Las últimas elecciones departamentales en Uruguay registraron 85% de participación en relación a los habilitados, misma cifra que en 2015. En conversación con Sala de Redacción, el ministro de la Corte Electoral (CE) Pablo Klappenbach afirmó que el rol de dicho organismo es “organizar la elección para que vote el 100% de los habilitados. De todas formas, valoró que es objetivo que el nivel de participación en las elecciones en Uruguay es alto; históricamente en las elecciones presidenciales y legislativas supera el 90%, mientras que en las departamentales está arriba del 85%”.

Si bien la participación electoral ha disminuido a nivel mundial en los últimos tiempos, Uruguay se encuentra en la primera posición de participación electoral por país de Sudamérica, según los datos del Instituto Internacional para la Democracia y Asistencia Electoral.

La emergencia sanitaria se decretó en el país el 13 de marzo y tres días después la CE convocó a todos los partidos políticos, que definieron postergar las elecciones departamentales previstas para mayo. Después de la sanción de una ley en el Parlamento, por única vez se autorizó el cambio de fecha para el 27 de setiembre. Según Klappenbach, hubo una definición clara de que la preocupación por la pandemia de covid 19 es una política de Estado, por lo que se generó una coordinación muy fluida con el Sistema Nacional de Emergencias y el Ministerio de Salud Pública. El cambio de fecha generó cambios en la documentación que ya estaba preparada para la mayo, además de que hubo que volver a revisar los circuitos para controlar que se respetaran las distancias y se realizó una capacitación en línea para los funcionarios. Debido al nuevo escenario sanitario ya no era posible hacer cursos de manera presencial y “todo eso fue un trabajo extra”, afirmó el jerarca.

Una de las novedades de esta elección fue la creación del rol de facilitador, que en un principio generó dudas, pero, por ejemplo, sirvió para ayudar en el orden de las filas e indicarle a los votantes dónde encontrar su circuito. Ello permitió una mayor fluidez en los locales de votación para evitar aglomeraciones y, según Klappenbach, la evaluación de este nuevo rol es muy positiva, por lo que debería manerse más allá de la pandemia.

Nos miran de afuera

En el proceso de las elecciones hubo distintas reuniones por videollamada con organismos electorales de otros países y también con la Unión Interamericana de Organismos Electorales. La experiencia de Uruguay hizo que varios países de la región prestaran mucha atención, ya que, por ejemplo, Bolivia realizó elecciones el domingo pasado, Chile lo hará el próximo domingo y el año que viene será el turno de Perú. Dadas las complejidades que trae consijo la pandemia, la experiencia uruguaya sirve como ejemplo, ya que fue muy bien vista y elogiada. 

Klappenbach afirmó que la de este año fue una experiencia nueva para todos los organismos electorales del mundo, ya que, “además de estar obligados a garantizar el resultado electoral cristalino, también había que garantizar la salud, pero por temas sanitarios no se podían ceder garantías electorales”. Por otra parte, evaluó que en Uruguay se dio “un muy buen acto electoral”.

A no olvidarse

Hasta el 28 de octubre, en la página web de la CE se puede tramitar la justificación de la no emisión de voto. Si bien previa agenda web el trámite también se puede realizar de manera presencial, para evitar aglomeraciones se implementó esta modalidad, que está siendo utilizada por un número muy importante de la población. Lo mismo ocurrirá con el pago de la multa, que aún no está habilitado, pero también podrá hacerse vía electrónica.

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