Después de 14 meses de la llegada de la pandemia de covid-19 a Uruguay, muchos sectores de la economía todavía padecen sus azotes y no han podido volver a la vieja normalidad. Ese es el caso de las agencias de viajes, que han bajado sustancialmente sus ganancias debido a las restricciones de la movilidad y a la reducción del flujo turístico entre países, lo que también ha repercutido en la estabilidad laboral de sus empleados.

El 15 de marzo de 2020, Juan Barrio, dueño de la agencia de viajes BN Tours, se reunió con sus socios para “cerrar por un par de meses”.  Más de un año después e independientemente de consultas puntuales en Semana de Turismo, las ventas bajaron 98% respecto a años anteriores. BN Tours se dedica al turismo internacional y, según Barrio, nunca pensaron en diversificarse hacia el turismo interno. “Hubiera sido solo para perder un poco menos de dinero”, indicó, y agregó que si una agencia comienza a dedicarse a eso de forma abrupta, seguramente no encuentre buena recepción en la gente. De todas formas, afirmó que la situación es difícil porque los trabajadores hoteleros uruguayos no están tan acostumbrados a trabajar a comisión, es decir, a repartir ganancias de reservas con las agencias de viajes.

“Empezamos a ver un movimiento complicado a partir de enero de 2020”, afirmó el empresario, en referencia al inicio de la pandemia a nivel mundial. Contó, por ejemplo, que cancelaron el viaje a un congreso que se iba a realizar en Barcelona debido a que 80% de los expositores eran chinos y no podían salir de su país. A partir de ese momento, su agencia comenzó a observar una seguidilla de cancelaciones como nunca antes había ocurrido y pasaron a tener nula facturación, una tendencia que se repitió durante varios meses. Este escenario los llevó a enviar a 36 de sus 38 empleados al seguro de paro y mantener solo a los directores de forma remota. 

Las medidas del gobierno

A través de la Asociación Uruguaya de Agencias de Viajes se hicieron gestiones por medidas para paliar la situación, “pero venimos a la cola del resto”, consideró el dueño de BN Tours. Barrio indicó que el gobierno no pensó medidas específicas para las agencias de viajes, más allá de que admitió que algunas de ellas sirvieron para sobrellevar los meses en los que la empresa no tuvo ingresos económicos. Hasta diciembre de 2020, junto a sus socios decidieron complementar los seguros de paro, pero fue algo imposible de sostener cuando comenzó 2021. El gobierno sí definió la extensión de los seguros de paro para los trabajadores de este rubro, lo que las empresas celebran. “Sin la extensión del seguro de paro muchas agencias habrían cerrado, porque hubiera sido imposible de costear”, aseguró Barrio.

En suma, otra de las medidas que el empresario reconoció como positiva es la exoneración del Impuesto a la Renta de las Actividades Económicas (IRAE) y del préstamo del Sistema Nacional de Garantía para Empresas (SIGA). Sin embargo, entendió que fueron soluciones que llegaron tarde, al igual que la exoneración del IVA a las compras y el impuesto patronal. “Antes, esas medidas nos hubieran venido bien, hoy al menos son una base para el futuro”, valoró

Dentro de la empresa 

En los meses de pandemia, la idea de la empresa de viajes fue disminuir los gastos fijos, lo que resultó complejo, ya que hay gastos imposibles de evitar como “alquileres, teléfonos, celulares, sistemas, tecnología, alarma”, explicó Barrio. Si bien dijo que en el día a día no se notan, esos gastos sí se sienten cuando no ingresa dinero, contó el dueño. 

Barrio espera que la población uruguaya pueda recuperar el turismo vacacional “mediante un pasaporte sanitario que compruebe que estés vacunado y puedas ir a cualquier parte, sin que pidan más requisitos que eso”. Sin embargo, reconoció que el fuerte de su agencia son los viajes corporativos. Otro inconveniente está vinculado a las conexiones aéreas, puesto que está volando un porcentaje mucho menor de la flota al habitual. Barrio es consciente de que hasta que no se recupere el movimiento de vuelos internacionales no será posible volver a la normalidad. “Mis clientes están en Uruguay, pero dependo mucho de lo que pase en el mundo”, relató. 

Sin importar las dificultades que pasó la empresa, en ningún momento se cuestionó si seguir adelante o no, pero Barrio es consciente de que para esa decisión primó su amor por el proyecto antes que la economía y los negocios. “Fríamente, en algún momento deberíamos haberlo pensado”, admitió . El comienzo de la vacunación trajo esperanzas en el sector, ya que habilitó la posibilidad de volver a las ventas como antes de la pandemia, y eso significó que las consultas hayan crecido a partir del inicio del proceso de inoculación a la población uruguaya. “Si no se arregla antes de fin de año, vamos a tener que plantearnos cerrar, pero confiamos en la seguridad que nos puede dar la segunda dosis” de las vacunas, concluyó el empresario.

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