Lo más importante es entender la violencia para comprender por qué las personas actúan de ese modo, pero “comprenderla no es justificarla”, planteó el investigador y doctor argentino en Antropología Social, José Garriga Zucal, que el lunes 19 realizó la exposición “Violencias en el fútbol y periodismo deportivo”. En el marco del curso “Periodismo deportivo desde un enfoque interdisciplinario”, organizado por el Instituto Superior de Educación Física, Garriga agregó que “es necesario suspender los juicios que tenemos”, pues, “de lo contrario no podríamos asimilar nada”. 

A su vez, sostuvo que para quien ejerce la violencia, esta tiene un sentido, que se construye socialmente. “Son relaciones sociales las que le dan sentido a las prácticas de las barras bravas”, afirmó. Garriga consideró que hay lazos sociales que se forjan a partir de la agresividad y, hoy en día, pertenecer a un grupo es sumamente importante.

Asimismo, remarcó que es imprescindible pensar “las violencias”, en plural, ya que cuando se habla de violencia en el fútbol, rápidamente se la asocia con las barras bravas y se dejan por fuera otros actos ejercidos por el resto de los actores que hacen a este deporte. El desafío tiene que ver con la inclusión del plural: “todos los actores del fútbol tenemos prácticas que pueden ser reconocidas como violentas”, aseguró.

Un producto más de los medios

Garriga se refirió también a los medios de comunicación por su relevancia a la hora de definir qué es la violencia y legitimar otras prácticas. Por ejemplo, quienes integran las barras bravas no se definen como violentos sino como “aguantadores”, avalando así sus prácticas y generando una legitimidad que va en contra de la legalidad, pero la concepción de los medios que descalifican su accionar es la que valida la sociedad.

Para el expositor, en muchas ocasiones el manifestarse con violencia es un recurso y no parte de “nuestra esencia”. Esta diferencia no es menor dado que, de ser así, “no podríamos cambiar nada”.

“La violencia vende”, dijo Garriga, quien expresó que varios medios de comunicación repiten algunos hechos violentos porque generan interés en el público. Señaló que suelen analizar los casos de forma descontextualizada, presentarlos como si pasaran por primera vez y hacer siempre las mismas preguntas cuando consultan especialistas. “Ocurre un caso, lo tratan una semana y luego, como mercancía, se agota”, resaltó. Sucede que los medios generan representaciones estereotipadas de la violencia cuando expresan, por ejemplo, que las barras bravas tienen determinadas características. Expresó que “el estereotipo forma parte de la lógica” mercantil porque también “vende”.

Declaró que los periodistas son una pata fundamental del problema, ya que son grandes formadores de opinión. Para el antropólogo, al reinar la idea de “la victoria o la muerte”, algunos profesionales normalizan la violencia y legitiman ciertas acciones. Concluyó que es necesario pensar políticas de prevención y trabajar en todas las áreas de este deporte. En esta línea, pese a estar convencido de que hay múltiples responsables del problema, opina que el Estado es el actor principal.

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