Entrevistada por Sala de Redacción, Matilde Rodríguez Larreta, directora de la Secretaría de Derechos Humanos (SDH) para el Pasado Reciente, compartió su postura en torno a una causa que la toca de cerca, y no solo en el plano político: un 20 de mayo como hoy, pero de hace 45 años, aparecía asesinado en Buenos Aires quien fuera su marido, el legislador del Partido Nacional (PN) Héctor Gutiérrez Ruiz. El cuerpo apareció junto al del senador del Frente Amplio Zelmar Michelini y los de la pareja de militantes tupamaros Rosario Barredo y William Whitelaw. Este hecho, además de marcar para siempre la vida de Matilde, la llevó en 1987 a asumir la presidencia de la Comisión Pro Referéndum y su campaña por el voto verde, en el intento por derogar la Ley de Caducidad en 1989. 

Desde ese momento emprendió su carrera como mujer política dentro de las filas del PN. El año pasado, después de que asumió la presidencia de la República Luis Lacalle Pou, Rodríguez Larreta fue designada directora de la SDH para el Pasado Reciente.

Desde 1996, todos los 20 de mayo se realiza la Marcha del Silencio, que reclama por las muertes y desapariciones realizadas por la dictadura, además de la condena de sus responsables. Mayo también ha sido nombrado el mes de la memoria y en un día especial, la entrevistada repasa cuál ha sido el rol y el compromiso de los distintos actores sociales en esta causa, por la que aún miles de uruguayos exigen verdad, memoria y justicia a lo largo y ancho del país. 

-Desde Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos Desaparecidos sostienen que en la causa por verdad, memoria y justicia desde la recuperación de la democracia ha faltado la exigencia de los gobiernos de turno, que fueron de distintos partidos políticos. ¿Cuál es el compromiso por la causa del actual gobierno? 

El compromiso es dejar transcurrir la información y transparentarla a toda la población. Facilitar todos los medios de comunicación posibles, como se puso en evidencia en este último episodio [del hallazgo de documentos en el Grupo de Artillería 5], donde un sargento encuentra algo y sabe lo que tiene que hacer, lo anuncia a sus superiores y así llega al ministro [de Defensa, Javier García] y luego al Presidente de la República. Ese va a ser el procedimiento natural y, por lo tanto, tenemos total tranquilidad de que cualquier información que pueda aparecer va a llegar inmediatamente a la opinión pública y a los familiares. Desde el Ministerio de Defensa se ha demostrado cómo se cumplió el procedimiento de la cadena de mando hasta llegar al ministro García. 

-¿Eso es algo que antes no sucedía? 

-No sé bien cómo ocurría. A mí me asombró esto, cuando [los documentos] aparecieron así, de esa manera. Te dicen que un sargento encontró algo en una limpieza y rápidamente llega. Tuvimos otras experiencias, que fueron diferentes, aquello de las actas de los Tribunales de Honor [al coronel retirado Gilberto Vázquez en 2006], que dieron unas vueltas por las que la información nunca llegó a destino, no sabíamos bien qué pasaba. Esto parece ser que es un procedimiento ya aprendido. 

-Pero no quita que la forma en que aparecen estos documentos sea un poco insólita, ¿no? 

Sí, es un poco casual. Es cierto. Lo que no pasa todavía es que haya una voluntad expresa de decir cosas por parte de algunos sectores de las Fuerzas Armadas. Todavía falta la colaboración, que por ahora ha sido espontánea, simplemente. No hay forma de conseguirla de otra manera, por el momento. 

-Es sorprendente que en todos estos años esa información presuntamente haya estado ahí, en ese cuarto.

-Y nadie la encontró. Resulta curioso, sí.

-Se ha informado que todavía no se hizo una lectura exhaustiva de esa información. 

Todavía no hay una lectura exhaustiva. Personalmente, me estoy basando en lo que me informan las personas que me asesoran en temas de archivo y demás. Lo que llega hasta mí es que hasta que no se abra el archivo del OCOA [Órgano Coordinador de Operaciones Antisubversivas de la dictadura] va a ser muy difícil obtener información importante respecto a los desaparecidos. El OCOA tenía contacto directo con todos estos muchachos que han desaparecido. 

-Entonces, ¿los documentos que aparecieron ahora no constituyen un aporte significativo para la búsqueda?

Parecería que no. Creo que va a aparecer alguna información más importante. Pero, de todas maneras, el fiscal [especializado en Crímenes de Lesa Humanidad, Ricardo] Perciballe ha dicho que por ahora no le aporta demasiado. Yo creo que para algunos casos puede ser relevante. Tenemos mucha expectativa con el tema de [el médico comunista desaparecido en Argentina en 1976] Manuel Liberoff, que pueda aparecer algún dato. 

-¿Cuál es la situación actual respecto al proceso de excavaciones? 

La tarea está absolutamente adjudicada a la Institución Nacional de Derechos Humanos (INDDHH), ya no depende de nosotros. Ese tema de las excavaciones y las búsquedas en los batallones los lleva a cabo la INDDHH. Obviamente, hasta ahora nosotros desde la Secretaría les hemos dado el presupuesto, porque si bien es una institución de origen parlamentario, recién obtuvo su presupuesto propio a principio del año. Mientras tanto, dependía de nosotros y me consta que siempre tuvo todo. He firmado todas las boletas habidas y por haber de compra de lo que fuera necesario para las excavaciones y reparaciones de las máquinas.

-Este lunes en la Radio M24 usted dijo que le resulta curioso que durante el mandato del ex presidente José Mujica no se haya avanzado en las investigaciones. ¿Tiene alguna teoría al respecto?

Hay mucha literatura en torno a eso. Yo no soy testigo de nada, pero lo cierto es que en ese gobierno es donde menos se avanzó. No puedo decir otra cosa. Llama la atención, pero es así. 

-Usted ocupó un rol muy destacado en la campaña por el voto verde en el referéndum de 1989.¿Cree que la campaña logró que la sociedad tomara conocimiento de una parte de la historia que quizás hasta ese momento desconocía? Pienso, por ejemplo, en el interior del país. 

– A la campaña le dediqué dos años y medio de vida. No tengo ninguna duda de que en el tema de la memoria colectiva hizo un aporte muy importante a mucha gente, que de otra manera no hubiera podido acceder a la información en ese momento. El objetivo era derogar la ley [de caducidad], obviamente. Pero una vez terminado el referéndum y habiendo aceptado democráticamente el resultado, como no podía ser de otra manera, también teníamos que hacer un análisis sobre la campaña. Te voy a decir la verdad, yo quedé muy sola a la hora de hacer esos análisis. Después de que se disolvió la comisión, tuve que hacer sola mucha interpretación, y llegué a la conclusión de que el aporte a la memoria colectiva fue importante. 

-¿Qué rol ocupan en 2021 las nuevas generaciones en el rescate de la memoria? ¿Qué siente cuando ve a jóvenes como su nieto, Santiago Gutiérrez, luchar por verdad, memoria y justicia desde la juventud del PN? 

-Santiago es un representante muy genuino de la buena transmisión de los conocimientos. Claro, él forma parte de una familia especialmente politizada. Pero más allá de eso, en el PN la juventud tiene esa inquietud, sí. 

-Más en general, también en otros partidos políticos, ¿no siente que los jóvenes tienen otro tipo de cercanía a la causa y otra forma de cuestionar que haya sucedido algo así en Uruguay y se siga prolongando la impunidad?

El tema de los derechos humanos convoca mucho a los jóvenes. Como cuando van a las marchas y demás. A veces no saben ni qué pasó e igual van a las marchas del 20 de mayo. Tiene una convocatoria muy masiva. 

-Los jóvenes parecen haber tomado la bandera. 

Sí, los jóvenes han tomado la bandera. De hecho, ahora se están reabriendo las causas y son las nuevas generaciones quienes lo están haciendo. 

-Teniendo en cuenta los asesinatos que sucedieron hace ya 45 años, ¿cómo vive usted esta fecha? 

El mes de mayo siempre ha sido difícil. Lo veo venir como un mes difícil, que me obliga a estar otra vez recordando episodios muy dolorosos. Pero bueno, en la medida de mis posibilidades igual me brindo a dar información, porque creo que la gente merece saber. Pero no me es agradable, por cierto. En familia tratamos de que el mes de mayo sea lo más sobrellevable posible. 

-Pero siempre apelando al rescate de la memoria. 

Sí, claro que sí. A eso no me voy a negar jamás.

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