Si bien las autoridades habían acordado pautas para de trabajo en este contexto, hubo medidas que se instrumentaron después del inicio de la zafra, como el funcionamiento de los puestos sanitarios de control, que se habilitaron recién el jueves 30 de abril, tal como manifestó a Sala de Redacción el alcalde de la localidad, Andrés Passarino. Los puestos sanitarios para controlar la salud de los transportistas es una de las principales medidas del protocolo que elaboraron la Intendencia de Colonia y la Alcaldía de Nueva Palmira con el apoyo de la Dirección Departamental de Salud (Ministerio de Salud Pública) y el Comité de Emergencia de Colonia. Las medidas apuntan a evitar el riesgo de contagio pero, a la vez, tal como había declarado días atrás a El Observador el ministro del Interior, Jorge Larrañaga, la meta es que “el país no se pare y la producción se pueda exportar”.
Situación de los transportistas
Se instalaron dos puestos sanitarios, uno en la ruta 12 y el otro en la ruta 21, que son por las que se ingresa a la ciudad; específicamente, están donde se ubican las balanzas. Según relató el alcalde, el programa fue diseñado por la Dirección Departamental de Salud y las tareas son desempeñadas por practicantes de enfermería; los costos están cubiertos por la Intendencia de Colonia. Candela Icardi, una de las practicantes, informó este martes a Sala de Redacción que hasta el momento todo marchaba bien: “le realizamos el control de sanidad a todos los camiones, ya sea camiones de granos o camiones de reparto que entran a la ciudad hemos recibido transportistas de Argentina y de Brasil. Todos han dado temperatura normal, todos reaccionan bien al control y entienden que es para el bien de ellos”. Les hacen preguntas y les entregan folletos con información. Icardi detalló que la cobertura abarca las 24 horas, que se distribuyen en turnos de seis horas y que hay dos estudiantes por turno. De acuerdo al protocolo, se exhorta a los transportistas a viajar sin acompañantes.
Passarino opinó que este año el tránsito de camiones tiene un mayor dinamismo porque se cuenta con un nuevo bypass: “otros años los camiones tenían realmente grandes dificultades para llegar hacia los terminales portuarios, por el mal estado de la ruta, los camiones se rompían, quedaban varados por el barro en la ruta obstaculizando el paso de otros, eso ha mejorado enormemente”. Destacó que “Nueva Palmira hoy cuenta con estaciones fuera de la ciudad que antes no las tenía” y que “eso también ha mejorado la situación, están muy completas con baños y duchas, en fin yo creo que hoy es todo muy diferente para el camionero”.
Pese a la planificación el Sindicato Único de Transporte de Carga y Ramos Afines (SUTCRA) denunció a fines de abril, según consignó Caras y Caretas, que “la falta de coordinación logística en las áreas de atención de calado y pesada de los camiones que llegan cargados en plena zafra provoca que se duplique el tiempo de espera haciendo interminables las jornadas laborales”. Consultado por Sala de Redacción, Marcelo Lizardo, dirigente del SUTCRA afirmó que se mantiene la falta de coordinación:“las cosas son complejísimas, no ha cambiado nada porque sigue todo igual”. Opinó que “podrán poner un baño o diez baños en la puerta pero eso no va a cambiar la situación del camionero” porque “la patronal lo que reclama es rapidez en el servicio para poder hacer que los camiones hagan más viajes” y eso juega en contra de las condiciones de seguridad que deberían primar para evitar la propagación de la pandemia. “Es una realidad que nosotros la denunciamos desde el primer momento, pero tanto los camiones como la logística son patronales muy duras. Entonces, nosotros somos una población de riesgo” expresó.
El alcalde reconoció las problemáticas del día a día. “Lo negativo de esta zafra es que siguen suscitándose demoras en las terminales graneleras acopiadoras, es un tema de larga data que habrá que buscarle la vuelta en conjunto con este nuevo gobierno. Habrá que sentarse a conversar y buscar soluciones definitivas” apuntó Passarino.
Nueva Palmira cuenta con el segundo puerto más grande del país, ya que exporta el 80% de la producción nacional. Ubicado en las costas del río Uruguay, la ciudad está rodeada de plantas de acopio, en las que se almacena, se limpia y se seca el grano cosechado en distintos puntos del país; luego los camiones trasladan la mercadería al puerto, en donde se carga en los barcos para ser exportada. La exportación es hecha por empresas que concretan la venta; en el caso de la soja, China es el principal comprador. En concreto, esta tarea está a cargo de terminales portuarias como la Administración Nacional de Puertos y empresas multinacionales Navíos Granos, Terminales Graneleras Uruguayas y Ontur.
Situación del puerto
Este sector también se han extremado las medidas, y sobre eso informaron a Sala de Redacción trabajadores, representantes de empresas y del sindicato portuario.
Las principales consignas son “uso de mascarilla, evitar amontonarse y la cooperación de cada uno para cuidarse entre todos” expresó un gruísta que trabaja para una firma privada del puerto. Agregó que “se organizaron turnos dividiendo la cantidad de empleados para no arriesgar un posible contagio del virus”.
Ana Celia Laclau, gerente de operaciones de la multinacional Navíos Granos informó que, además de proporcionar elementos de seguridad -como tapabocas, alcohol en gel-, se reorganizaron los turnos de trabajo. “Se dejó un turno de operarios de back up, que debe permanecer en su casa cuidándose”, lo que “se va monitoreando de acuerdo a las medidas del Poder Ejecutivo”, dijo. Agregó que “personal de todas las áreas se turnan semanalmente, trabajando desde sus casas”, que “se toma la fiebre a toda persona que ingrese al terminal” y que para minimizar el contacto social en los cambios de turno se detienen las actividades: “el grupo de operarios que se retira, lo hace por un camino, el que ingresa, por otro. Se racionaliza el uso de comedores, minimizando la circulación de personal; se colocaron impresoras de tickets en el exterior de las balanzas, para que los balanceros no tengan contacto directo con los choferes. Las diferentes reuniones se hacen vía plataformas (Zoom), se clausuraron vestuarios y se eliminó el requisito de marcar ingresos y egreso en el reloj”. Por otra parte, se envió a domicilio al personal con inmunodepresión, y “se realizan muestras representativas de test de covid-19, a personal de todas las áreas”. Además, comentó que en el terminal “no se permite el descenso a tierra de ningún tripulante de embarcación de barcos ni de remolcadores” que llegan al puerto.
Sonia Callero, representante del Sindicato Único Portuario y Ramos Afines (Supra) y trabajadora portuaria llegó a Sala de Redacción: recalcó que cada empresa lleva adelante un protocolo. “Nos toman la temperatura y tenemos la obligación de estar a un metro y medio o dos de distancia, usamos tapabocas, tenemos permanentemente un kit en cada equipo. Los equipos se limpian cuando cada trabajador ingresa a su máquina o a su grúa. Los baños están en óptimas condiciones para que el personal se higienice todas las veces que sea necesario”. Afirmó que “ahora no estamos hablando de rapidez, sino de calidad, de higiene”. Además de vigilar las condiciones de seguridad laboral, el sindicato participa de un espacio intersindical en el que se unieron varios sindicatos “para colaborar ante la crisis que trae aparejado el coronavirus. Estamos viendo las necesidades que tienen las personas que hacen su peso diario o la changa diario y que han tenido que quedarse en su casa por su edad, o porque se han quedado sin trabajo”, dijo.
Un empleado de una empresa privada que tiene el cargo de marinero, pero a la vez debe cumplir en el puerto varias tareas que no son de su categoría, expresó en diálogo con Sala de Redacción cómo vive la situación: “asisto a trabajar todos los días formando parte de un gran movimiento de personas que a algunos le importa la salud de los demás y toman precauciones y a otros le da lo mismo, entonces estás siempre con la posibilidad de contraer el virus, volver a tu casa, contagiar a tu familia y cuando te des cuenta ya es tarde”.