“Los medios denuncian situaciones de abuso en otros sectores, pero poco hablamos de lo que pasa dentro”, evaluó el presidente de la Asociación de la Prensa Uruguaya (APU), Fabián Cardozo. Es que en los medios de comunicación nacional (prensa escrita, portales web, radio y televisión) se han visto afectadas unas 400 fuentes de trabajo en el último tiempo.

La muestra más reciente fue un comunicado emitido por el gremio de trabajadores del semanario Búsqueda y la revista Galería, en el que exponen que atravesaron tres reestructuras que implicaron seguros de paro, reducciones salariales y despidos, producto de una mala gestión administrativa, la crisis del sector de la prensa y la pandemia. El sindicato reclamó por el incumplimiento de la empresa de un acuerdo bipartito, por el cobro de salarios fraccionados y por la continuidad de la mayoría de los trabajadores en seguro de paro parcial.

Las fuentes de trabajo afectadas a nivel nacional en los medios de comunicación son en su mayoría seguros de paro parciales vinculados a la pandemia y vigentes desde mediados de marzo, que en muchos lugares se implementó de forma rotativa, explicó Cardozo en agosto al asistir a la Comisión de Asuntos Laborales y Seguridad Social del Senado. Subrayó que preocupa en APU que el seguro de paro flexible (que permite trabajar menos horas al día o jornadas al mes) se utiliza de “mala manera” en algunas empresas. 

“Hay seguros de paro que supuestamente serían jornadas parciales y, con la excusa del teletrabajo por un lado y, por otro, que la información es permanente y había conferencias de prensa de mañana y de noche (se les planteaba a los trabajadores que) había que estar a disposición permanentemente”, explicó. Cardozo también llevó al Parlamento la preocupación por la pérdida de voces y de calidad democrática, en alusión al cese de la edición impresa del diario El Observador, que desde abril pasó de salir seis días a la semana a hacerlo sólo los sábados, y a lo ocurrido en la emisora Océano FM, que eliminó su contenido periodístico para ser una FM musical, despidiendo en junio a 15 personas. Más cerca en el tiempo, el portal de noticias Ecos, propiedad del senador del Partido Nacional Juan Sartori, se sumó a la lista cerrando sus puertas debido a dificultades económicas.

A su vez, Cardozo agregó que el sector de televisión para abonados acumuló en 15 días más de 40 despidos entre la empresa Equital y Montecable. En los medios públicos -Televisión Nacional del Uruguay (TNU), Radiodifusión Nacional del Uruguay y el Servicio de Comunicación Audiovisual Nacional- se presentan otros inconvenientes, mencionó Cardozo, debido a los contratos a término que permanentemente generan inestabilidad laboral a los trabajadores. “Este tipo de contrato permite tener algunos derechos”, como licencia y salario vacacional, “pero curiosamente no permite la indemnización por despido, salvo reclamo judicial”, explicó.

Esta inestabilidad y la utilización de ese tipo de contratos permanece desde 2009, aunque el dirigente sindical aclaró: “si este gobierno cumple con la ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, los medios públicos deben ser un servicio descentralizado y no una unidad ejecutora del MEC (Ministerio de Educación y Cultura), de esa forma las condiciones de trabajo serían otras”.

Sin difusión

Sobre la falta de cobertura de los reclamos de la prensa en los propios espacios informativos, el director ejecutivo del Observatorio Latinoamericano de Regulación de Medios y Convergencia (Observacom), Gustavo Gómez, dijo en diálogo con Sala de Redacción: “los propios medios que deberían informar de aspectos de interés público a la población son los que están expulsando a estos trabajadores y hay un conflicto de intereses muy claro, porque a pesar de eso deberían informar al respecto”. Gómez cree que en tiempos de coronavirus, los medios “han aprovechado la situación para hacer ajustes empresariales, producto de un deterioro general del sector que no tiene que ver con la pandemia”.

Cuando miramos los medios masivos de comunicación parece que la crisis se notara poco“, expresó Cardozo de APU, y dijo que hay un contraste entre la situación de recorte en varios medios y la duplicación o triplicación de las horas de emisión, atendiendo la demanda informativa que hubo por la pandemia. En este sentido, Roque Delgado, vicepresidente de APU, señaló que hay publicaciones de diferentes dueños de medios de comunicación de Sudamérica que afirman que el consumo de televisión creció en forma exponencial. Gómez ratificó que meses atrás aumentó el consumo de cualquier tipo de contenido audiovisual, pero específicamente en Uruguay, de la televisión abierta, cuya visualización se estima que creció casi un 20%.

La televisión para abonados venía bajando muy levemente en los últimos meses y habría que ver qué significó la pandemia en términos de suscripción, porque más allá de que se consume más televisión por cable si no aumentan los abonados el argumento no sirve a los efectos de justificar una posición en contra de los despidos”, agregó Gómez. Sin embargo, Delgado afirmó que no se trata de medir la cantidad de abonados, porque no todos son “básicos”, muchos tienen distintos paquetes que incluyen pagos extras por ver fútbol o canales de películas.

Con respecto al cese de la edición impresa semanal del diario El Observador, Gómez planteó que “aquí y en el mundo el aumento de consumo en soportes digitales ha llevado a reestructuras de modelo de negocio en los periódicos, que están pasando progresivamente a un esquema de ingresos por suscripciones digitales”. En Twitter, el experto compartió un análisis tomando datos del Instituto Verificador de Circulaciones (IVC), en el que se puede ver una tendencia a la baja del consumo de diarios en formato impreso: El Observador bajó de mil ejemplares diarios vendidos en 2017 a apenas 600 en 2020, mientras que El País pasó de 35 mil en 2017 a 16.200 en 2020. A pesar de esto, los dos medios “siguen siendo los periódicos mas leídos en soporte digital”, aclaró.

Despidos sindicales y censura

En la comparecencia ante el Parlamento, Delgado afirmó que Montecable y Equital enviaron a seguro de paro a 35 y 40 trabajadores respectivamente, de los que despidieron a 27 y 20. Rody Olivera, secretario general de APU, dijo que la justificación de la empresa Equital es “que los despidos no son por la pandemia, sino por una reestructura”, que según el sindicato viola el convenio colectivo. “No ha habido ningún planteo, se despide gente y ya está. Parecería que los sindicatos hicimos bien nuestro trabajo y los trabajadores de hoy tienen muy buen sueldo, muchos beneficios, ganan bien, entonces ahora el empresario los saca y empieza a poner tercerizados”, agregó el dirigente de APU.

Cardozo planteó a los legisladores la preocupación del gremio ante los despidos en Equital y Montecable porque más de la mitad son personas afiliadas al sindicato. Entre ellos está el vicepresidente de APU, quien señaló que hubo una instancia de negociación con Equital por los despidos que culminó con esta respuesta por parte de la empresa: “Es una decisión tomada, no hay nada para hacer”. “Creemos que, básicamente, es revanchismo lo que ocurrió. Por eso perdemos a un dirigente muy importante de esa base y también a gran parte de la masa laboral”, afirmó Olivera, en referencia al despido de Delgado, quien ocupó Equital hace siete años frente a un reclamo salarial.

Por otra parte, Cardozo expuso el caso de una trabajadora de radio Tabaré en Salto, que a fines de julio fue despedida: “Figuraba trabajando cuatro horas pero hacía más de ocho y cumplía diferentes funciones. La trabajadora tenía que hacerle llegar diariamente el guion del programa a uno de los propietarios de la emisora; se le hacía una especie de devolución de ese guion. Una mañana uno de los propietarios la llama para cuestionar el hecho de que había entrevistado a muchos dirigentes sindicales en el programa de la mañana. Le transmitió que quedaba despedida y que al día siguiente no fuera más”.

Cardozo explicó que se comunicó con el empresario para que ambas partes se presentaran ante el Ministerio de Trabajo, pero la respuesta fue que no quería seguir con el tema y que no iba a dar marcha atrás con la decisión. Delgado sostuvo: “pocas cosas hemos logrado a través del diálogo con Equital; dialogar con los trabajadores no es su manera de operar”.

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