala de Redacción que “estamos convencidos de que hay que dar un salto de calidad, de comodidad y de tiempo en los viajes, también que haya más buses eléctricos y coches articulados, aunque este proyecto se verá afectado en tema tiempos debido a la pandemia. La intención es ganarle al automóvil particular -tener el auto pero no usarlo todo el tiempo porque vuelve inviable el tránsito-; queremos incentivar el uso del transporte público”.

Ante los proyectos pensados y planificados por la IM, desde el sindicato de UNOTT, José Fazio declaró a Sala de Redacción que “estos planteos son muy ambiciosos ya que abarcan a toda la zona metropolitana, pero a a priori los vemos como muy positivos porque generan empleo. Los trabajadores vamos a participar de los mismos en una mesa de trabajo conjunta con la IM, el MTOP y las empresas, evaluando los impactos y proponiendo alternativas como ha sido nuestra constante”.

Desde la IM, Inthamoussú aseguró que la acción por parte de empresarios, trabajadores y sindicatos es para “destacar, felicitar y agradecer ya que ha sido permanente y coordinada. Esto habla muy bien del sistema, en especial cuando todas las partes colaboran y cooperan, lo que permite que nosotros como reguladores podamos llevar a la realidad los planteos prometidos”. El director de Movilidad recalcó la importancia de contar con la participación de todos los agentes involucrados, lo que permitió sobrellevar la situación y “poder enfrentar la crisis más grande que vive hoy el sistema de transporte”. Sobre este punto, Cervini coincidió en la buena relación y disposición que ha tenido la IM con la empresa y el hecho de que permanentemente se presenten nuevas propuestas para mejorar la difícil situación actual.

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