El fútbol uruguayo ha puesto la violencia en debate tras las amenazas recibidas por árbitros días después del partido Nacional-Fénix de hinchas tricolores que ingresaron a la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF). A partir de este hecho, se puso el foco en la seguridad en una semana clave que tendrá un clásico por primera vez en el Campeón del Siglo y en donde habrá un fuerte operativo del Ministerio del Interior.

El presidente de la Mutual de Futbolistas Profesionales, Michael Etulain, el secretario nacional del Deporte, Fernando Cáceres, y el ex dirigente del Colegio de Árbitros, Carlos Mena, hablaron con Sala de Redacción y manifestaron su preocupación por el ambiente del fútbol uruguayo. Además, enumeraron los asuntos que consideran que deben ser cambiados inmediatamente para evitar situaciones de violencia como las que se vienen acarreando.

Qué es lo que está mal

Hace varios años que la violencia se convirtió en moneda corriente. Desde amenazas hacia los árbitros hasta riñas entre hinchas e inconvenientes con la Policía, suceden cuestiones que ya son “habituales” antes, durante y después de muchos partidos.

“Es momento de que se trabaje desde distintos puntos. La violencia que se vive está complicada. Tiene que ser erradicada. Hay muchos problemas políticos y económicos y van a seguir si no se hace nada”, opinó Etulain, y agregó que el fútbol “hace más o menos 20 años que está mal utilizado”. Según el futbolista, en este momento hay una crisis y se debe cambiar el sistema actual.

Por su parte, Mena subrayó que “este tipo de asonada no es nueva”, y en referencia a los incidentes con los árbitros y la violencia con la que se manejan los fanáticos, sostuvo que muchas veces la AUF hace caso omiso a incidentes que involucran a hinchas que amenazan a los funcionarios para no generar incertidumbre en la población y al resto de los aficionados sobre la situación crítica que vive el fútbol.

En este sentido, Cáceres dijo que las presiones a los jueces y los cuestionamientos son “una característica nativa del sudamericano” y afirmó que habría que tomar como ejemplo al rugby.  “Se trata de un deporte de mucho contacto que, sin embargo, protege las decisiones arbitrales y desarrolla una cultura del respeto y de la tolerancia hacia los errores. Esto es muy importante”, añadió, y concluyó: “No se justifican ni las reacciones, ni los cuestionamientos, ni mucho menos las conductas que procuran bajo presiones incidir en el comportamiento de los árbitros”.

No todo es malo

Pese a las dificultades señaladas, todos coincidieron en que el fútbol es un signo de identidad uruguaya y costumbre social que genera “vínculos únicos”. Al respecto, el presidente de la mutual de futbolistas enfatizó que este deporte tiene “muchísimos aspectos positivos”. “El fútbol une muchos valores y a eso hay que apuntar. Desde lo histórico hasta lo social. Hay que dar énfasis en esto para que se desarrolle de una vez y se disfrute”, opinó Etulain.

En tanto, Cáceres manifestó que el fútbol cumple un rol muy importante para el país ya que forma parte de la construcción de la identidad sociocultural. También lo describió como el deporte dominante que abarca mucho más que al fútbol profesional e informó que cuatro de cada cinco deportistas federados en Uruguay son futbolistas y uno de cada tres niños en edad escolar está afiliado a la Organización Nacional de Fútbol Infantil (ONFI).

“Si adquirimos una concepción amplia, profunda y rica del fútbol, que no solamente se restrinja a los partidos de fútbol o a los procesos de entrenamiento, podemos ver que los clubes -600 de amateur, 500 de baby fútbol, más la Liga Universitaria- construyen convivencia, ciudadanía y democracia”, destacó. Por último, aseguró que desde la Secretaría consideran que los clubes deportivos de Uruguay son “instituciones de convergencia social muy diversa, de procedencias socioeconómicas, de sensibilidades religiosas y políticas donde la gente se une en la diversidad para defender en unidad a sus clubes”.

Cambiar es bueno

Los directivos explicaron también qué aspectos cambiarían para que el fútbol tenga un mejor rendimiento y se pueda disfrutar más. Tanto Mena como Etulain expresaron que hay que modificar la forma de planificación no sólo para los futbolistas sino también para todos los dirigentes que conforman los órganos evaluativos.

En cuanto a esto, Cáceres expresó el deseo de que el nuevo estatuto recientemente aprobado en la AUF sea revisado, ya que hay cosas que, según dijo, deben incorporarse. “El nuevo estatuto no incluye a la Liga Universitaria y al fútbol infantil y es un reclamo que ha expresado la Secretaría en numerosas oportunidades”, apuntó.

Además, opinó que se debería hacer “una transformación profunda del régimen de competencia” debido a que el fútbol profesional está dominado por Montevideo y el área metropolitana pero “adolece de verdadera competencia nacional”. Desde el punto de vista de Cáceres debería establecerse “un sistema de competencia descentralizado y nacional” que lleve al deporte más popular del país a todo el territorio.“Es un modelo que ha dado muestras de agotamiento, se debe modificar para que sea asumido por parte de todos los actores”, finalizó.

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